La implosión interna de La Libertad Avanza (LLA) podría empezar a amenazar los planes de Karina Milei y los Menem para fundar el partido nacional que represente al oficialismo “puro” en las elecciones de 2025. Además del plano político, hay un planteo legal que llega desde Córdoba en donde Gabriel Bornoroni, el flamante jefe de la bancada en Diputados, no logra contener el desbande.
El Partido Demócrata (PD) presentó un escrito en la Justicia a través del cual busca impedir que el nuevo presidente del bloque libertario quede habilitado para formar el partido en Córdoba.
Sucede que el Juzgado Federal con competencia electoral en Córdoba habilitó al empresario estacionero para avanzar en la conformación del partido, estableció los plazos para la presentación de adhesiones y una primera convocatoria a elecciones.
Para el PD, cuyo referente Rodolfo Eiben viene resistiendo una embestida interna en el bloque violeta del Parlasur, ningún partido puede oficializarse con el nombre de LLA al menos hasta 2027. Algo parecido piensan en el MID, pero Eiben apeló.
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“Vamos a agotar todas las instancias, no sólo porque no acordamos con las prácticas separatistas, sino porque queremos dejar sentada la postura frente a las personas que nos eligieron”, dice consultado por Letra P.
El reclamo por La Libertad Avanza en Córdoba
El planteo del PD que debe ser resuelto por la Justicia sostiene que “las coaliciones tienen continuidad en el tiempo cuando se triunfa”. Según explica uno de sus referentes, debería garantizarse la continuidad de la alianza al menos por el lapso en el que los candidatos que la representaron fueron elegidos. Es decir, hasta 2027.
“No puede ser que alguien decide salir corriendo con un nombre que representó a varios sectores y se lo adueñe excluyendo al resto”, grafican mientras esperan que la Cámara Nacional Electoral decida si hace lugar al planteo que amenaza el proyecto de nacionalizar el sello propio con el que avanza la hermana del Presidente.
Karina es la principal interesada en que LLA deje de depender de la confluencia de sellos para convertirse en un partido político con capacidad de tomar sus propias decisiones. En esa cruzada la acompañan los primos Lule y Martín Menem. El segundo protagonista estelar de la discusión con Oscar Zago que terminó con el MID armando su propio bloque en la Cámara de Diputados.
La nueva ascendencia de los Menem
Con la conducción en proceso de construcción permanente, no son pocas las figuras de la dirigencia que empiezan a advertir sobre el poder mayor que van adquiriendo los Menem en el armado libertario. Con Milei concentrado en la gestión económica, Karina encontró en los riojanos los laderos ideales para la rosca y eso parece chocar contra el discurso “anticasta” que la propia hermana del Presidente usa para poner reparos ante una eventual ampliación de la alianza que incluya al ala dura del PRO.
“En el interior el apellido Menem es mala palabra”, confesó a este medio uno de los referentes provinciales que forma parte de la estructura oficialista, pero observa la contradicción que para una buena parte del electorado representa la hiperactividad menemista en el gobierno.
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Gabriel Bornoroni, Karina Milei y Martín Menem.
El recelo no tiene que ver sólo con el pasado, una carta que suele jugar reiteradamente la oposición, sino también con el modo de conducción que el titular de la Cámara baja expresa en el día a día, en línea con la secretaria general de la Presidencia. “Hay que darle explicaciones todo el tiempo”, rezongan los más incómodos con ese tipo de prácticas. Siempre en voz baja.
El enojo con Gabriel Bornoroni
Los antiguos socios de Bornoroni, el nuevo presiente de la bancada liberal, vienen juntando broncas desde hace ya tiempo. Entienden que, de alguna manera, Bornoroni los utilizó para llegar al lugar que hoy ocupa y que luego “se cortó solo”. En el fondo, lo que molesta es que se va quedando con todo. “Que se cuide Martín Menem”, dice un referente libertario mediterráneo que elige la salida por el lado expresivo que combina el humor con la realidad.
Sin trayectoria política previa ni estructura partidaria propia, terminó siendo candidato a vicegobernador en una alianza con el PD y el MID; para luego recaer en el segundo lugar de la lista legislativa que acompañó en la boleta a Milei en Córdoba.
Desde ahí empezó a construir una relación de cercanía con Karina y lentamente fue subiéndose el precio. “Nadie se enoja con él porque nunca discute nada”, dicen entre quienes lo miran con mayor recelo. Hoy tiene a sus hombres a la cabeza de las dos cajas nacionales más grandes en la provincia y está a punto de convertirse en el primer presidente del partido en Córdoba.
Eso sucederá siempre y cuando la Justicia no dé el visto bueno al planteo de Eiben y los demócratas y termine por asestar el primer golpe a los sueños emancipadores de Karina Milei, Lule y Martín Menem.