En una movida que le reporta beneficios en más de un tablero, Maximiliano Pullaro se reunió con el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti. Con una agenda centralizada en la crisis de violencia que el gobernador intenta domar, la reunión fue un corolario de gestiones que los operadores del mandatario de Santa Fe llevan adelante desde hace algunas semanas con referentes de la justicia federal rosarina, en busca de obtener un gesto de parte de dicho fuero para con la nueva y frenética impronta que el gobierno provincial busca darle a la lucha contra el narcotráfico.
Concretamente, el motivo del encuentro fue un pedido del gobierno santafesino para que la Justicia federal le ceda unas aeronaves que fueron incautadas en un operativo cinematográfico llamado “Cosecha Blanca”, que tuvo lugar en noviembre del año pasado. Allí, tras tres años de investigación, la Justicia Federal desbarató una banda santafesina que usaba dichos aviones para traer cocaína desde Bolivia hasta la provincia y luego trasladarla a Rosario. Dos de las aeronaves fueron encontradas en un aeródromo privado llamado Campo Timbó, en Oliveros, y una tercera -rota- en Carrizales.
De concretarse, Pullaro puede anotarse una victoria en más de un aspecto. Por un lado, suma a la Justicia Federal a su estrategia de abordaje a la cuestión de la seguridad y logra replicar en ese fuero una acción que tiene aceitada con la Justicia provincial, que ya autorizó la cesión de varios vehículos incautados en distintas causas “para engrosar la flota con que cuentan las fuerzas de seguridad”. Con la comunicación aceitada, los encargados de prensa del gobierno se encargaron de viralizar las fotos de los autos con la inscripción “vehículo recuperado, emergencia policial”.
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Uno de los aviones que Maximiliano Pullaro quiere para el gobierno santafesino y le pidió a Horacio Rosatti
Por otro lado, el gobernador profundiza el vínculo con el presidente de la Corte, algo que no solo puede permitirle coordinar mejor el trabajo judicial en Santa Fe -donde se reclama que el fuero federal se quedó atrás en materia de tiempos y recursos en comparación a su par provincial- sino que además contribuye al objetivo que se trazó Pullaro de mejorar la presencia de la provincia en los círculos nacionales del poder. Allí se inscriben, por ejemplo, su nuevo rol en la Región Centro o la tirria con el gobierno nacional por el capítulo de los biocombustibles en la Ley Ómnibus.
Un detalle que juega a favor de Pullaro: Rosatti, aunque peronista, también es santafesino. El supremo tuvo una dilatada carrera política en la provincia, que incluyó roles como secretario general de la gobernación durante la primera gestión de Carlos Reutemann y tuvo su corolario cuando fue electo intendente de la ciudad capital para el período 1995-1999. Quizás al Brigadier -como lo apodan en algunos círculos del poder en referencia al prócer santafesino Estanislao López- le tire la sangre y habilite el pedido de su coterráneo.
Los aviones
Las aeronaves incautadas en el operativo “Cosecha Blanca” fueron tres: dos Beechcraft Baron -bimotores, con capacidad para un piloto y cinco personas- y un Cessna 210 -monomotor, con la misma capacidad-, con el detalle de que este último fue incautado con su hélice y su tren de aterrizaje rotos, por lo que en principio apuntan a los dos Baron. Vienen bien: Santa Fe hoy por hoy no cuenta con aviones disponibles -solo tiene un helicóptero- y la idea sería afectarlos en principio a tareas como protección civil, aprovechando que son aeronaves que pueden aterrizar o despegar en pistas cortas de pasto o tierra.
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En el gobierno provincial enumeran elementos que apoyan su pedido. Uno de ellos es que resulta más sencillo el mantenimiento de estos aviones si están habitualmente en vuelo. Además, hoy por hoy los aviones están en el lugar donde fueron hallados y cuentan en todo momento con una consigna de Gendarmería, que incluye un móvil y al menos dos agentes, que podrían reubicarse en otras tareas más activas frente al delito.
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El Cessna 210 hallado en Carrizales, con su hélice y su tren de aterrizaje rotos