“Estamos quietos, hay que esperar que esto se calme”, es la respuesta de los voceros de Bartolomé Abdala, el presidente provisional del Senado que cometió un sincericidio este miércoles, cuando en televisión dijo sin vueltas que tenía 20 asesores y los usaba para su prematura campaña a gobernador de San Luis.
Abdala, que en los papeles ocupa el tercer lugar en la línea sucesoria del país, se refugió en su provincia y evalúa si hacer o no un descargo público la semana próxima.
Para no quedar aislado, busca la protección de Victoria Villarruel, con quien mantiene buen diálogo y busca un acuerdo político para 2025. La vice no lo considera un aliado raso, pero tampoco le saldrá al cruce.
Paoltroni
Francisco Paoltroni en el Senado
El siguiente fue el 2 de mayo, cuando Villarruel fue a San Luis a participar de la fiesta de Cristo de Renca, donde fue declarada “Huésped de honor” por el gobernador Claudio Poggi.
Ese día, Abdala agasajó a Villarruel con una cena en la casa de Adolfo Rodríguez Saá, a quien el senador busca acercar a La Libertad Avanza. La moneda de cambio sería la candidatura a diputada nacional de Gisela Vartalitis, la esposa del exgobernador, quien en 2023 apoyó a Poggi.
Bartolomé Abdala, en silencio
Abdala tiene un largo recorrido en la política puntana. Aún es afiliado del PRO, que preside Gabriela González Riollo, de dónde podría ser expulsado en los próximos días.
En La Libertad Avanza, el senador tuvo la habilidad de moverse como pez en el agua en la interna del binomio presidencial. Si bien el nexo con el Gobierno es el jefe de bloque, Ezequiel Atauche, el viernes de la semana pasada Abdala también fue invitado a la Casa Rosada para participar de la reunión con el bloque PRO de Diputados. Después llegó el furcio televisivo y nada será igual.
Asesorado por el Gobierno, Abdala se refugió en San Luis y recién volverá para la sesión prevista para el jueves próximo. En su entorno no descartan “movimientos” o “anuncios”, pero no dan precisiones.
En el bloque tampoco tienen línea de cómo seguir, pero no imaginan una expulsión. Abdala no es la única representación puntana de La Libertad Avanza: comparte bloque con Ivana Arrascaeta, quien tiene peso por ser además la esposa del secretario parlamentario de la bancada, Rodolfo Negri.
Como en cada provincia, en San Luis hay una disputa por el sello de La Libertad Avanza y, como explicó Letra P, Abdala ganaba terreno junto al diputado Carlos González D’Alessandro. El escándalo de los asesores, de mínima, podría obligarla a Karina Milei a revisar sus planes. Hay quienes creen que su fallido televisivo fue instigado por la secretaria general para marginarlo.
Algunos referentes del bloque oficialista del Senado consideran que en la Casa Rosada le picaron el boleto a Abdala. Toman como dato el destrato de Alejandro Fantino, uno de los periodistas más cercanos a Milei.
Villarruel, en silencio
Si bien por ahora está descartada la expulsión, que dejaría al bloque sin otro voto luego de la salida de Paoltroni, Abdala tendrá el difícil desafío de ser reelegido como presidente provisional. Tiene tiempo para recuperarse: el cargo recién se valida el último viernes de febrero.
El problema de una salida de Abdala de la línea sucesoria es que no es fácil conseguirle un reemplazo. El único que disputó ese lugar en diciembre fue Juan Carlos Pagotto, un jurista de 72 años poco propenso a cumplir órdenes. Por caso, no quiere votar el pliego del candidato a juez de la Corte Ariel Lijo.
Además de Atauche, al bloque lo completa la jujeña Vilma Bedia, quien fue acusada de nombrar familiares de asesores; y el sanjuanino Bruno Olivera Lucero, recordado por firmar el proyecto de resolución para aumentar las dietas.
Victoria Villarruel Senado.jpg
Villarruel no emitió opinión sobre el caso Abdala, pero en su entorno descartan cualquier tipo de sanciones. Sostienen que si Bedia no fue expulsada por nombrar a familiares, menos pueden castigar al presidente provisional.
De todas maneras, tampoco lo consideran un villarruelista, un cartel que nadie se atreve a colgarse. “En realidad, él es muy hábil y nunca estuvo en un lado definido”, señalan cerca de la vicepresidenta.
Lo cierto es que Abdala necesita de la vice para convivir en el Senado y tiene como excusa -no menor- que la entrega de módulos es un trámite ejecutado desde la presidencia del cuerpo, aunque sujeto a reglas definidas por todos sus miembros.
La cantidad de asesores está publicada en la página web de la cámara alta y el presidente provisional no es el que más tiene. Aunque sí el único que confesó haberlas usado para hacer campaña política. Nada menos.