El jefe del gremio estatal de la ciudad de Córdoba saltea a Daniel Passerini en la pelea salarial. Bell Ville, Río Cuarto y San Francisco, los objetivos.
Rubén Daniele saltea a Daniel Passerini y va por Martín Llaryora
El conflicto de los empleados municipales de la ciudad de Córdoba tomará dimensión provincial a partir de la próxima semana. Rubén Daniele, titular del SUOEM, advirtió que los reclamos por una recomposición salarial se escenificarán en otras latitudes, en un desafío que desborda a la administración de Daniel Passerini y apunta directamente al gobernador Martín Llaryora.
En una masiva asamblea realizada este mediodía en la explanada del edificio municipal, el histórico líder sindical dejó en claro que los reclamos que impulsan la nueva batería de protestas, que se extenderán al menos por una semana, exceden el pedido de una recomposición salarial a cada intendente.
Según explicaron luego en su entorno, junto a los otros gremios que integran la Federación de Sindicatos Municipales, advierten que se replica en toda la provincia el modelo de gestión que iniciara Llaryora en el municipio capitalino y tiene como nuevos intérpretes a los intendentes peronistas de las principales ciudades de la provincia, desde el mencionado Passerini hasta Guillermo de Rivas.
Ese modelo, aseguraron, incluye diversas maneras de evadir responsabilidades patronales, concepto clave para entender el superávit fiscal que suelen enrostrar los referentes cordobesistas.
“Las cosas son parecidas en el interior. Fundamentalmente el tema de la precarización y la tercerización de actividades. Es el plan Llaryora en todos los municipios: precarizar, no regularizar a los trabajadores. Jugar con las empresas municipales, los entes, la guardia urbana. Es una creación de municipios paralelos en toda la provincia”, resonó la voz del referente gremial.
Sobre esta descripción, Daniele presentó el nuevo plan de lucha, que se mantendría pese a la inminente disposición de una conciliación obligatoria desde la Secretaría de Trabajo de la Provincia.
El plan iniciará en la ciudad de Córdoba y se extenderá por toda la provincia. Según anuncian luego será el turno de Bell Ville, ciudad gobernada por el radical Juan Manuel Moroni; San Francisco, bajo comando del peronista Damián Bernarte; y Río Cuarto, dirigida por el peronista De Rivas.
En cada una de dichas jurisdicciones, los gremios locales replicarán medidas que incluyen manifestaciones callejeras, presentaciones (a veces espontáneas) en espectáculos públicos, pegatina de afiches y campañas en redes sociales.
En cada una de esas protestas que se escenifiquen en locaciones públicas, el SUOEM, que tiene licencia gremial en la capital provincial, brindaría apoyo logístico o con la presencia de cuadros directivos.
La provincialización de la protesta no sólo apunta a involucrar directamente al gobernador; también supone un desaire al intendente de la capital, al que no se privó de maltratar, tildándolo de “basura” y “sumiso de mierda”.
Daniele no sólo considera a Passerini como responsable de un ajuste salarial derivado de su decisión de asignar aumentos discrecionales que toman como única referencia al índice inflacionario. También lo apunta como el continuador de políticas que profundizan pérdidas que afectan varios ítems e impactan de lleno en las remuneraciones.
Según estimaciones del SUOEM, afrontan una caída del poder adquisitivo equivalente a un 20% desde diciembre de 2023. Parados en esa referencia, han rechazado sucesivas propuestas de incrementos que, sostienen, alcanzan a un 9% para todo lo que va de 2025.
Desde la intendencia afirman que el proceso de negociación, que sigue abierto, transcurre por los canales habituales. Piden a los empleados, también, que respeten la decisión de no comprometer las finanzas del Palacio 6 de Julio, severamente afectadas por las deudas heredadas, la caída de recaudación y la demanda de mayor asistencia social que ocasiona la política de motosierra del presidente Javier Milei.
Tales conceptos fueron recreados hasta el cierre de la semana pasada en las audiencias convocadas por Trabajo de la Provincia, en las que mostraron números que grafican la delicada situación.
El gremio, el más combativo de los estatales, descree de las estadísticas a que apela la intendencia. Según sostienen, la gestión enmascara un sustantivo incremento de la planta política y oculta innecesarios gastos. Para ejemplificar, citan la renuencia del intendente en responder al pedido de informes presentado por la oposición en que exige conocer cuánto se paga por el alquiler de 70 inmuebles en toda la ciudad.
Ante ello, profundizando un belicoso tono que ha retomado desde el pasado año, el reelecto secretario general aseguró que volverán a un plan de lucha que habían atenuado, atendiendo a la conciliación convocada por Trabajo de la Provincia.
Aseguró que la decisión no está condicionada por temores, pues no están asustados por “por las presiones, por las extorsiones, los descuentos pedorros ni las conciliaciones mentirosas”. De inmediato, prometió que harán “tronar el escarmiento” sobre las gestiones que aquellos encabezan.
Por si quedaban dudas, en uno de los momentos más encendidos de su discurso, Daniele fustigó por igual al intendente y el gobernador: “Son una bosta. Son peores que los liberales. Al menos los liberales no se andan escondiendo detrás de la palabra peronistas. El liberal te dice de frente que te va a cagar”, vociferó.
El gobierno municipal respondió a través de su bloque de concejales, en un texto en el que evocó los antecedentes violentos de Daniele, quien ya afrontara causas judiciales por expresiones públicas.
“Si creen que, insultando, amenazando, patoteando, molestando y causando perjuicios a los cordobeses vamos a resignar el cuidado de los recursos que son de todos, para entregárselos a un solo sector, están muy equivocados. Tenemos firmeza y convicción para saber para dónde ir y con quiénes. Se acabaron los tiempos en los que el gremio manejaba todo a su antojo, en la Municipalidad y en la ciudad”, destaca el texto.
“Con Martín Llaryora primero y ahora con Daniel Passerini, las decisiones las toman quienes fueron elegidos por los cordobeses para solucionar los temas de los cordobeses. El gremio no gobierna más esta ciudad desde hace cinco años. Lo peor de la casta sindical se muestra cuando se ponen nerviosos porque estamos terminando con manejos que perjudicaban a los cordobeses y beneficiaban a una porción mínima de empleados muy cercanos al gremio”, concluye el comunicado, firmado por el pleno de los concejales de Hacemos Unidos por Córdoba.