El puntano quiere dejar atrás el poderío del peronismo y afianzar su liderazgo en una elección hiperprovincializada. Referentes nacionales, ¡afuera!
Claudio Poggi apuesta a crecer en la Legislatura en la elecciones del domingo.
El gobierno de Claudio Poggi enfrentará este domingo elecciones clave para la segunda parte de su mandato en San Luis en una puja hiperprovincializada. Sin referencias nacionales jugando en el distrito, el gobernador busca sumar bancas en la Legislatura con la reforma constitucional entre ceja y ceja.
El mandatario puntano había puesto su horizonte en la reforma durante 2024 y adelantado la pata electoral de los cambios para adoptar la boleta única y terminar con la Ley de Lemas y las PASO en su provincia. En la apertura de sesiones del pasado 1° de abril, reafirmó sus intenciones de avanzar con la reforma constitucional y judicial.
Se propone dar el debate en 2026, un año no electoral. Para eso resulta fundamental asegurarse una buena performance el domingo y sumar las voluntades necesarias en ambas cámaras del legislativo provincial.
Desde que logró arrebatarle el mando al peronismo de Alberto Rodríguez Saá, Poggi comenzó a elaborar una trabajosa nueva mayoría en la que reunió a exdirigentes con pasado en el PJ y en algunas fuerzas provinciales que le permitieron comenzar a avanzar con sus proyectos en la Legislatura.
De la quincena de bancas en la Cámara de Diputados con la que comenzó su gestión, hoy cuenta con un armado que supera las 23 necesarias para formar la mayoría parlamentaria en un recinto de 43 integrantes. También logró que dos senadores pegaran el salto en los últimos dos años, llegando a los cinco que le permiten tener la voz de mando en la cámara alta.
De esos cinco escaños, hay tres en juego. Entre ellos, los dos que se incorporaron al oficialismo: Juan Carlos García en Belgrano y Diego García en Ayacucho. Ambos serán candidatos del frente oficialista Ahora San Luis.
En una elección que este domingo se proyecta polarizada, en el oficialismo entienden que allí se debate el futuro legislativo y también político de la provincia. Poggi dice que la elección servirá para plebiscitar la gestión y contrapone su modelo al de Alberto Rodríguez Saá, el hombre que ordenó el peronismo acorde a su proyecto y que empieza a jugar la carta de su vuelta.
A pedir de Poggi, la contienda puntana concentrará su atención en la provincia. No sólo porque la alianza transversal que logró construir el gobernador no tiene a figuras nacionales de peso que hoy puedan dialogar entre sí en el ámbito nacional, sino porque el peronismo de Alberto Rodríguez Saá se autorreferencia en sus particularidades, que lo alejan tanto del kirchnerismo como del llamado peronismo federal, y porque La Libertad Avanza no participará oficialmente de la discusión.
Por esa razón, los festejos del ganador se concentrarán en la provincia. El partido de Poggi, Avanzar, va con un frente electoral que incluye al peronismo que responde a Adolfo Rodríguez Saá y a una buena parte de potenciales aliados de La Libertad Avanza, como el PRO, el MID y el sector de la UCR que suma hasta funcionarios en la órbita nacional, en busca de obturar a la oposición que puede emerger en el distrito con apoyo de la Casa Rosada.
La conducción nacional del partido de Karina Milei se corrió del debate puntano por dos motivos. La razón pública es la falta de acuerdo entre los diferentes sectores que defienden el modelo libertario para consensuar un espacio de unidad. La otra mira a las elecciones de octubre y no se anima a descartar un gran frente nacional antiperonista, que el domingo tendrá su primera probeta en Chaco.
El peronismo se acomodó detrás de la figura del exgobernador en el Frente Justicialista que une a partidos como Compromiso Federal, Miles, el Movimiento Comunal Mercedino (Mocomer), el MAS y el Movimiento Puntano. Por fuera quedaron algunas fuerzas que se reconocen alineadas con la conducción nacional del PJ, Cristina Fernández de Kirchner, con quién Rodríguez Saá sostiene sus diferencias históricas.
En un clima en el que nadie reconoció una campaña demasiado activa, la mirada está puesta en la participación en las urnas. Sobre todo teniendo en cuenta la experiencia previa de Santa Fe y las complicaciones naturales que podrían llegar a partir del debut de la boleta única en la provincia.
La reforma del sistema de votación, promesa de campaña de Poggi para eliminar la Ley de Lemas, fue producto del trabajo de una Comisión de Análisis del Sistema Electoral que analizó las alternativas para la reforma que finalmente modificó la herramienta en territorio puntano, en sintonía perfecta con el Congreso.
La Boleta Única de Papel en San Luis tendrá una disposición horizontal, con número de lista y opción de elegir lista completa, alternativa que fue desechada del proyecto final aprobado por el Congreso meses atrás para los comicios nacionales. Las complicaciones que pueda acarrear a la hora del escrutinio representan la principal incógnita para todas las fuerzas políticas del distrito.