Patricia Bullrich no es profeta en La Pampa: el desbande que se huele en otros puntos del país quedó muy al desnudo en la provincia donde el peronismo gobierna invicto desde el regreso de la democracia. A las habas que se cuecen en silencio y a las operaciones que se sacuden bajo la alfombra, se suman en el territorio concretas manifestaciones de rebelión contra el voto a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio.
La coalición opositora se dobla y se rompe, sobre todo, porque sectores del radicalismo no se tragan el sapo y no están para nada dispuestos a subirse a la Patoneta. Como a la vuelta del 22O asoma la posibilidad de una segunda vuelta entre Javier Milei y Sergio Massa hay actores de la oposición que empiezan a coquetear con el peronismo, no tan a disgusto con la idea de un gobierno de “unidad nacional” que pregona el aspirante oficialista.
Esta semana hubo un par de manifestaciones contundentes de ese desbande: Franja Morada y dirigentes de peso en JxC tomaron distancia.
Intendencias que se despegan
La candidatura de Bullrich es más difícil de sostener en territorios donde el peronismo es el que manda, como La Pampa. Las intendencias donde mandan figuras de Juntos por el Cambio observan el panorama nacional con inquietud y saben que si les toca gestionar necesitarán de alguna contención.
La relación de las autoridades comunales con el reelecto gobernador peronista Sergio Ziliotto ha sido decorosa y por lo menos aceptable, según describen las partes. Frente a lo que viene, ya hay radicales que prefieren abrigarse en el calorcito del poder local antes que embanderarse con Bullrich, sobre todo porque ella nunca les colmó el paladar. No por nada la mayoría de las jefaturas locales de la oposición bancó la reforma de la coparticipación que Ziliotto logra convertir en ley en estos días.
Una cumbre de gobernantes locales de JxC gambeteó un apoyo concreto a Bullrich. Más de 20 intendentes en funciones se reunieron el 10 de septiembre y evitaron el respaldo formal con la excusa de que se habían reunido a hablar de asuntos de las gestiones de sus pueblos y ciudades. Ante algunas presiones, días después hubo otra foto y un documento para decir que votaban a la jefa del PRO, pero en un tono poco convencido.
Esta semana, el victoriquense Hugo Kenny fue muy transparente. En un acto de entrega de viviendas en la localidad oesteña pareció directamente jugarse por el candidato a diputado del peronismo, Ariel Rauschenebrger. El dirigente radical lo elogió a destajo en su discurso: "En un tiempo donde seguramente faltan definiciones, que se darán en no muchos días a través de un acto eleccionario, quiero desearte Ariel todo el éxito en lo que emprendés, porque la gente vota a las buenas personas y eso te caracteriza”.
Kenny siempre tuvo vaivenes con el PJ pampeano: desde la oposición, a veces aceitó contactos y armó en su territorio una "unión vecinal" que contuvo a dirigentes que salían heridos del peronismo. Siempre hubo puentes tendidos. Esta vez, insistió: “La gente empieza a votar en función de las personas y no tanto de las estructuras partidarias; por eso vayamos a votar sin ese sentimiento de bronca, que no está bueno. Hay que votar con sapiencia, votemos a conciencia porque estamos eligiendo el futuro del país”.
Kenny es parte del trío de intendencias poderosas, todas reelectas, que ahora tiene la oposición: Mónica Curutchet, en la norteña Eduardo Castex; y Abel Sabarots, en la sureña General Acha, son referencias centrales para la UCR que vendrá. Coinciden en señalar su buena relación con Ziliotto y en tomar distancia con las propuestas de ultraderecha. Sabarots ya anticipó de qué lado estará si hay una segunda vuelta: “Milei sería catastrófico para la sociedad argentina”.
Franja Morada, al rojo vivo
En otro ámbito, Franja Morada, la agrupación universitaria de la UCR salió directamente a trabajar a contramano de la candidatura de Bullrich, con los tapones de punta contra la postulante, acusándola de atacar a la universidad pública.
El vocero del espacio, Román Escobedo, comunicó públicamente la decisión del sector: “Sale un dirigente del radicalismo a decir que la totalidad del radicalismo apoya a Patricia Bullrich, pero eso no es cierto, porque nosotros no estuvimos en los ámbitos de discusión donde eso se dirimió. Nosotros expresamos nuestra postura y entendemos que Patricia Bullrich no representa un solo valor del radicalismo y que el radicalismo debe volver a sus bases".
El secretario de Prensa agregó: "Ella (Bullrich) atentó y fue en contra de la Universidad Pública de La Pampa. No tenemos que olvidarlo. El radicalismo no debe ser rehén de eso”.
Antes de la PASO, en afán de cuestionar las políticas educativas, Bullrich dijo que las universidades no funcionaban y sobre todo hizo hincapié en que no se recibe la necesaria cantidad de personas. Puso como ejemplo a la Universidad de La Pampa, pero usó números falsos. El tiró le salió por la culata y el secretario de Políticas Universitarias de la Nación, el pampeano Oscar Alpa, la dejó en evidencia.
En La Pampa, las principales estructuras de Juntos por el Cambio quedaron renegadas después de las PASO: la principal dirigencia del PRO jugó con Horacio Rodríguez Larreta. El diputado Martín Maquieyra fue el principal herido de la contienda: no puso el cuerpo en candidaturas provinciales convencido de que tendría palenque donde rascarse con Horacio Presidente, pero el error de cálculo lo dejó pedaleando en el aire.
Los líderes de la UCR miran de lejos la campaña: Martín Berhongaray, alineado con Martín Lousteau y último candidato a gobernador con destacable desempeño, quedó enojadísimo con Bullrich porque no le permitió ser el postulante del consenso con las dos boletas presidenciales. Baja línea a sus seguidores con una frase: "En una segunda vuelta, ni en pedo voto a Milei”. Francisco Torroba creció políticamente con un posicionamiento contra la mano dura y siempre fue un cultor de los consensos y la “unidad nacional”. El senador Daniel Kroneberger hará lo que mande su jefe, Gerardo Morales. El exsenador Juan Carlos Marino juega al misterio, pero no escondió su encuentro con un radical compañero como Nito Artaza.
Aunque en la provincia las PASO dibujó un escenario en tercios, el espacio de JxC en La Pampa está algo deshilachado: el candidato a la Cámara de Diputados del espacio es Martín Ardohain, que en febrero había perdido una interna por la intendencia de Santa Rosa. Lo salva que La Libertad Avanza no llegó a presentar candidaturas para el Congreso porque el partido quedó flojo de papeles: ese escenario garantiza que Unión por la Patria y JxC se quedarán con un escaño cada uno.