Elisa Carrió guarda un silencio sugestivo desde la noche de las primarias, cuando perdió quien era su candidato en la interna de Juntos por el Cambio (JxC), Horacio Rodríguez Larreta. La fundadora de la Coalición Cívica argumentó un problema de salud para recluirse en su casa, renunciar a su postulación en la boleta del Parlasur y no volver a opinar en público, una actitud que genera intriga sobre qué hará los próximos meses en caso de que Juntos por el Cambio quede afuera de la disputa electoral.
Los dos episodios isquémicos que sufrió Carrió fueron la explicación que llevó el presidente del bloque de la CC de la Cámara baja, Juan Manuel López, a la jueza María Servini de Cubría para explicar su renuncia a la candidatura del Parlasur. Aunque el timing de la decisión levantó algunas sospechas respecto al nivel de su convicción de apoyar a Patricia Bullrich, Carrió se encargó de despejar dudas con una reunión virtual en la que le pidió a su equipo salir a militar la candidatura de la exministra. Unos días después, los referentes de la Coalición Cívica recibieron a Bullrich en la sede del instituto Hannah Arendt, en Barrio Norte, y sellaron su apoyo.
Carrió no volvió a involucrarse en la campaña. López aseguró a Letra P que solamente se mete para resolver algunos “temas operativos” y que desde las primarias ella decidió no hablar de política ni con él ni con los demás referentes del espacio. “Lilita entregó mucho más que el resto de los políticos en los últimos años, puso el cuerpo y eso tuvo un costo. Hoy debe cuidarse, sobre todo del estrés, así que no está participando”, explicó el diputado.
Las participaciones de la exdiputada en Twitter son limitadas. Con excepción de algún retuit, Carrió se limita a recomendar la lectura del evangelio correspondiente a cada día.
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En la Coalición Cívica vaticinan que Carrió seguirá con esa actitud al menos hasta fin de año, aunque en Juntos por el Cambio hay dudas respecto a qué podría suceder en caso de que Bullrich no entre al ballotage y haya una segunda vuelta entre Sergio Massa y Javier Milei. Muchos tienen frescos los cuestionamientos de Carrió al libertario, a quien consideró “fascista”. ¿Hay alguna posibilidad de que eso la lleve a apoyar a Massa en línea con su defensa a la República? La diputada Marcela Campagnoli, amiga de Lilita, la descartó de lleno. Como la izquierda en 2015, Carrió dirá que son lo mismo.
“Jamás aceptaríamos nada de Massa, no hay ninguna chance, sabemos lo delincuente que es. Yo no hablo por Lilita ni quiero hacer suposiciones, pero sí puedo sostener que en la Coalición Cívica consideramos que son tan malos los populismos de derecha como los de izquierda”, lanzó Campagnoli a Letra P.
La diputada también fluctuó en las cuotas de responsabilidad al analizar la corrida cambiaria de la última semana: para ella, tuvo como principal responsable al gobierno por el “plan platita”, aunque Milei fue imprudente porque sigue actuando como “un panelista”. Sobre una eventual presidencia del libertario opinó que “la descalificación del que piensa distinto es una actitud fascista y habrá que ver si es un personaje que creó o si se desempeña de ese modo de llegar al poder”.
En la dirigencia de la Coalición Cívica no olvidan el enfrentamiento de Carrió con Massa, a quien hace un año atrás calificó como “lo peor de la Argentina”, pero sobre todo con el kirchnerismo que lo lleva de candidato. Por eso, la opinión más extendida es que la fundadora del espacio no tomará partido por ninguno de los dos. Sin embargo, también resaltan en la balanza el malestar de Lilita con Mauricio Macri por haberse acercado al libertario.
En una de las últimas charlas por Zoom, antes de las elecciones de agosto y a su posterior silencio de radio, Carrió apuntó directo contra el expresidente: “Se ha corrido a un espacio más cercano al de Milei. Ese espacio va por un ajuste muy brutal sobre las clases medias, enmarcado sobre la noción de un orden que no proviene de la Justicia, la República, los derechos humanos, sino en que hay que reprimir hasta matar si es necesario”.
En una Coalición Cívica con Carrió muda, el resto insiste en que hay que priorizar “la unidad del espacio”. El sector más pesimista ya admite que el futuro de JxC peligra si el libertario llega a la presidencia con el apoyo de un sector del PRO, más precisamente de Macri, uno de los ideólogos de Cambiemos. Tal vez entonces en ese momento, la socia fundadora de aquella coalición que sacó al peronismo del poder rompa su silencio público autoimpuesto.