Sergio Massa se prepara para recibir otro baño de peronismo en su visita a Neuquén la próxima semana. La misma se dará luego del debate parlamentario por la modificación del mínimo no imponible de Ganancias, un tema que impacta de lleno en la masa trabajadora petrolera de Vaca Muerta y es celebrado como una victoria por el candidato oficialista.
Convocado por los jerarcas del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra y Marcelo Rucci, Massa llegará el miércoles próximo a la Patagonia para afianzar el contacto con una región receptiva con el panperonismo, pero que en las elecciones primarias de agosto se volcó masivamente a votar por la fórmula que encabeza Javier Milei. La idea de la recorrida es visitar los yacimientos en Añelo y un gran encuentro en las afueras de Plottier con todas las organizaciones que se pronunciaron a favor de su postulación, más sindicatos de gran capacidad de movilización como el de petroleros, ATE y la UOCRA.
En medio de la expectativa y de los aprontes para mover la maquinaria sindical, se traslucen las diferencias entre quienes promueven la candidatura presidencial del ministro de Economía, que se dividen entre una mesa promotora oficial de Unión por la Patria y otra paralela, con fuerte presencia del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y el gobernador electo Rolando Figueroa.
La movida en Plottier coincide con el comienzo de la prohibición de actos públicos susceptibles de promover la captación del sufragio, por lo que el ministro-candidato deberá caminar por la cornisa de la reglamentación electoral. Aparecerá acompañado del gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, y funcionarios del Estado provincial. La convocatoria tiene confirmadas a todas las tribus peronistas, con bases gremiales o partidarias. La idea, cuentan en la organización, es mostrar un gran poder de movilización e intentar recuperar los votos que Unión por la Patria perdió entre 2019 y estos días.
Las mesas que trabajan por Massa tienen el desafío de revertir la tenencia a favor de La Libertad Avanza, que en las PASO llegó a 160.577 votos en Neuquén. La boleta de UP quedó lejos con 59.189 votos. Por eso, estiman, esta convocatoria es clave para empezar a dar vuelta la tendencia.
El que enarbola la bandera massista desde hace más de una década en la provincia es el legislador Carlos “Chino” Sánchez. Citó a la tropa del Frente Renovador para robustecer el populoso acto que se prepara en las afueras de la capital patagónica. Fue el promotor de la mesa oficial, que terminó desdibujándose por el poder de fuego que logró el otro espacio bendecido por Figueroa.
En otros tiempos, Sánchez actuó de nexo entre Massa y los petroleros. Con el histórico Caballo Pereyra al frente de la organización sindical, el massismo hizo pie en el sur y sobrevivió aliado al MPN hasta la irrupción de Rolo en el poder.
En el frente Neuquinizate, el espacio multicolor que desbancó al sello patagónico luego de seis décadas consecutivas, el gobernador electo metió una cuña en cada espacio y la delegación del oficialismo nacional no fue la excepción.
Para tomar impulso y llegar más alto, Figueroa ordenó a sus aliados conformar la mesa que finalmente tomó mayor vigor a la hora de promover el arribo de Massa a la Casa Rosada, sumando a la diputada justicialista Tanya Bertoldi, a la legisladora emepenista Marita Villone y a su operador Lucas Castelli, entre otras figuras de su caudal político.
“El compañero Sergio Massa es el único candidato para las elecciones de octubre que ha demostrado comprender las necesidades de los trabajadores al impulsar la eliminación del Impuesto a las Ganancias, una medida que hemos estado reclamando durante años y que solo se logró gracias a la determinación y coraje de un líder comprometido”, suscribieron los petroleros, apenas dieron a conocer la organización del acto. “Nuestro respaldo es para un hombre que ha demostrado su capacidad de gestión a pesar de los obstáculos y los efectos de la trágica herencia económica que recibió”, sostuvo Rucci.