20 AÑOS DE MUFA

Tiembla Manuel Adorni: cómo es la maldición de quienes ganaron las elecciones de medio término

Figuras triunfadoras en legislativas no estuvieron a la altura de las expectativas en turnos siguientes. CFK y Macri, la excepción a la regla. Siete víctimas.

El año 2005 fue atípico: Mauricio Macri fue electo diputado y Cristina Fernández de Kirchner, senadora. Dos años después asumirían, respectivamente, la jefatura de Gobierno porteño y la presidencia de la nación. Desde entonces, hay una maldición de los comicios de medio término que acecha a los grandes ganadores de los domingos electorales, como Manuel Adorni.

Hasta la irrupción de Javier Milei pateando el tablero del ecosistema político, Macri y CFK fueron dos caras de la misma moneda, cada una representando a una porción del electorado. En el medio, hubo figuras que se asomaron y se extinguieron en un par de años como cometas fugaces en la marquesina de la política nacional.

Hoy es el momento del vocero presidencial, electo legislador en unos comicios desdoblados que tomaron volumen nacional, al punto que sólo memoriosos -como Andy Tow y su atlas electoral- recuerdan anteriores triunfadores en legislativas porteñas. Tal vez por eso Adorni se atajó y antes de la elección le aclaró a Letra P que, por más que un primer puesto lo posicionara en esa dirección, aún pueden florecer 52 mil de candidatos de La Libertad Avanza para la jefatura de Gobierno porteña en 2027.

Hace dos décadas, Macri y Cristina iniciaron un ascenso en las legislativas que, a diferencia de quienes los siguieron, no vieron interrumpido. El fundador del PRO venía de perder en la Ciudad de Buenos Aires con Aníbal Ibarra en 2003. La titular del PJ, que ya contaba con un extenso currículum legislativo, fue la carta K de aquel año para disputarle (y arrebatarle) la jefatura bonaerense del peronismo al duhaldismo, que derivaría en 2007 en la dicotomía misteriosa del "pinguino o pinguina" de Néstor Kirchner.

2009, Francisco De Narváez y Gabriela Michetti

La siguiente elección de medio término fue la de 2009. En Buenos Aires, el empresario Francisco De Narváez dio el batacazo más explosivo: con el 34,5% se impuso frente a Kirchner y las candidaturas testimoniales de Daniel Scioli y Sergio Massa. Impedido por la Constitución para aspirar a la presidencia, debido a que nació en Colombia, era número puesto para ser gobernador de una provincia que cuenta con su propia maldición: la de Dardo Rocha.

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Dos años más tarde, acompañado por Jorge Macri como vice, De Narváez quedó tercero como postulante a la gobernación de Buenos Aires. La boleta de Unión-PRO quedó detrás del ganador (Scioli) y de la lista de Margarita Stolbizer. Desde entonces, pasó a un segundo plano de la política: desde la trastienda, bancó a Massa en 2015 y a Alberto Fernández en 2019.

En la Ciudad, Gabriela Michetti dejó la vicejefatura para obtener una banca de diputada en 2009. Cuatro años más tarde, en 2013, con la boleta del PRO volvió a ganar, esta vez un pase al Senado. Su camino para ser la sucesora porteña de Macri en 2015 parecía inevitable, hasta que perdió la interna amarilla con Horacio Rodríguez Larreta, que de jefe de Gabinete pasó a jefe de Gobierno. El premio consuelo fue ser candidata a vicepresidenta, un puesto que no le ofrecieron intentar renovar en 2019. Con el fin de Cambiemos, no volvió a aparecer en primera plana, hasta este año, que se mostró en la campaña de Silvia Lospennato.

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2013, Sergio Massa

Lo que había sufrido en carne propia, Sergio Massa podría saborearlo cuatro años más tarde: ganarle al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires y proyectarse como presidente inevitable. Con la derrota y el enojo de Kirchner, se había refugiado en Tigre, desde donde convocó a otros intendentes para fundar el Frente Renovador que derrotaría en las generales al Frente para la Victoria (que llevaba a Martín Insaurralde) con el 44%. Unidos por la Libertad y el Trabajo, cuya cara era De Narváez, sacó el 5,5%.

