Río Negro comienza este domingo a definir la renovación de tres bancas en la Cámara de Diputados, pero también pone en juego la capacidad de negociación del oficialismo y la oposición, que en sus diferentes versiones atraviesan realidades antagónicas. Alberto Weretilneck, jefe de Juntos Somos Río Negro y gobernador electo, debe sortear la polarización nacional al comando de su propuesta provincialista. La independencia de cualquiera de las boletas presidenciales tiene sus costos y lo deja en aprietos: hace números ante la boleta local de Javier Milei, la principal amenaza para su objetivo de retener el escaño que defiende en el Congreso.
Aunque no son definitorias, las PASO sí marcarán el rumbo en la política doméstica. Cada una de las listas diagrama el nuevo entramado de poder provincial que continúa en el letargo de la transición a diciembre, con la parada electoral inevitable de este fin de semana y expectante por las elecciones en San Carlos de Bariloche, el distrito más poblado, el próximo 3 de septiembre.
Weretilneck no solo pone en juego en octubre la banca que ocupa Luis Di Giácomo. Se plebiscita el margen de negociación y articulación ante la Casa Rosada con otros espacios provinciales, como el Frente Renovador por la Concordia de Misiones o el vecino Movimiento Popular Neuquino (MPN), que empezó un lento pero firme giro para encolumnarse detrás del gobernador electo Rolando Figueroa, hijo descarriado del partido provincial. Pensando en el Congreso que viene, el bloque Provincias Unidas seguramente ocupará un rol protagónico en el reparto de poder.
“Elegimos los representantes entre nosotros, podemos decir cómo nos vamos a parar frente al gobierno nacional”, repite el mandatario, que hizo una breve pero certera campaña a favor del corte de boleta.
Lo que se plantea JSRN es especialmente analizado al pie de la cordillera, en Bariloche, en tiempos que aumentan las expectativas por el resultado del fin de semana. Se espera que influya, tres semanas después, en el voto de la localidad más poblada de la provincia. En esa instancia pone todo su esfuerzo la gobernadora Arabela Carreras, quien logró resistir embates internos y tensionó hasta el límite de la ruptura para ser candidata única del oficialismo. La probabilidad de un triunfo es tan grande que hasta sus operadores dejaron trascender posibles acuerdos con los halcones del PRO, si Patricia Bullrich finalmente se impone a Horacio Rodríguez Larreta este fin de semana y la oposición supera a Unión por la Patria (UP).
Aníbal Tortoriello
Aníbal Tortoriello, fue candidato a gobernador de JxC en abril.
Como contó Letra P en una cobertura de la visita del alcalde porteño a la ciudad lacustre, el candidato barilochense de JxC pertenece a las denominadas "palomas". El cierre de listas fracturó al PRO, que se vio en retroceso luego de que Carlos Aristegui finalmente decidiera presentarse a través de otro sello, que se recostó en Larreta.
En el macrismo rionegrino, colisionan intereses. La primaria entre Roberto Brusa y Sergio Capozzi puso en carne viva la pelea por el capital simbólico del espacio entre el diputado Aníbal Tortoriello y el legislador provincial Juan Martín. En una reedición del histórico enfrentamiento entre Cipolletti y General Roca, se vislumbra la competencia más allá de este año. Las rispideces se acentúan por un lugar en el Senado, en 2025, lo que imaginan el punto de quiebre en la provincia.
Martín, reelecto legislador en abril, desea conducir un bloque que hoy integra en soledad pero que tendrá una docena de bancas en diciembre. Está decidido a construir su candidatura para la Cámara alta en los próximos dos años. “Quiero ser senador”, le reconoció el roquense a este medio, en plena negociación de alianzas para la competencia nacional.
Tortoriello y Cambia Río Negro
Aníbal Tortoriello, diputado nacional, empresario de Cipolletti y presidente del PRO Río Negro.
Martín es un experto de la política en la Patagonia. Cumplió funciones en el gobierno de Martín Buzzi, a quien conocía de sus años mozos en la UCeDé, y regresó a Río Negro para armar el PRO, de la mano de Emilio Monzó, uno de los socios de Bullrich este año.
Menemista confeso, admirador de Julio Argentino Roca, deberá superar al empresario cipoleño, que por descarte hizo buenas migas con Rodríguez Larreta.
En el peronismo, la misma historia
El ministro de Justicia, Martín Soria, se sentó en la mesa de la flamante conducción del Partido Justicialista (PJ) rionegrino en junio. Firmó las planillas de su candidatura e hizo como si nada hubiera sucedido en el verano, cuando encabezó el embate contra quienes tildó de “traidores” por conformar el frente Nos Une Río Negro, espacio que engrosaron Nuevo Encuentro y el Frente Renovador y se alineó con Weretilneck. Hasta se olvidó de sus dichos sobre el senador camporista Martín Doñate, a quien apuntó por esa alianza. "Es un bobo", le dijo en aquel momento.
Con las tensiones de siempre, Unión por la Patria se conformó con un Soria al tope de la boleta. Es sabido que el ministro dejó trascender que necesita de fueros para escudarse ante algún "ataque judicial" si el sector ultra de JxC se queda con el poder desde diciembre, por eso bajó el tono para consolidar el pacto pejotista.
Martín Soria Martín Soria
Martín Soria quiere volver a ser diputado nacional.
Sin importarles ese acuerdo, intendentes e intendentas del panperonismo avanzaron en la conformación de una mesa rionegrina a favor de Sergio Massa. La organizaron legisladores del FR que concretaron un bloque con representación municipal y sindical, sobre todo de la región atlántica. El plan es sencillo: sumarle al tigrense, pero dejar al libre albedrío el corte de boleta con Di Giácomo debajo del ministro de Economía.
La misma dirigencia que se acercó a Weretilneck a principios de año, dejó abierta la posibilidad de sumarle a Massa la boleta verde rionegrina. El vocero de esa movida fue Luis Albrieu, legislador e intendente electo de Villa Regina. “Soria nunca vino a Regina ni como diputado ni como ministro. Su rol fue importante para lo nacional, pero nosotros debemos pensar en lo que nos conviene a los reginenses”, se quejó, blanqueando la estrategia.
"Es la consolidación o el ocaso de Martín Soria, que vuelve a escena. Hay que entender qué estructuras se van a dinamizar y, a grandes rasgos, en términos de ciudadanía no hay expectativa ni clima electoral”, analizó el consultor rionegrino Lasse Paniceres ante la consulta de este medio.
Mientras el oficialismo nacional busca su destino en la provincia, otras fuerzas intentan dar la nota. El de mayor proyección es el espacio de Javier Milei, que a través de un acuerdo con el Partido FE logró presentar la candidatura de Lorena Villaverde. Si el voto bronca lo capitaliza el economista liberal, puede complicar las opciones de Weretilneck. En la memoria está el duro golpe de 2017, cuando decidió bajar su boleta tras las primarias en acuerdo con el entonces gobierno de Cambiemos en la Casa Rosada.