Forman parte de su equipo de gestión y traen consigo diversa formación dentro o fuera del MPN. Primero Neuquén, el sello para el que suman adhesiones.
Mariano Gaido, aliado de Rolando Figueroa, termina su mandato en 2027 y hay varios nombres para intentar sucederlo.
La capital de Neuquén es un distrito de enorme capital político que hoy tracciona para el frente La Neuquinidad pero que se mueve al compás de su intendente Mariano Gaido, un hombre formado en el Movimiento Popular Neuquino (MPN), que moldea partido propio y descendencia política.
Por ahora, son tres las figuras de su equipo de gestión que personifican la continuidad de un modelo político atravesado por las obras, el acompañamiento forzado al gobernador Rolando Figueroa y la crítica férrea de sectores ligados a La Libertad Avanza, que depositan en el intendente todos los ataques.
Sea en acuerdo o en soledad al respecto del frente multicolor de Figueroa, con el sello Primero Neuquén toma vigor el armado del día después de Gaido, hoy agazapado en la gestión para elegir la mejor descendencia en 2027.
En carrera para la sucesión en la intendencia hay integrantes del funcionariado municipal. Cada uno con su estilo e impronta, con pertenencia a sectores del modelo neuquino que fueron alcanzando relevancia en instancias electorales o gestión.
La primera, que dejó trascender su candidatura, es la jefa de gabinete municipal María Pasqualini. “La Tana”, como se la reconoce en Neuquén, es una de las candidateables que alcanzó notoriedad dentro y fuera del equipo de Gaido, con la proyección natural que posibilita la coordinación de secretarías.
En sus últimas apariciones, Pasqualini deslizó que para 2027 son "muchos" y todavía no está claro "quién puede tener la oportunidad" de representar al oficialismo de la capital, hoy avalado en la estructura que el intendente empezó a cocinar en la Justicia Electoral para ser sello de distrito con Primero Neuquén. Al completar un paso como secretaria de Capacitación y Empleo, Pasqualini ocupó un lugar en la boleta al Concejo Deliberante, en abril de 2023, pero renunció a la banca obtenida para quedarse en el Ejecutivo. Lo que se dice, una incondicional.
Mientras continúe al frente del gabinete, sus acciones electorales no se devalúan. Todo depende del acuerdo con Figueroa para la elección provincial, donde habrá que traccionar votos del distrito electoral más influyente.
Otro de los nombres en carpeta es el de Alejandro Nicola, experimentado funcionario con pasado en el gobierno provincial del MPN. Egresado de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), emergió desde las filas del sector Azul emepenista que forjó Jorge Sapag.
Su carrera es sinónimo de la administración pública, con diversos roles dentro de entes y organigramas estatales. Este ingeniero industrial con orientación en electricidad, dio sus primeros pasos en el Ente Provincial de Energía de Neuquén (EPEN), empresa que supo presidir por orden de Sapag antes de ser subsecretario de Planificación y Servicios Públicos provincial y posteriormente ministro de Energía, cargo que también ocupó en el mandato de Omar Gutiérrez como gobernador.
En la administración de la capital lo definen como un cuadro técnico vinculado al sector privado y de gran relevancia en el amplio plan de obras como el pavimentado de diversos barrios capitalinos.
Hizo una transición de una carrera técnica a una política, como funcionario provincial y concejal después hasta desembarcar en el equipo de Gaido. Nadie descarta, aún, que pueda competir.
Del funcionariado, el secretario de Hacienda, Fernando Schpoliansky, es una de las voces más destacadas y con proyección dentro del equipo. En el entorno del intendente rescatan al encargado de las finanzas por su disposición a enfrentar medidas incómodas, como lo fue el entonces aumento al boleto del transporte urbano o el cobro de un plus al combustible.
Su pasado en la política doméstica está referenciado en el Frente Neuquino, un espacio aliado al MPN que abrevó al proyecto de Gaido, para correr a lo que se denominaba Juntos por el Cambio en la ciudad más populosa de la Patagonia. “Un Estado superavitario no sirve por el solo hecho de serlo, sino que debe mejorar la calidad de vida de la gente”, asegura.
Su visión de las cuentas públicas refleja su tradición política vinculada al progresismo y al sector pyme, que colisiona con el formato de otras posibles candidaturas.
Una de las prometedoras caras del plantel político era Gastón Contardi, que se desempeñó en la Secretaría de Innovación Tecnológica hasta que fue reemplazado, a finales del 2024, por Leonardo Carod.
El rol de Contardi fue uno de los más destacados y de proyección, previo a su corrimiento. En los mentideros de la rosca neuquina se justificó aquella jugada como un freno a las pretensiones electorales, bastante tiempo antes de lo previsto. Su futuro es, desde entonces, incierto.
La voz crítica de Gaido surge desde las entrañas de La Libertad Avanza. Nadia Márquez armó un equipo con desencantados del PRO y otros espacios con tradición municipal, y en la ciudad se sabe que construye desde la crítica al intendente y no pierde oportunidad para efectuar denuncias sobre los manejos de fondos o el destino de la gestión capitalina.
Lo que más sulfuró a Márquez fue el dinero destinado a la Fiesta Nacional de la Confluencia, carta de presentación de Gaido al país, que la pastora evangélica y diputada nacional cuestiono desde los tiempos en que era concejala.
La contracara es el espacio libertario blue, que hoy comanda el empresario de medios Carlos Eguía. Desde su partido, Fuerza Libertaria, aporta gobernabilidad al jefe municipal con la banca de su hijo Joaquín, al que muchos ven como candidato en octubre, y otros escaños.