Embed - Visión 7: Primarias 2013: El voto de Sergio Massa

Dos años más tarde, Massa obtuvo 5.386.977 votos que lo dejaron tercero, fuera del ballotage que Macri le ganó a Scioli. En 2019, condonado por el kirchnerismo, fue socio-fundador del Frente de Todos que depositó a la fórmula Fernández-CFK en la Casa Rosada. Cuatro años después, con un albertismo que nunca llegó a constituirse y en plena guerra con La Cámpora, la entonces vicepresidenta dio su bendición para que el ministro de Economía fuera el candidato del peronismo que perdería contra Milei en segunda vuelta.

2017, Esteban Bullrich y Elisa Carrió

Esteban Bullrich, hoy alejado de la política luego de ser diagnosticado con ELA, fue el único que logró ganarle una elección a CFK. Si bien la expresidenta se impuso por décimas en las PASO en la provincia de Buenos Aires, en las generales de 2017 el exministro de Educación de Cambiemos obtuvo el 41% frente al 37% de Unidad Ciudadana en la disputa por una banca del Senado. Sin embargo, quien más votos había obtenido en esos comicios fue Graciela Ocaña, como cabeza de lista para la cámara baja. Hoy es legisladora porteña y su sello, Confianza Pública, apoyó la candidatura de Larreta, que salió cuarto este domingo.

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Una mudanza a la inversa hizo la otra figura que destacó en esas elecciones de medio término, que pasó a vivir en Exaltación de la Cruz. En la Ciudad, como representante de Vamos Juntos, Elisa Carrió arrasó con más del 50%, pero en 2019 renunció a su banca de diputada, después de 25 años de actividad política. Con el 1,8% en las presidenciales 2011 a cuestas, la chaqueña logró recuperarse para ser una figura clave de Cambiemos. En marzo, anunció que podría volver por la revancha en octubre, al adelantar su deseo de ser candidata a diputada en representación del territorio bonaerense.

Embed - "VOY A SER CANDIDATA A DIPUTADA POR LA PROVINCIA DE BS. AS.": Lilita Carrió y su nueva batalla

2021, Diego Santilli y María Eugenia Vidal

En medio de un clima pandémico, con la crisis del gobierno nacional, Diego Santilli logró ganarle por poco a la postulante del oficialismo Victoria Tolosa Paz en la provincia de Buenos Aires (39,81% a 38,53%). Dos años más tarde, el diputado del PRO perdió la interna de Juntos frente a Néstor Grindetti para ser el candidato a gobernador que enfrentaría a Axel Kicillof. Hoy, el legislador es uno de los macristas que busca un acuerdo con LLA en PBA.

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A Tolosa Paz no le fue mucho mejor: en 2023, intentó lanzar su precandidatura a gobernadora, pero ni siquiera pudo inscribir una lista en la justicia electoral para disputarle una interna a Kicillof, a quien ahora apoya en la pulseada del mandatario con el cristinismo.

En la Ciudad, con una perfomance un poco por debajo de la de Carrió, la gran ganadora de 2021 fue María Eugenia Vidal, que tres años antes no había podida conseguir su reelección como gobernadora bonaerense. Con un pasado como vicejefa de Gobierno (como Michetti), en 2023 apoyó la fallida aventura presidencial de Larreta y este domingo cerró su participación como jefa de campaña de Lospennato, luego de rechazar el ofrecimiento de Macri de ser ella la candidata. ¿Dirá que sí para octubre?

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En aquellos comicios consagratorios de Vidal, debutó electoralmente un economista que pudo sortear la maldición al salir tercero: Milei, con el 16,74%.

Este domingo vota la Ciudad de Buenos Aires.
Las elecciones con Boleta Única Electrónica (BUE) de la Ciudad de Buenos Aires fueron las más costosas de la historia.

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