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Radicales violetas resisten: Rodrigo De Loredo se impuso a Manes y el bloque UCR quedó cerca de la fractura

Reunión caliente en la cámara baja. El quinteto converso tuvo el respaldo del cordobés y no alcanzaron los votos para echarlos. Evolución, en minoría.

El quinteto libertario fue completan Pablo Cervi y Martín Arjol y Luis Picat se conectó por Zoom. No participó el correntino Federico Tournier, quien no tiene origen en la UCR y tambié fue a ver a Milei a Olivos. Los violetas encontraron complicidad de la mayoría de sus correligionarios y por eso no deberán armar un bloque propio, pese a que la convención nacional del partido suspendió sus afiliaciones. Cómo parte de ese acuerdo, De Loredo fue ratificado como jefe de bloque, con una mayoría que lo protegió.

La reunión comenzó a las 18 y pronto se escucharon gritos de Pablo Juliano, uno de los que pide la expulsión de los radicales que ayudaron a Milei y la elección de nuevas autoridades de bancada. Sumaron 11 votos de los 33 miembros y quedaron en minoría.

La revuelta fue encabezada entre otros por Facundo Manes, cuyo hermano Gastón preside la convención. El neurólogo otra vez faltó a la reunión de bloque y operó desde las sombras, a través de Juliano. Completó el bando rebelde el sector de Evolución, referenciado por Martín Lousteau. Cuando no pudieron imponerse para echar a los violetas elegir autoridades se fueron y será difícil que puedan volver a convivir con el resto de la bancada.

La pelea de la UCR

La reunión comenzó a irse de cauce a poco de empezar, cuando los rebeldes pidieron cambios y “no darle el bloque a Milei”. Sin vueltas, pidieron relevar de la conducción a De Loredo y a Karina Banfi. “Además de no conducir en la práctica, desoyen las decisiones del partido nacional", planteó Fernando Carbajal, uno de los díscolos que abandonó la reunión. Banfi lo desafió a dejar el bloque si no estaba conforme.

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Arjol fue el primer violeta en desafiarlo: "De acá no nos vamos, porque el radicalismo tiene que ser parte del cambio de la argentina", respondió el misionero, quien hasta exhibió un audio de Gastón Manes apretando a dirigentes de Misiones para echarlo del partido, en el que ponía como excusa la interna bonaerense de su hermano.

Los violetas, además, recordaron una a una las votaciones en las que sus detractores se apartaron de la decisión del bloque y hasta enviaron una nota a las autoridades para detallarlas. "Es cierto, pero la reforma previsonal es un proyecto nuestro", le respondieron desde el sector rebelde.

De Loredo y Banfi llegaron dispuestos a resistir con una propuesta: retornar a la vieja costumbre de definir con una votación interna en el bloque cada proyecto, para que luego no haya divisiones en el recinto.

La ideo no agradó a los díscolos, pero tampoco a neutrales como Julio Cobos y Roberto Sánchez, aunque tratarán de aplicarla. Banfi fue la más enfática en evitar sanciones y tuvo un fuerte cruce con Danya Tavela, cercana a Lousteau, quien se fue antes molesta por la insistencia en aplicar la disciplina partidaria para cada tema.

La tensión creció cuando De Loredo apuró los trámites para irse, con la excusa de que tenía que tomar el vuelo de retorno a Córdoba. Siguió el resto del encuentro por Zoom, con la certeza de tener una mayoría que no pidiera por su cabeza. Entres sus respaldos está el de Lisandro Nieri y Pamela Verasay, leales al gobernador Alfredo Cornejo.

Durante la reunión, Campero y Picat recordaron que ganaron sus bancas en la lista de Patricia Bullrich y Luis Petri y por lo tanto debían rendirle cuentas. El tucumano ni siquiera ocultó que se iba a Olivos y hasta se animó a provocar.

La división

La reunión finalizó con una decena de adherentes a De Loredo, como Banfi y Soledad Carrizo, convertidos en el núcleo duro de la bancada, que estará dividida en dos facciones claras, con matices internos.

Una será oposición al Gobierno, si es necesario, con eventuales alianzas con el kirchnerismo; y la restante tendrá una crítica mesurada, con ánimos de colaborar. Los libertarios se alinearán a este último grupo y serán nexos naturales con la Casa Rosada.

Los doce rebeldes tienen a figuras como Manes, Juliano, Carbajal, la pampeana Marcela Coli, el correntino Manuel Aguirre -enfrentado a su gobernador- y la dupla jujeña Jorge Rizzotti y Natalia Sarapura, quien de todos modos no adhirió al pedido de sanción a los violetas. Sí se sumó el trío que sigue firme en Evolución: Tavela, Carla Carrizo y Mariela Coletta.

De Loredo, que abandonó ese espacio este año, logró que se fueran con él Gabriela Brouwer de Koning y Martín Tetaz, decisivos para su continuidad.

Por la noche, el cordobés difundió un comunicado, en el que informaron que el bloque decidió trabajar "sin excluir a nadie, más allá de las decisiones externas a este cuerpo que pretenden traspasar la competencia", en alusión a la convención nacional.

Anunciaron que tomarán decisiones "por mayoría", una modalidad que no fue aceptada por los díscolos. En su cuenta X, Tavela no se las dejó pasar. "Felicitaciones ! Ahora a explicarlo a los jubilados ! A docentes, no docentes y estudiantes y a los gobernadores que tienen que hacer el ajuste! Y nada del relato K populista o el destituyente!!!!"

Los violetas, la llave

La novedad es que la mayoría del bloque UCR quedará sostenida por el quinteto libertario, los representantes de los gobernadores y las actuales autoridades del bloque. Si este grupo se resquebraja, pasarán al frente los rebeldes. Por eso nadie quiere irse primero.

El sector violeta, como explicó Letra P, tiende a ampliarse. Por caso, el catamarqueño Francisco Monti reveló que coordinará con ellos, al igual que la santacruceña Roxana Reyes. Monti fue de los más duros contra Lousteau. Carrizo también estaba en la lista de la Casa Rosada, pero prefirió no ir.

La posibilidad de que estos sectores conjuguen una estrategia común antes de una sesión parece nula, aunque mientras el bloque no se fracture, seguirán siendo en los hechos compañeros. No evitará que voten divididos, como en el veto de la reforma previsional. De Loredo acordó que al menos se juegue con las abstenciones.

El próximo tema que podría fracturarlos es el veto a la ley de presupuesto universitario. Los violetas lo van a avalar y militarán para que no quedarse solos en el bloque. Es la pelea que se viene.

Rodrigo de Loredo, jefe del bloque radical en la Cámara de Diputados.
Mariano Campero, el diputado de la UCR que apoya a Javier Milei. 

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