La súper rosca por la reforma constitucional construyó un escenario con ciertas novedades para el mundillo político de Santa Fe. Reuniones públicas y secretas, llamadas de negociaciones y el poroteo interminable dejaron ganadores y perdedores: sonrisas repartidas, victorias parciales y algunas derrotas. El peronismo que amaga a despertarse pese a sus internas y las repercusiones en Unidos. Todos cedieron un poco.
El ¿resurgir? de Omar Perotti y una unidad atada con alambres
El justicialismo tuvo una semana que se podría tildar de positiva. Logró sostener la precaria unidad estrenada el lunes con un comunicado firmado por los referentes de los principales espacios -a excepción de Marcelo Lewandowski- hasta el final. Todo un logro para un partido estallado. Un acuerdo atado con alambres que se sostuvo a pesar de las turbulencias y tentaciones políticas que aparecieron en el horizonte ¿Un primer paso para retomar el protagonismo? Más allá del interrogante, las diferencias internas están lejos de borrarse.
Por el hecho de contar con los votos que necesitaba el oficialismo, el sector de Omar Perotti se posicionó en el centro de la escena. Negoció a varias puntas: charlas con el pullarismo, algún contacto con el socialismo e intercambios internos. Si bien hizo su juego, no incumplió con lo firmado en el documento partidario, aunque muchos perjuraban que lo haría. Sobre el pucho metió un proyecto propio que usará para forzar algún equilibrio en el texto final y de paso metió al gobernador Maximiliano Pullaro en la discusión.
Por su parte, los senadores del PJ organizaron el encuentro del lunes y pudieron conseguir parcialmente lo que querían: sentarse en la mesa de discusión. En ese sentido, explotaron al máximo -y quizás por primera vez- el hecho de tener las riendas institucionales del peronismo. En parte, marcaron el pulso de algunas discusiones internas, se metieron por la hendija a distintas reuniones y lograron negociar acuerdos que aún no están finiquitados
El resto de las tribus justicialistas y los monobloques de las diputadas Alejandra Rodenas, Lucila De Ponti y Verónica Baro Graf quedaron eclipsados por los movimientos en el tablero político del perottismo y de los senadores, a pesar de ciertos intentos de imponer condiciones y marcarle la cancha a los otros sectores. La discusión interna seguirá la próxima semana cuando el presidente Guillermo Cornaglia convoque a un nuevo encuentro partidario que pondrá a prueba la pax alcanzada.
Pullaro va y el juego del socialismo: Unidos a pesar de todo
Maximiliano Pullarorepitió hasta el hartazgo que la reforma era un tema de la Legislatura. Sus laderos tiraron toda la carne al asador para que salga en el periodo ordinario, pero no se dio. Pensar en que es una derrota suena exagerado, sí tendrá que meterse en el barro, pedir que se trate en extraordinarias, pero a fin de cuentas el mandatario tendrá lo que quería y nadie había logrado. “A la larga nadie se va a acordar cuándo se aprobó”, analizó un operador oficialista.
Clara García
La lider del socialismo Clara García junto al gobernador Maximiliano Pullaro.
En la pública, el socialismo hizo la tarea de pelear, empujar y hasta último momento fogonear la reforma. Sin embargo, tampoco le cae mal que se trate en extraordinarias. Tras haber cedido el lunes y firmar el comunicado, aguardaron con paciencia que el devenir de los hechos los beneficien de alguna manera. Durante la discusión hablaron de “los tiempos” y de “no apurarse”. En parte algo de eso terminó ocurriendo.
Paralelamente, el trajín dejó entrever ciertos matices al interior de Unidos y del radicalismo. Mientras que en Diputados el bloque UCR arrimaba un all in a que lograban sacar la reforma, en el Senado circulaban frases con más cautela respecto al resultado final. A pesar de eso, la coalición logró gambetear la interna y encauzó a su tropa. Ahora resta saber de qué manera se le pedirá a Pullaro que incluya en extraordinarias la intención de reformar la Carta Magna.
Granata afuera de la rosca
Amalia Granata no participó de las negociaciones y su bloque no tuvo gravitación política. A diferencia de lo que venía ocurriendo, la diputada celeste no logró reeditar el protagonismo que tuvo en las anteriores discusiones. En las redes sociales y en lo mediático pisó fuerte, lanzó declaraciones estruendosas y prendió el ventilador de acusaciones para el oficialismo y el peronismo por igual.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://twitter.com/AmelieGranata/status/1861782108693250087&partner=&hide_thread=false
Mientras hace las paces con Javier Milei, la rosarina profundiza su estrategia de ser la opositora que va contra todo. Sin embargo, esta vez no logró permear y quedó fuera de la mesa chica que condujo las riendas de la semana política.