LUCILLE LEVY

"Sería paradójico ver a LLA en las elecciones de la UBA porque es un lugar que quieren cerrar"

La presidenta de la FUBA habló con Letra P de los comicios de septiembre y del desafío libertario en las universidades. El reformismo va por más.

Lucille Levy conduce la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y tiene la mirada puesta en las elecciones estudiantiles de la primera semana de septiembre porque la fuerza que representa, el reformismo, tiene como desafío sostener la presidencia de nueve de los 13 centros de estudiantes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y disputar los cuatro que hoy son opositores: Exactas, Filosofía, Veterinaria y Farmacia.

Se define como radical, estudió la carrera de contadora pública y está por terminar la licenciatura en administración en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, donde hizo su recorrido político. Fue presidenta del Centro de Estudiantes en 2017 y 2018 y, después de esos dos mandatos, en 2019 asumió como consejera estudiantil de esa unidad académica, base de construcción del armado del vicerrector y exdiputado radical Emiliano Yacobitti.

Levy dejará de estar al frente de la FUBA a fin de año. En diálogo con Letra P adelanta que en los próximos meses llamará a elecciones para definir autoridades y no piensa buscar la reelección. Antes, la próxima semana, del 2 al 6 de septiembre, se definen las presidencias de los centros de estudiantes de la UBA y ahí está puesta su atención.

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Elecciones y desafíos

Militante de Nuevo Espacio, la agrupación que tiene el sello de Yacobitti, Levy dice que el desafío para el oficialismo de la UBA, la alianza del radicalismo y expresiones del peronismo que tienen como referente a Carlos Rojo, de Medicina, es "mantener y tratar de crecer y ganar las facultades que no conduce como Farmacia, Exactas, Filosofía y Veterinaria”.

En especial, pone fichas en la votación en Farmacia, donde Nuevo Espacio, conducido por el referente de Medicina Matías Rojo hizo una alianza con Sinapsis, la agrupación liderada por la Juventud Universitaria Peronista (JUP), cuyo secretario general es Federico Mochi, del Grupo Bicentenario referenciado en el legislador porteño de Unión por la Patria Juan Manuel Valdés.

-¿Cuál es hoy el principal desafío para el estudiantado de la UBA?

-El aspecto económico, porque está afectando cada vez más el acceso y la continuidad de los estudios. El boleto estudiantil es algo que este año pedimos puntualmente. Si bien es un reclamo histórico, ya muchas universidades lo tienen y estamos siendo casi la única que no cuenta con ese beneficio.

-¿Hay una baja en la matrícula?

-No lo tengo medido, pero estuvimos viendo mucho que sí bajaron las horas y materias que se cursan.

-La Libertad Avanza lanzó su espacio universitario, pero no hizo pie en la UBA. ¿Cuál es tu hipótesis?

-Es cierto que mucha gente votó a Javier Milei por un combo y capaz no veía lo que iba a pasar con la universidad. Hoy en día, en la UBA no se terminaron de armar. Sería un desafío ver qué pasa si se presentan a una elección. También sería paradójico, porque es un lugar que quieren cerrar.

-¿Es un espacio que ves divorciado de la UBA?

-No dejan de criticar a la universidad pública, así que es difícil pensar que van a militar para eso por lo que yo milito para verla cada vez mejor, por la igualdad de oportunidades, por mil valores que no veo que los tengan. No los mostraron en los discursos ni en las acciones.

La UBA ante la crisis presupuestaria

El 23 de abril Lucille Levy encabezó la columna que salió desde Plaza Houssay hasta Plaza de Mayo con la bandera “Defendamos la UBA” y considera que esa marcha, realizada a nivel nacional con cientos de miles de personas en las calles en reclamo por el sostenimiento de las universidades públicas, generó un quiebre en la postura del gobierno de Javier Milei.

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El impacto de la movilización se tradujo en el aumento de los recursos para gastos de funcionamiento de las universidades, pero no solucionó la situación salarial que afecta a docentes y no docentes de las casas de altos estudios, que vienen denunciando una pérdida de la mitad del poder adquisitivo de sus salarios, y tampoco el congelamiento de las becas para estudiantes.

“A lo largo de la historia se ha discutido la forma de la universidad pública, nunca que no existiera o que hubiera que cerrarla. Se dijo que es un centro de adoctrinamiento. No sólo no es así: en las aulas de la universidad pública hay distintas ideologías. También estudiantes con muy distintas situaciones socioeconómicas y no hay muchos lugares en lo que eso pase”, sostiene Levy.

-En un escenario de crisis y con un conflicto puntual por los salarios, ¿cómo analizás la postura del estudiantado?

-Los estudiantes se comprometieron mucho con el tema de los gastos de funcionamiento y con la marcha del 23 de abril. Hubo mucha movilización en la universidad en ese momento. La clave fue la unidad con autoridades, profesores y entre las fuerzas políticas.

-A comienzos del año la UBA declaró la emergencia presupuestaria. En julio, la emergencia salarial. ¿Cómo está hoy la situación?

-Si bien las partidas para gastos de funcionamiento se actualizaron, nuestra visión es que las universidades vienen de un ajuste histórico. Una cosa es un ajuste y otra un recorte. Las universidades de México o de San Pablo tienen entre ocho y 15 veces más de presupuesto que la UBA, que compite palo a palo en los rankings universitarios. Hoy en día mantenés los hospitales, los colegios, pagás la luz, el gas, los insumos, pero no podés aumentar las becas de intercambio o las de investigación, cuando es algo que puede crecer exponencialmente.

-En relación a los fondos para funcionamiento, el Gobierno se los garantizó antes a la UBA que al resto. ¿Cómo viste esa diferencia?

-No sé bien cómo fue el diálogo entre las autoridades, pero creo que hubo una intención oficial de enemistar a los rectores. Lo vi como parte de una estrategia. Estoy muy en contacto con Piera Fernández de Piccolli, la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), y no dejó de molestarnos que se diera de ese modo. Dejamos clara la necesidad de reclamar. Después se reparararon las diferencias y el aumento se equiparó.

La hegemonía de Yacobitti se pone a prueba en las elecciones estudiantiles en la UBA. 
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