ELECCIONES 2025 | EL MAPA FEDERAL

Qué se elige y qué se juega en Ciudad de Buenos Aires: laboratorio de la derecha y dilema peronista

El escenario porteño como vidriera nacional. Frentes amplios o fragmentación. Tercios y centrismo incipiente. El futuro de Jorge Macri.

En 2025, la Ciudad de Buenos Aires renovará la mitad de las bancas de la Legislatura, en un momento crucial para Jorge Macri. Sin embargo, las miradas estarán puestas en cómo se resuelve la convivencia entre macristas y libertarios, que definirá también el ordenamiento nacional.

Esta nota forma parte de una producción especial de Letra P pensada para confeccionar el mapa federal de los comicios de medio término, bajo la premisa de que cada provincia es un mundo y de que en cada distrito el tablero político cobra una fisonomía particular que desarma el esquema de fuerzas de la política nacional.

El oficialismo (PRO)

La interna de 2023 entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, en la que se midieron para ser herederos nacionales de Mauricio Macri, pero que terminó con el triunfo libertario, hizo volar por los aires la cohesión interna del macrismo. En ese escenario, Jorge Macri, el garante del último bastión puro amarillo, deberá apelar al ingenio y a su cintura política en el año electoral que se precipita.

Sin candidatos con peso específico a la vista, el jefe de Gobierno porteño deberá encarar una elección en la que se ponen en juego tres bancas del Senado, 13 de Diputados y la mitad de las 60 butacas de la Legislatura porteña, un ámbito donde los amarillos tienen muy comprometida la mayoría automática que ostentan desde hace año.

Sin embargo, en las usinas amarillas también se especula con el regreso de Diego Santilli a los pagos porteños, aunque es una posibilidad bastante lejana por la velocidad a la que el dirigente se está mimetizando con el mundo libertario. En la Casa Rosada lo sondean como aspirante bonaerense.

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Diego Santilli y Cristian Ritondo

Diego Santilli y Cristian Ritondo

La Libertad Avanza

El polo opuesto del mismo desafío es el capítulo porteño de La Libertad Avanza, que conduce Pilar Ramírez. La tropa de Javier Milei está ceñida al debate de concretar o no un acuerdo sistémico con el macrismo, que si bien tendría en la Ciudad de Buenos Aires uno de sus principales epicentros, se definirá a nivel nacional.

Por las dudas, agitan el juego de la diferenciación de la gestión Macri, importando a la Ciudad la agenda nacional de ajuste y austeridad, pero también de reforma electoral. Al igual que el macrismo, a primera vista, los libertarios adolecen de nombres de peso para encabezar las boletas, pero se especula con que figuras nacionales podrían “bajar” al distrito para jugar en la categoría senadores.

Entre ellos se menciona al vocero presidencial Manuel Adorni, pero también a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La candidatura de la ex-Pro, que provocaría una ruptura total con el oficialismo porteño -y en particular con Macri-, por ahora es lejana ya que la propia funcionaria se encargó personalmente de aclarar que no tiene intenciones de ser candidata.

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Además de la definición de nombres, LLA deberá resolver también qué nivel de articulación tendrán con el grupo de legisladores disidentes, encabezados por Ramiro Marra, que se alejó del bloque porteño por diferencias con Karina Milei. Si se lanzan a jugar por afuera del PRO y los libertarios, podrían ser una alternativa -aunque marginal- que le reste algunos puntos clave a esos espacios.

El dilema del peronismo porteño

La disyuntiva sobre si hay que recostarse sobre un armado frentista o fortalecer la identidad propia no le es ajena al vapuleado peronismo. En una parada en la que pone en juego 13 bancas en la Legislatura, una senaduría y tres diputaciones en el Congreso, también empezará a esbozarse cuál será la estrategia electoral para esta nueva etapa.

Entre los que deben renovar sus bancas están justamente los dos dirigentes que caminan la Ciudad y expresan una y otra alternativa: el senador Mariano Recalde y el diputado Leandro Santoro.

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Mariano Recalde (Foto: Pablo Cuarterolo)

Mariano Recalde (Foto: Pablo Cuarterolo)

Tras ser reelecto al frente del Partido Justicialista metropolitano, el dirigente de La Cámpora retomó una agenda de actividades para reactivar la vida interna partidaria y debatir entre la militancia una hoja de ruta del partido de cara a 2025. En este sector están convencidos de que la experiencia del Frente de Todos primero y de Unión por la Patria después desperfilaron el proyecto que encarna Cristina Fernández de Kirchner.

“No se trata de cerrar el espacio, sino de que no vuelva a repetirse que el kirchnerismo pone los votos, pero no conduce y se licúa nuestra identidad”, precisan en este campamento.

En el sector de Santoro, que es respaldado por Juan Manuel Olmos y Matías Lammens, tiene una visión distinta, casi antagónica. Producto de la fragmentación de lo que supo ser Juntos por el Cambios, que se hace palpable tanto en la Legislatura porteña como en el Congreso, abren la puerta a construir una nueva mayoría porteña sumando al radicalismo y a otros espacios. Según esta tesis, la irrupción de los libertarios y la caída en desgracia del oficialismo local harán competitiva a una alternativa progresista.

Un centro desdibujado

El escenario porteño marcado entonces por lo que aparentan ser tercios sólidos, deja poco espacio para alternativas centristas. Sin embargo, hay algunos amagues en ese sentido. La aparición de Miguel Ángel Pichetto en la Ciudad abrió especulaciones sobre su eventual postulación para salir de la cámara baja y volver a ser senador.

Ese movimiento está empujado por el exgobernador cordobés Juan Schiaretti, quien también coquetea con la idea de sumar a Horacio Rodríguez Larreta y sectores del radicalismo, lo que pondría en crisis la apuesta frentista que insinúan en un sector del peronismo.

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