Al puntano le reprochan su vínculo con Villarruel. La Casa Rosada promueve a Juez, pero no tiene los votos. Pagotto, otra opción. Gestión Caputo. UP, decisivo.
Bartolomé Abdala con el jefe de bloque, Ezequiel Atauche.
En febrero, el Senado elegirá autoridades. Javier Milei prepara una embestida contra Victoria Villarruel y una posible víctima es el presidente provisional, Bartolomé Abdala, quien busca ser reelecto, pero es resistido por su cercanía a la vicepresidenta. Aun así, el puntano confía en mantener su lugar con ayuda de Lule Menem y favorecido por las dificultades para elegir un eventual sucesor.
La votación no será fácil: si se excluye de las negociaciones a Unión por la Patria (UP), el resto del recinto sólo puede alcanzar el cuórum con unanimidad. Cualquier rosca para reemplazar a Abdala estará atada con pinzas y el peronismo puede ser decisivo. Milei quiere a Luis Juez, quien se iría del PRO. De no haber consenso, la única figura oficialista que se menciona es el riojano Juan Carlos Pagotto.
Lule es el operador full time de Karina Milei y tiene a cargo los armados territoriales de La Libertad Avanza (LLA). Conoce a Abdala de otros tiempos y es su principal sostén en la Casa Rosada, donde no le perdonan al senador haber defendido públicamente tener empleados radicados en San Luis.
Quizá más que ese sincericidio, en el gobierno no digieren la sociedad política de Abdala con Villarruel, gestada hace un año, cuando se eligió la presidencia provisional. El acuerdo no se quebró en 2024 y dejó varias postales, como la visita de la vice a San Luis para reunirse con dirigentes del PJ local, liderados por Adolfo Rodríguez Saá. El senador fue el organizador.
La única tensión entre ambos fue luego del escarnio público que sufrió Abdala por defender su planta de empleados. Villarruel lo protegió, pero no le perdona que en esos días haya ido a la Casa Rosada a pedir ayuda.
Aun así, el vínculo político no se rompió y es clave para la vice, porque el presidente provisional es ni más ni menos quien controla la sesión en su ausencia. No se imagina en su lugar a un enviado de los Milei.
Abdala repite que está decidido a seguir en su cargo y que no hay hostilidad en la Casa Rosada. “Sólo podemos decir que tenemos buen diálogo con todos, incluso con Karina”, respondió un vocero del puntano a Letra P.
Este fin de semana, el senador tuvo que salir a cuestionar el aumento en las dietas del Senado que regirá desde febrero si no se extiende el congelamiento, votado en agosto. Villarruel intentó que fuera prorrogado durante la última sesión, pero no tuvo respaldo de ninguna bancada.
Abdala quedó entre la espada y la pared: si da la batalla por las dietas, se pone en contra de Unión por la Patria, que puede ayudarlo a obtener su reelección. Hace un año, el peronismo basó su apoyo en la tradición de darle ese cargo a un oficialista.
Si sostiene ese concepto, UP no votaría propuestas que surjan de la Casa Rosada para cambiar a Abdala por figuras de otras bancadas.
Hay dos alternativas que se escuchan en el Senado. La principal, como explicó Letra P, es Juez, quien podría abandonar el PRO y convertirse en un aliado de La Libertad Avanza en Córdoba sin pedir nada a cambio. Milei le ofrecería la línea sucesoria, pero necesita que lo vote la oposición.
Santiago Caputo no se quiere quedar fuera y negicia por alguien del bloque que apadrinó, Provincias Unidas, que perdió un integrante con la expulsión de Edgardo Kueider. El jefe de la bancada es Carlos Espínola, quien busca una alianza con LLA en Corrientes. Un referente y nexo con Villarruel es el salteño Juan Carlos Romero, quien niega gestiones para reemplazar a Abdala.
Como en última instancia para elegir la presidencia provisional se necesita la mayoría del recinto, Abdala confía en que UP pida no innovar y a Milei no le quede otra opción que sostenerlo.
Si sólo pasa el filtro opositor un oficialista, la otra opción para la Rosada es el riojano Pagotto, cercano a Eduardo Menem, padre del diputado Martín, otro asesor de Karina Milei. El único obstáculo del senador para recibir el apoyo de UP es la resistencia de organismos de derechos humanos, que le reprochan haber ejercido la defensa de represores en causas por delitos de lesa humanidad.
Abdala mantiene una esperanza en ser la única opción para el cargo que ya ocupa pero recibe mensajes desconcertantes desde la Casa Rosada, donde propiciaron embestidas en medios afines por no salir al frente a pedir que bajen las dietas.
Uno de los que salió a pegarle fue el diputado libertario Carlos D’Alessandro, quien tiene línea directa con su colega Menem. Lule, en cambio, mantiene un vínculo con Abdala y hasta se había embarcado en su proyecto para ser gobernador en 2027.
Fuentes de la Rosada aseguran que Lule empezó a soltarle la mano al senador y lo manda a hablar con su secretario. “El problema de Bartolo es que no se despega de Villarruel. No sé qué acuerdo tiene, pero es difícil que así lo banquen”, señalaron a Letra P.
Claro que si Abdala es el único oficialista capaz de tener los votos para ser elegido presidente provisional, tal vez los Milei no tengan otra alternativa que ceder. Quedan dos meses de negociación. Es mucho.