El presidente Javier Milei; su vocero, Manuel Adorni; y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, revivieron el antikirchnerismo y apuntaron contra la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires a partir del tiroteo en La Matanza que dejó cinco muertos.
Bullrich se sumó contra la "permisividad" de la toma de tierras bonaerenses, Milei responsabilizó al mandatario provincial por el inicio del "ciclo de estancamiento del PIB" y Adorni cuestionó "tanta publicidad del Estado presente". El Presidente también había chicaneado con la emisión de cuasimonedas que no solo mencionó Kicillof sino también su par de La Rioja, Ricardo Quintela, y que incluso considera el gobernador de San Luis, Claudio Poggi.
“Hay una permisividad permanente en la provincia (de Buenos Aires), que genera un clima donde las personas creen que pueden tomar terrenos sin consecuencias”, señaló Bullrich en radio Mitre y acusó a la municipalidad de La Matanza, encabezada por Fernando Espinoza, de no tener "una decisión real de detener este modelo de permisividad”.
Bullrich argumentó que en ese distrito bonaerense no hay “un plan ordenado” y advirtió que se permite que “cualquiera pueda tomar la ley por sus manos y se termina en estas masacres”.
La ministra de Seguridad también alertó que “en La Matanza muchos de los casos hablan de una connivencia entre punteros, que se convierten en narcos, y políticos que lucran con esto” y aseguró en ese sentido el Gobierno nacional está “combatiendo el modelo de las organizaciones que tienen gerentes de la pobreza, que manejen gente y les venden terrenos que no les pertenecen”.
Sobre la investigación del tiroteo, Bullrich prometió que si la causa llega al Ministerio de Seguridad irán "a fondo, investigando los homicidios pero también las redes de complicidad de narcotráfico, políticas y policiales" y consideró que “Argentina es un país que abre los brazos” a los extranjeros, pero advirtió que “el que viene a usurpar, a matar, debe ser expulsado, al menos que tenga una residencia permanente”.