El bloque HCF pegó el faltazo y Menem tuvo que levantar la sesión. La visita libertaria a genocidas y la denuncia contra Alberto Fernández, de fondo.
En medio del escándalo que generó la visita de un contingente de La Libertad Avanza (LLA) a condenados por delitos de lesa humanidad y la denuncia por violencia de género contra Alberto Fernández que dejó en estado de shock al peronismo, el bloque dialoguista de Miguel Ángel Pichetto hizo pesar su número y puso en jaque a Martín Menem.
El presidente de la Cámara de Diputados tuvo que levantar la sesión por falta de cuórum, ante la demostración de fuerza de este sector que, si bien hasta ahora había acompañado a la Casa Rosada, ahora pone en jaque la agenda legislativa del segundo semestre de Javier Milei.
Sin previo aviso, al mediodía, los 16 diputados de Hacemos Coalición Federal (HCF), que este mismo miércoles se renombró como Encuentro Federal, volvieron a mostrarle a Menem que son la llave para el recinto y que, si quiere volver a abrirlo, deberá sentarse a negociar con ese bloque, tanto los términos de la sesión como el funcionamiento de la Cámara.
“Pichetto faltó a su palabra”, se quejaron cerca del presidente de la Cámara, una vez frustrada la sesión. El fastidio del riojano apuntaba contra el presidente del bloque dialoguista, pero también contra otro de los nombres fuertes de la bancada: Emilio Monzó, a quien el oficialismo señala como motor de una rebelión opositora.
La sorpresa de los libertarios tenía como origen lo sucedido en la reunión de labor parlamentaria, de la que participaron todos los jefes de bloque, en la que se acordaron los términos de la sesión, convocada para las 12. Pichetto concurrió junto al diputado cordobés Oscar Agost Carreño.
Durante esa reunión se debatió cómo se iba a abordar en el recinto la visita de seis diputados de LLA a genocidas presos en la cárcel de Ezeiza. Mientras que Unión por la Patria (UP) y la izquierda plantearon la necesidad de conformar una comisión ad hoc para investigar y, eventualmente, sancionar a los legisladores que concurrieron, el oficialismo propuso aprobar una declaración de repudio a la visita.
La propuesta del oficialismo tenía el apoyo de la mayoría de la UCR y del PRO. Pero el bloque de Pichetto propuso una alterativa intermedia: enviar el caso a la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos, que conduce la macrista Silvia Lospennato. La larga discusión en torno al tema en la reunión de labor parlamentaria colmó la paciencia de Pichetto, que vislumbró una larguísima sesión con horas de debate partidario y sesiones de privilegio hasta llegar a la discusión de los proyectos incluidos en el temario.
Se proyectaba, además, un cruce entre los libertarios y el kirchnerismo por las visitas a los genocidas y la causa por violencia de género que pesa Fernández, a partir de la denuncia de la exprimera dama Fabiola Yañez.
El presidente del bloque HFC se retiró antes de que terminara la reunión – que duró más de dos horas - y fue directo a las oficinas de su bloque, donde se decidió no dar cuórum. “Instamos al presidente de la Cámara de Diputados, Martin Menem, a que recupere el normal funcionamiento de esta casa”, dijeron los legisladores de la bancada en un comunicado que publicaron después del mediodía, cuando ya estaba claro que no se sentarían en el recinto. El riojano quedó descolocado.
La reunión comenzó en minoría y dejó una nota bizarra. La diputada libertaria Lourdes Arrieta, que había justificado su visita a los genocidas, entre los que estaba Alfredo Astiz, porque nació en 1993 y alegó no tener "ni idea de quién se trataba", concurrió a la sesión con un ejemplar del Nunca Más, que puso sobre su banca. Este martes se había filtrado una foto en la que se veía a Arrieta sonriente junto a los diputados Beltrán Benedit, María Fernanda Araujo, Guillermo Montenegro y Alida Ferreyra y los genocidas en Ezeiza.
“Se sientan a negociar en Labor Parlamentaria, pero después no bajan al recinto. Llama la atención que el rey de los acuerdos no cumpla su palabra”, se quejaron cerca de Menem. Hace rato que en el bloque de Pichetto hay malestar con el presidente de la Cámara por el funcionamiento institucional y las deudas que tiene, por ejemplo, en materia de conformación de las comisiones bicamerales.
Entre otras cosas, el hasta ahora espacio dialoguista le pidió a Menem que convoque a sesiones ordinarias, tal como lo establece el reglamento. El titular del cuerpo está en la mira de varios bloques y hasta se especula con su reemplazo, a fin de año, cuando la Cámara deba votar a un nuevo presidente.
Más allá de las cuestiones relacionadas con lo parlamentario, después de la aprobación de ley de bases, el bloque de Pichetto decidió que tomará una postura más dura frente al oficialismo. Entre otras cosas, ya objetó el DNU que le asignó cien mil millones de pesos a la nueva Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), y está dispuesto a rechazarlo en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, donde tiene una silla el diputado Nicolás Massot.
Massot ya dijo que el Gobierno tiene que decir “por qué no hay plata para los jubilados y sí para los espías”. “Por DNU no se puede hacer, nosotros nos oponemos a este DNU y lo vamos a rechazar”, dijo Massot en CNN radio. El diputado ya se ocupó de tejer acuerdos con otros sectores de la oposición para armar una mayoría que le dará un nuevo revés al Gobierno.