Pese a que la Convención Nacional los suspendió como afiliados, mientras dure una investigación del Comité de Ética, los cinco diputados de la UCR que votaron con el Gobierno para avalar el veto a la reforma previsional darán pelea: este martes participarán de la reunión de bloque y luego se irán a cenar con Javier Milei.
Esa es la agenda que tienen Mariano Campero, Martín Arjol, Pablo Cervi, Luis Picat y Federico Tournier, quienes la semana pasada se convirtieron en los "radicales violetas", luego de reunirse con Milei y votar con La Libertad Avanza (LLA) para que no haya aumento en las jubilaciones. Tournier, en realidad, no está afiliado a la UCR, por lo que evitó la sanción partidaria.
Los cinco conversos tienen decidido quedarse en la bancada y así lo plantearán ante sus pares, en la reunión que está prevista a las 18. Luego, al menos tres asistirán a la cena que Milei preparó en Olivos para los 87 miembros de la cámara baja que le permitieron sostener el veto a la reforma previsional. Es el número mágico que bloquea los dos tercios y le permite enterrar otras leyes que impliquen gasto fiscal, como la de presupuesto universitario.
En el bloque conducido por Rodrigo De Loredo, hay una feroz interna respecto a la continuidad de los violetas, quienes están decididos a ir a dar la discusión. Algunos de ellos, inclusive, podrían faltar a Olivos para agotar la discusión con sus correligionarios.
Los radicales de Javier Milei
El destino de los radicales libertarios es incierto, porque en el bloque no hay número para echarlos. La semana pasada se presentó una nota con 11 firmas para pedir que sean apartados, pero como son 33 miembros, faltarían seis para dejarlos en minoría.
De Loredo y su segunda, Karina Banfi, no están de acuerdo con la expulsión y este lunes se sumó a esa posición Pamela Versay, quien responde al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.
"La decisión tomada por la mesa directiva de la Convención Nacional es inédita, de una gran irresponsabilidad y parcialidad selectiva. No es la primera vez que miembros del Bloque votan de manera diferente", respaldó a sus dirigidos De Loredo.
Verasay no se quedó atrás. "Presidir la Unión Cívica Radical debería tratarse de escuchar la voluntad de la sociedad, construir consensos y comprender realidades territoriales, no utilizar una conducción transitoria y débil para imponer un pensamiento disfrazado de verdad absoluta", le dedicó la diputada al titular del Comité, Martín Lousteau.
Cornejo fue más duro. "La política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional. Esta decisión está mal. Le pido a las autoridades del partido que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción".
Sin votos para la expulsión
El formoseño Fernando Carbajal es el diputado más decidido a avanzar con la expulsión de los radicales violetas, pero hasta ahora sólo lo acompañan sus pares que reportan a Lousteau y el grupo rebelde que lidera Facundo Manes. Necesita del apoyo de las autoridades de bancada, los referentes de provincias que gobiernan como Mendoza y Santa Fe.
Adhirieron a la nota para echar a los conversos el correntino Manuel Aguirre y el chaqueño Juan Carlos Polini, porque no son cercanos a los mandatarios Gustavo Valdés y Leandro Zdero. El otro representante de Chaco, Gerardo Cipolini, ayudó con su ausencia a sostener el veto a la reforma previsional, igual que la santacruceña Roxana Reyes.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/alfredocornejo/status/1835812254597459987&partner=&hide_thread=false
El grupo violeta tiene otros adherentes, entre los que se cuenta al catamarqueño Francisco Monti y, de perfil bajo, la cordobesa Soledad Carrizo, quien también salió al cruce en las redes de la sanción del Comité. Cornejo está dispuesto a frenar esa embestida, con Verasay y Lisandro Nieri como voces en el bloque. En la UCR creen que hasta podría suspenderse la reunión para evitar una discusión de final incierto en el Congreso. "Es importante que no haya objetos contundentes", bromeaba un reconocido asesor de la bancada este lunes.
La suspensión
La suspensión del cuarteto radical fue dispuesta por la mesa directiva de la Convención Nacional, liderada por Gastón Manes -hermano del diputado- y Hernán Rossi. La votación fue 11 a 1 y el único rechazo fue el del mendocino Andrés Lombardi, cercano a Cornejo.
“Al tratarse el veto presidencial, cuatro diputados nacionales afiliados a la Unión Cívica Radical e integrantes de nuestro bloque se apartaron de lo que ellos mismos habían sostenido en la primera votación y acompañaron el veto presidencial, incurriendo en una grave inconducta partidaria y generando un grave daño a la credibilidad y honor de nuestro partido", señala la resolución de la Convención.
"Aún más graves -prosigue- fueron los argumentos esgrimidos durante la sesión y en los medios de comunicación, en el sentido de que se habían equivocado en los cálculos, y que su brusco cambio de opinión se fundaba en la necesidad de garantizar el equilibrio fiscal”.
Los diputados deberán declarar ante el Tribunal de Ética del partido, que integran Alicia Tate (Santa Fe), Juan Pedro Tunessi (Buenos Aires) y Ricardo Barrios Arrechea (Misiones), quienes definirán si pueden permanecer como afiliados. Aún así, quieren seguir en el bloque radical.