Daniel Salamone asumió en soledad la firma de 86 despidos en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que ya suman casi 200 desde que fue designado especialmente por Javier Milei al frente del organismo. Lo hizo con la oposición del directorio en pleno y de quienes son responsables de los centros de investigación de todo el país. El hecho, sumado al recorte de las becas, detonó que la comunidad científica pidiera su renuncia. Sin embargo, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, lo ratificó en el puesto.
La confirmación de Salamone, que Letra P pudo comprobar en la Jefatura de Gabinete, se dio casi al unísono de una nueva derrota del veterinario que llegó al principal organismo de investigación científico del Estado nacional bautizado como "clonador nacional" por el Presidente, por su trayectoria en reproducción asistida de animales en la Argentina y en el mundo.
Salamone se vendió como el nexo que ajustaría las cargas entre los investigadores y el Gobierno. Le pidió tiempo a quienes integran el directorio del Conicet para conseguir fondos y publicar los listados completos de quienes habían obtenido las 1.300 becas correspondientes a 2023.
Ese dinero nunca llegó y recién esta semana se publicaron los listados, que incluyeron menos de la mitad: 600 becas doctorales. Además, quedaron fuera otras 300 becas de finalización de carrera y se pateó cuatro meses, de abril a agosto, el inicio de los programas. El recorte y achique del Conicet, con 66 años de historia, se tradujo también en más de un centenar de despidos en diciembre que Salamone quiso incrementar estos días con una carta a los responsables de la Red de Autoridades de Centros Científicos y Tecnológicos del Conicet (Raicyt) para que armaran las listas de personas contratadas para cesantear.
En sintonía con el rechazo del directorio del Conicet, esta red señaló que “con esta nueva ola de despidos se reduce la planta de empleados administrativos en un 15%, lo cual impedirá el correcto funcionamiento" del organismo. En una carta, hicieron público su rechazo también a “la metodología implementada para notificar a las y los agentes desvinculados: un viernes por la tarde, a tres días hábiles del vencimiento del contrato y sin ninguna comunicación a las autoridades locales, responsables del normal funcionamiento del Conicet”.
Pedidos y renuncias en el Conicet
La situación caótica del Conicet ocasionó el pedido de renuncia de Salamone por parte de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Sin embargo, el veterinario fue ratificado. Sin hacer declaraciones desde que asumió el cargo, el funcionario sigue participando de las reuniones de directorio, donde en el último encuentro recibió el rechazo unánime de sus pares.
En esas sillas hay cuatro representantes de las áreas de Ciencias Sociales y Humanidades; las Ciencias Biológicas y de la Salud; las Ciencias Exactas y Naturales; y las Ciencias Agrarias, Ingeniería y de Materiales y cuatro del agro, la industria, las universidades y las provincias.
Al ritmo de los despidos y la parálisis del Conicet, el otro organismo clave para el desarrollo científico argentino, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación también está atravesando una crisis. Recién en marzo fue designada su titular, la economista y exdecana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA) Alicia Caballero. Los fondos están pisados para los proyectos 2024.
Mientras, en la secretaría de Ciencia a cargo de Alejandro Cosentino, siguen las renuncias. Después de la dimisión en diciembre de Guadalupe Díaz Constanzo, directora de Desarrollo de Museos, Exposiciones y Ferias, por “el futuro incierto” para el Programa de Formación en Educación y Comunicación Pública de la Ciencia; se concretó la salida de Marisa Censabella al Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (Foncyt), que administra más de 6.000 proyectos y sostiene actividades en el Conicet y en universidades públicas y privadas.
Además, en las últimas horas se sumó la renuncia de Alejandro Primbas al programa Fondo Tecnológico Argentino, donde se coordinaban proyectos dirigidos al mejoramiento de la productividad del sector privado a través de la innovación tecnológica.