En su único discurso como jefe del bloque de La Libertad Avanza (LLA) durante el debate de la ley ómnibus, Oscar Zago contó un poco quién era: miró de frente a Leopoldo Moreau y se lamentó de haberlo ayudado con fiscales en la campaña presidencial de 2003, cuando el diputado de Unión por la Patria (UP) obtuvo poco más de un punto.
Como Moreau, Zago militaba en la Unión Cívica Radical (UCR). Se movía en la Ciudad de Buenos Aires como parte de la fuerza de choque de los históricos líderes del partido centenario.
Su último padrino fue Daniel Angelici, con quien se distanció poco después de pasarse a las filas del PRO, en 2009, cuando fue reelegido como legislador, banca que había alcanzado en 2005 por el partido centenario. Eran tiempos en que el partido amarillo dominaba la escena política porteña. Angelici y Zago tomaron caminos distintos.
Zago compartió la Legislatura porteña con Cristian Ritondo y se convirtió en uno de sus principales aliados en el bloque PRO, que ya por entonces no escatimaba en internas. Su lealtad le permitió recalar como Defensor del Pueblo adjunto en 2014, donde permaneció hasta 2019. En estos meses, Ritondo fue su guía en el Congreso, pero no logró sostenerlo.
Caído en desgracia, nadie quiere adjudicarse la llegada de Zago a La Libertad Avanza, aunque hay un enlace con Javier Milei que tal vez sea parte de su disputa con Karina Milei: el expresidente Mauricio Macri.
Cuando dejó la presidencia, el magnate tuvo a Zago como uno de sus aliados predilectos en la disputa que libró con Jorge Ameal y Juan Román Riquelme en la interna de Boca Juniors. Quien lo acercó a ese mundo fue Andrés Ibarra, el derrotado candidato presidencial del club xeneize.
Zago armó una agrupación junto a Julio Goldenstein y al ahora legislador porteño Edgardo Alifranco, quien en 2021 le ofreció a Milei justo lo que necesitaba: un partido político, el Movimiento de Integración y Desarrollo, el MID.
El sello histórico de Rogelio Frigerio quedó en manos de este trío y, como tantos otros, se ofreció al mejor postor. Fuentes de LLA aseguran que Alifranco fue el enlace con Ramiro Marra, quien necesitaba conseguir partidos en tiempo récord para que Milei fuera candidato a diputado. Lo consiguió.
Zago cobró su partido a precio de mercado: con una banca en la Legislatura, donde logró hacer buenas migas con Marra, suficiente para ganarse el recelo de Karina Milei.
Es un puntero
La elección de Zago como jefe del bloque fue tan desordenada como su salida: ni siquiera hay registro de una votación en la que haya sido consagrado, tal vez porque desde el minuto cero fue resistido por buena parte del bloque que este martes lo desplazó.
Nadie se conocía bien y sembrar confianza no es una tarea en la que Zago tuviera experiencia. “Él funciona como puntero. Te obliga a seguirlo a la fuerza y si le discutís, se enoja”, lo describe uno de sus exdirigidos, que presionó para que fuera reemplazado.
La misma fuente cuenta que su perfil de “tipo duro” le permitió ganar terreno en lugares ásperos como el Mercado Central, donde conoce cada refugio y organizó una caminata con Milei. Hay versiones de que tendría algunos emprendimientos particulares que le habrían permitido no vivir de la política.
Karina no se la hizo fácil jamás. Durante la campaña, boicoteó cada intento de Zago de reunir postulantes al Congreso para orientarlos. En septiembre, la secretaria general desactivó una cumbre con ese objetivo y armó otra con los referentes locales de LLA. Fue el principio de una disputa que tuvo su clímax este miércoles.
La salida
Milei siempre lo bancó a Zago. De hecho, en noviembre, cuando en una reunión en el Hotel Libertador se complicaba la elección de jefe de bloque, el entonces legislador mostró un mensaje del economista para imponerse. Tal era el descontento, que nunca fue votado ni oficializado en el cargo.
Hace 20 días, Zago sacó pecho tras haber resistido una rebelión interna, en una reunión de bloque que duró cuatro horas. Otra vez, la resolvió con dos mensajes de Milei, en este caso enviados a diputadas que estaban en duda.
Es una dinámica habitual en La Libertad Avanza: Karina avanza sin preguntarle al hermano, que la respalda o finge demencia. Rara vez la desautoriza.
Los mensajes fallidos
Para evitar este final, el sábado Zago intercambió un mensaje con Milei. Recibió una venia para sus candidatos a autoridades de las comisiones. Marcela Pagano, a la Comisión de Juicio Político. Estaba en la nómina y la propia periodista habló con el economista.
Karina, una vez más, logró desautorizar a su hermano y se salió con la suya. Zago supo que su final estaba escrito y decidió no dar pelea en la reunión de bloque convocada por sus díscolos.
“A mí sólo me pueden seguir Cecilia Ibañez y Eduardo Falcone, que llegaron por el MID. Los demás no quieren internas”, se resignó. Fueron los únicos ausentes en la reunión, junto a Pagano. Rocío Bonacci, de Unite, que se abstuvo de votar a Gabriel Bornoroni como jefe de bloque, no tiene previsto irse, por ahora. El resto claudicó.