Con su delfín María Luengo al tope de las PASO, el intendente de la capital va por 15 mil votos más el 29J. Los rivales a vencer en un escenario de tercios.
El intedente de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, festejando junto a maría Luengo y Sergio Basile el triunfo en las PASO.
El intendente de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, afina su estrategia de cara a las elecciones generales del 29 de junio. El objetivo concreto es que su candidata, María Luengo, supere los 55 mil votos y le permita al oficialismo retener las cinco bancas que pone en riesgo en el Concejo.
En la mesa chica polettista están convencidos de que el diferencial está en la estrategia hiperlocal y en evitar el barro político, en contraposición al intento de nacionalización que ensaya La Libertad Avanza y a la lógica estructural del PJ. La boleta oficialista es una lista de unidad que tiene la ventaja de no haber perdido energía en el primer tramo de la campaña en internas.
“Ganamos en 142 de las 143 escuelas. La única donde no ganamos es una del barrio Santa Rosa de Lima, que es la de Pedro Medei (el outsider que ganó la interna del peronismo). No lo tomamos como un techo, sino como una base para crecer. Ahora se trata de mejorar la performance en cada lugar”, insisten en el equipo que coordina la campaña, que ya puso a girar una agenda intensa con Luengo, Poletti y presencia programada de Maximiliano Pullaro en los barrios.
Los números de las PASO del 13 de abril los entusiasman. Luengo fue la más votada individualmente con 40.018 sufragios (27,5% del total), en una jornada que tuvo una participación apenas por encima del 50%. En el equipo de campaña creen que una mayor concurrencia a las urnas y un crecimiento sostenido en territorios donde ya fueron fuertes pueden garantizar el objetivo trazado: a la base de apoyo que significaron las PASO, sumar 15 mil votos más.
“Estas últimas semanas de campaña son cuerpo a cuerpo, con mucho territorio, mucha agenda de María junto al intendente, recorriendo la ciudad, tomando nota de los reclamos. La idea es ser un puente con la gestión, no prometer, sino mostrar lo que se hizo y lo que falta hacer”, explican en el entorno de campaña, que tiene dos ejes: gestión y cercanía.
En cada recorrido, Luengo capitaliza su popularidad como exconductora de noticias para conversar con los vecinos. El polettismo quiere interpelar al voto joven y dar respuestas a la demanda ciudadana que exige seguridad, pero también luz, barrido, limpieza y una ciudad ordenada en un contexto de crisis económica. En el oficialismo analizan con cautela el escenario. No hay triunfalismo, pero sí un diagnóstico claro: la competencia más dura está entre el PJ y La Libertad Avanza, aunque con distintas lógicas.
El peronismo cosechó en abril el 23,6% de los votos, con Pedro “El Profe” Medei como sorpresivo ganador de una interna caliente. “Tienen estructura en los barrios, claro, pero eso hoy no alcanza por sí solo. El clima de época cambió”, advierten en el oficialismo.
La Libertad Avanza, con Ana Cantiani como única candidata, capturó 25 mil votos y sueña con meter dos o tres concejales. “No hizo campaña y sacó el 17%. Eso habla del arrastre del sello de Javier Milei, pero también deja a la vista que no hay un despliegue territorial real. Nosotros compartimos electorado, muchos votantes de Milei ya nos votaron o podrían volver a hacerlo. Hay que ir a buscarlos, pero sin confrontar, con una campaña sin tensión”, disparan, fieles a la línea zen que impuso Poletti desde el primer día.
El objetivo de Poletti es mantener la mayoría en el Concejo, donde se ponen en juego ocho bancas. Unidos arriesga cinco y para retenerlas necesita hacer una gran elección. Las cuentas son claras. Para lograr la meta, toda la estructura municipal está en marcha. “Tenemos planificación meticulosa, disciplina, mucho trabajo de campo y una candidata que genera cercanía. El resto dependerá de que el electorado valore eso frente a las propuestas de sello o de aparato”, concluyen.
