El gobierno local pondrá en valor el edificio que tuvo su última cumbre presidencial hace 60 años. Show de luces y limpieza general para un acto sin confirmar.
Palacio de Justicia de Córdoba, la sede elegida para el Pacto de Mayo.
Mientras el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, clama por la firma del Pacto de Mayo, ordena la casa para recibir a sus pares de las provincias, al presidente Javier Milei y a otras figuras de la lista VIP que confecciona celosamente Karina Milei.
Relegado de la organización formal de evento, el peronista ordenó trabajos de refacción del Palacio de Justicia, el escenario elegido originalmente para desarrollar la dramaturgia libertaria que está atravesado por idas y vueltas: el vocero Manuel Adorni ratificó este miércoles su realización, aunque más tarde este medio pudo saber de fuentes oficiales que no cruzaron el off the record que la ceremonia podría mudarse al Cabildo cordobés, pero en soledad.
La velocidad de las intervenciones de refacción general dependerá de la confirmación oficial del acto. Por lo pronto, está prevista la compra de casi mil luminarias para reemplazar las que no funcionan y para destacar la fachada, que se caracteriza por una imponente escalinata.
Se realizarán trabajos de refacción de mampostería externa e interna, reacondicionamiento de bronces y bustos, entre otras tareas de puesta en valor necesarias por el paso del tiempo y los actos de vandalismo.
Como suele ocurrir en cualquier familia que está por recibir a la tía potentada, el plan de limpieza general empieza con una buena ventilación. Después de cuatro años, volvió a abrirse el ingreso lateral del edificio histórico, el que está ubicada sobre la calle Arturo M. Bas, en pleno casco céntrico.
La clausura de este acceso durante la pandemia de 2020 provocó el enojo del sector comercial de ese lado de la manzana. Argumentaban que el tráfico peatonal disminuyó drásticamente y, en consecuencia, impactó negativamente en las ventas. “Algunos bares se fundieron”, resalta algún que otro habitué de la zona que también agrega la digitalización de los procesos judiciales.
Los preparativos y movimientos que se observaron esta semana en el emblema neoclásico inaugurado por el gobernador Pedro J. Frías en 1936, sin embargo, no deben asociarse con los que requerirán el Pacto de Mayo.
Este jueves, atravesarán el Salón de los Pasos Perdidos -que eclipsó a Karina Milei- las figuras invitadas por el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba para un acto de presentación del programa de facilitadores judiciales, que llevarán adelante con el apoyo de la Organización de Estados Americanos.
En el Palacio son habituales estos encuentros de debate y la apertura del año judicial, antes de que fuera itinerante. Más allá de ser asiento del máximo tribunal cordobés que preside Luis Angulo, las actividades paralelas son culturales.
Actos estrictamente políticos no se recuerdan, con excepción de la visita del presidente de Francia, Charles de Gaulle, quien degustó cabritos de Quilino, ciudad ubicada al norte de Córdoba, en uno de los salones del edificio que sería declarado patrimonio de la humanidad tiempo después. Uno de los líderes contra la avanzada de la Alemania nazi fue invitado por el radical Arturo Illia, en 1964, en esos tiempos revueltos por la proscripción peronista.
La puesta a punto del Palacio no interrumpe el ritmo de la actividad judicial que se desarrolla en el corazón del centro de la capital cordobesa, a pasos de la Municipalidad que, hasta hace poco, gobernó Llaryora.
El dato curioso es que toda la pompa preparatoria se hace tímidamente y por si acaso. El presidente Milei convalidó la postergación del Pacto de Mayo a C5N, tal como había afirmado su ministro del Interior, Guillermo Francos. El vocero cambió la historia, pero altísimas fuentes judiciales de Córdoba confirmaron a Letra P que, pese a todos los entredichos, no tienen información concreta.
“Oficialmente, nadie nos confirmó el evento”, ratifican en poderosos despachos que, cada mañana, cruzan los tributos al cordobés Dalmacio Vélez Sársfield y al tucumano Juan Bautista Alberdi, este último, siempre ponderado por Milei.
La versión también va en sintonía con las declaraciones del propio gobernador y la información publicada por este portal que da cuenta de que el cordobesismo quedó afuera de la organización. “No recibí ninguna invitación”, confesó Llaryora en su último raid mediático.
A 10 días del evento político superanunciado, no se sabe si otro presidente volverá a caminar por la nave central del palacio, 60 años después de la última visita de Illia y De Gaulle.