Maximiliano Pullaro es el ordenador de Unidos para Cambiar Santa Fe. El gobernador arrastra de arriba hacia abajo en el territorio. Sin embargo, el oficialismo puede también traccionar a la inversa, de abajo hacia arriba. Listas de concejales por doquier que tributen para la pelea grande. Rosario y Santa Fe son los modelos.
Primeros trazos en Unidos para Cambiar Santa Fe
Una reunión de radicales que se realizó este jueves, con patas legislativas y políticas, arribó a esa primera conclusión. No hay marco para listas únicas en las dos ciudades más grandes de la provincia. Son los primeros trazos de una rosca que marcha lenta y dispersa en toda la política doméstica, aún cuando restan menos de dos semanas para el cierre de listas.
“No vemos mal que haya internas, se potencian, es mejor para Unidos, cada distrito va viendo como lo resuelve”, reveló un alfil del gobierno provincial. Algo de esto contó Letra P en diciembre, la realidad local impone la estrategia. En ese momento, se vislumbraba competencia en Rosario y unidad en Santa Fe, pero la idea fue virando.
El caso Rosario
Pablo Javkin se retirará de la intendencia en 2027 y no tiene sucesión natural. A priori, la cuna de la bandera es un tema a atender con especial atención para el oficialismo. No solo por la necesidad de construir un heredero, sino también porque para las PASO de este año no hay una figura posicionada con potencia electoral y altos niveles de conocimiento. No la tienen ni CREO ni la UCR, el socialismo y el PRO.
En ese marco, puede pasar cualquier cosa. Javkin pondrá un nombre en cancha (¿la secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana, Carolina Labayru?). El PRO tiene a Ana Martínez en las gateras. El socialismo puede competir con Verónica Irizar y el evangelismo se disputa a un reconocido periodista deportivo. ¿Y Miguel Tessandori? ¿La UCR no va a encabezar una lista? Nombres hay, preguntas también, como se ve. Lo que no hay es taquilla.
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Si la estrategia es armar una primaria amplia, donde internamente todos se midan contra todos, donde el gobernador no apadrine a nadie en especial, el plan puede salir bien. En el gobierno y en las entrañas del pullarismo aseguran que el hughense no se va a casar con nadie y se va a sacar fotos con toda la tira de postulantes.
Una vez superada la competencia interna, para quienes pierdan no quedará otra que, bajo la tutela del gobernador, acompañar la lista ganadora, que le tocará enfrentar el 29 de junio al peronismo, Ciudad Futura y el debut formal de La Libertad Avanza. El escenario, en principio, es abierto.
El caso Santa Fe
En la capital, la cuestión es similar, pero no idéntica. El intendente Juan Pablo Poletti, a diferencia de Javkin, puede permitirse pensar en un segundo mandato, aún con deficiencias marcadas en su gestión. Entonces el tip de la sucesión, al menos por el momento, no entra en el análisis. Si ingresa en el laboratorio electoral la cuestión de la competencia 2025 y la imposibilidad de ordenar la cancha del oficialismo capitalino. Poletti no es José Corral y Adriana Molina. Tampoco Emilio Jatón o Paco Garibaldi.
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Emilio Jatón, Juan Pablo Poletti y José Corral, junto a Barletta, pilares de Unidos en Santa Fe.
Cómo sintetizar esa diversidad es todo un tema porque, además y también a diferencia de Rosario, el pullarismo tiene más potencia en Santa Fe y puede querer jugar con mayor interés. Pullaro, se insiste en el Ejecutivo, no le levantará la mano a nadie y fomentará la competencia, dejará que transcurran las PASO y a fines de mayo se pondrá al lado del ganador o ganadora de la interna.
A Unidos en la capital lo favorece una oposición apagada, con un peronismo que salió segundo a 45 puntos del vencedor. La Libertad Avanza debutará en la city de la mano de una periodista. A priori, el escenario capitalino es menos hostil para el oficialismo, pero nunca es recomendable beber antes de destapar.
Un oficialismo movilizado en lo local alentará también el voto a Pullaro en la categoría para convencionales, especula el gobierno. Si a nadie le sobra nada, todos van a pintarse la cara para, de esa manera, beneficiarse a sí mismos y también contribuir a que el gobernador consiga una mayoría en la Convención Constituyente.