Axel Kicillof también escribió una carta. No como la de Cristina Fernández de Kirchner, en la que lo culpó por la derrota del peronismo por haber desdoblado. Como parte de su táctica de la indiferencia, en la que no confrontará con la expresidenta, el gobernador bonaerense tomó la batuta del primer opositor y la misiva fue dirigida aJavier Milei.
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En la carta de cuatro páginas, difundida este sábado, Kicillof expresó su malestar por no haber sido convocado al encuentro con los mandatarios provinciales que firmaron el Pacto de Mayo. “Las provincias que usted decidió no convocar representan a más del 40% de la población argentina”, sostuvo el mandatario, en alusión también a sus pares Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
Además, el mandatario remarcó que la omisión no colabora con el diálogo institucional que, en teoría, busca la Casa Rosada a pedido de Washington: “No es buena señal excluir a los gobernadores que considera ‘enemigos’”. Kicillof también apuntó contra el “modelo económico” del Gobierno, al que acusó de impulsar un ajuste que “ahoga” a las provincias.
En sintonía con su objetivo de construirse como el principal adversario de Milei, de cara a las presidenciales 2027, el mandatario bonaerense expresó que, pese a los gestos de apertura de la administración libertaria, el contenido de las reformas aún genera preocupación. Según señaló, “las declaraciones públicas insinúan una dirección que agravará las desigualdades de nuestra sociedad”.
En ese marco, Kicillof rechazó el eventual apoyo del peronismo a iniciativas que, a su entender, “quiten derechos, destruyan la producción y ahoguen a una sociedad golpeada, endeudada y sin horizonte de progreso”.
El líder del Movimiento Derecho al Futuro también propuso un encuentro con el Presidente “para articular políticas públicas”, pero aclaró: “No espere de mí insultos ni agresiones; pero tampoco espere que ceda en la defensa de los intereses de mi provincia o en la defensa de las convicciones de mi fuerza política”.
En su reclamo, puntualizó que el superávit que exhibe el Ejecutivo nacional se construyó sobre “la quita ilegal de fondos a las provincias”, entre ellos el Fondo de Seguridad, el Fondo de Incentivo Docente y el Fondo Compensador para los Jubilados. Además, denunció la paralización de más de mil obras y 16 mil viviendas en territorio bonaerense.
El "cambio de tono"
El descargo de Kicillof se produjo días después de la victoria de La Libertad Avanza en la provincia, donde logró revertir el resultado de las elecciones legislativas. En ese marco, el mandatario reconoció un “cambio de tono” en el discurso presidencial, aunque consideró que “falta lo más importante: enfrentar la realidad”.
Finalmente, advirtió sobre los efectos del plan económico actual y reclamó un rumbo que promueva “un desarrollo federal con justicia social” y un Estado eficaz que reduzca las desigualdades.