Maximiliano Pullaro aclara, a quien lo quiera escuchar, que su principal objetivo es defender los intereses de Santa Fe. Donde sea, acá y allá. A la par, silbando bajito y en menos de un mes de gobierno, el mandatario radical mueve fichas a nivel regional y se posiciona ya como un dirigente que rompe las fronteras de la Bota. En marzo se convertirá en presidente de la Región Centro y aspira también a crear –y liderar– un nuevo eje: la Región Litoral, junto a Chaco, Corrientes y Entre Ríos.
“Lo central de Maxi es Santa Fe”, remarca, ante la consulta de Letra P, la mesa chica del jefe de la Casa Gris. Pullaro considera, a la par, que la asociación con otras provincias potencia todas las oportunidades del interior. Sobretodo bajo la presidencia Javier Milei, de quien las gobernaciones requieren un rumbo y horizonte claro.
Organizarse, unirse en términos de objetivos beneficia a todas las provincias involucradas. La Región Centro, por ejemplo, es una tribuna desde la cual la zona núcleo manda mensajes permanentemente hacia el poder central. Quedó bien claro en los últimos cuatro años, especialmente con el rol agresivo que adquirió Juan Schiaretti contra la Casa Rosada de Alberto Fernández. Desde atrás, más tibios, lo secundaron Omar Perotti y Gustavo Bordet.
Ahora la interna de la zona núcleo es distinta. Ya no lidera el peronismo, para arrancar. Pullaro y el entrerriano Rogelio Frigerio tienen una sociedad sólida, un vínculo sin roces y una mirada compartida en lo productivo y en lo político. Queda observar cómo se mueve la relación del radical con Martín Llaryora. “Maxi anda bien con Córdoba”, avisa un vocero del pullarismo.
Desde la presidencia de la Región Centro, Pullaro ganará un sostén para repetir su mantra de la defensa de los intereses de la zona, pero también para inyectarle pimienta a su vínculo con Milei. Nadie va a mear fuera del tarro en el eje, pero puede convertirse en un espacio de enfrentamiento muy grande con la Presidencia.
Del Centro al Este
A la par del centrismo, Pullaro empezó a carburar la idea de la Región Litoral. No hay formalidad por el momento ni plazos para el arranque, pero ya le trasladó la apuesta a Frigerio y a sus pares radicales de Corrientes, Gustavo Valdés, y de Chaco, Leandro Zdero. El cuarteto comparte el grupo de los diez gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC), pero para el santafesino los unen, además, aspectos centrales de la producción del país, como puertos, agro y rutas transversales importantes. “Todo contribuye a generar un contrapeso al poder central de la provincia de Buenos Aires. Hacer un interior fuerte, con planes e iniciativas propias”, sintetiza el entorno de Pullaro.
A la vez, hay afinidad entre los cuatro mandatarios. Pullaro es amigo de Zdero, lo fue a bancar a Chaco durante la campaña y está especialmente interesado en profundizar su vínculo con Valdés. En la interna nacional de la UCR pedalean caminos distintos, pero eso no va a impedir que sepan entenderse en cuestiones de interés mutuo. “Valdés quiere forjar una relación con gobernadores afines, más allá de que en la línea interna del radicalismo esté un poco más alejado de Maxi”, blanqueó a Letra P un asesor del correntino.
VALDÉS Y PULLARO SE REUNIERON PARA FORTALECER LA REGIÓN LITORAL
Todo podría caminar entre rieles entonces. Valdés apadrina a Zdero y jugó varias fichas en las elecciones de Entre Ríos al apoyar in situ a candidatos de JxC. También se metió en su momento en las PASO santafesinas, donde apostó fuerte a favor de Carolina Losada. Tiempo pasado. Ahora hay un objetivo más de fondo y gobernar es otra cosa.
Pullaro está convencido de que de la crisis nacional se sale sólo si se apoya a la producción. “Para empezar, sería un montón si no se la joroba, con eso ya sería mucho”, entiende su equipo. Mientras abroquela provincias en pos de la taquillera “producción”, Pullaro sube escalones en la arena nacional. Con un JxC fragmentado, estallado, tiene mucho camino para convertirse en jugador de peso.