El encuentro en el Hotel Libertador para elegir a las nuevas autoridades de la Asamblea partidaria, órgano encargado de definir los acuerdos electorales, comenzó pasadas las 10. Sin la presencia de los principales protagonistas de la pelea, bullrichistas y macristas llegaron a un encuentro que, desde hacía días, prometía ser explosivo.
Con la asamblea iniciada, la bullrichista Nidia Moirano, titular saliente de la Asamblea, propuso que Bullrich fuera elegida presidenta sin necesidad de votar. Argumentó que ese cargo ya se había negociado para la ministra de Seguridad. Junto a ella se encontraba el diputado Damián Arabia, vicepresidente del partido.
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Damián Arabia, autor de la ley conan que pide sancionar Javier Milei.
La estrategia del bullrichismo era dejar en claro que Macri no estaba cumpliendo con su palabra. En medio de gritos y de cánticos con la letra "que se vote, que se vote", los afiles de Macri encabezados por el diputado Martín Yeza impidieron que Moirano avanzara con su idea de imponer a Bullrich. La decisión hizo que la tensión escalara aún más.
La senadora que votó por escrito
Entre las discusiones de bullrichistas y macristas, la senadora Gudalupe Tagliaferri dejó por escrito su voto debido a que tenía que dar cuórum en la sesión en la cámara alta. Para cumplir con su obligación como asambleísta, la exministra porteña dejó un documento con fuertes críticas a la idea de Bullrich de fusionar al PRO con LLA.
Sin embargo, su voto no fue leído como consecuencia del tumulto que significó la votación que se daría minutos después.
Embed - Martín Yeza asume como titular de la convención nacional del PRO
La cumbre paralela del bullrichismo
Tanto Macri como Bullrich estaban pendientes de la votación. Lejos del Hotel Abasto, ambos seguían el minuto a minuto de la escandalosa reunión. Ante la decisión de nombrar presidente a Yeza, Arabia le pidió a la tropa bullrichista que se levanta de sus sillas y abandonara el lugar.
“Me excluyen de la vida institucional del PRO siendo el vicepresidente y nos dicen a nosotros autoritarios”, se quejó Arabia, mientras el bullrichismo dejaba el salón y partía rumbo a una confitería, donde armó una cumbre paralela. "Se quedan con un partido chiquito, el partido de los amigos, el partido de los perdedores", disparó Pablo Walter.
La aprobación de ese artículo fue por unanimidad. Sin embargo, Macri cuidó las formas para dejar abierta la puerta a una alianza transitoria con LLA. Con la asamblea finalizada, en los chats del macrismo se volvió viral un sticker de Rambo con la cabeza de Yeza. Fue una forma de resumir el triunfo, aunque la jornada estaba lejos de terminar.
Bullrich juntó a su tropa y bajó el mensaje: no se irán del PRO, pero crearán una corriente interna bautizada "PRO Libertad". En el segundo piso de la confitería en donde los citó, la ministra de Seguridad les dijo que tenían que mantenerse firme en "las ideas del cambio" y que tenían que estar en línea con lo que pregona Milei.
Gracias a todos los que me estuvieron escribiendo con lindos deseos, hoy el Pro dio un paso hacia adelante para recuperar su identidad y convertirnos en nuestra nueva mejor versión. Es un honor ser el presidente de asamblea del @proargentina y estoy especialmente agradecido a…
Escuchaban a Bullrich las diputadas Silvana Guidici,Patricia Vázquez y Laura Rodríguez Machado; el director ejecutivo de la ANMaC, en platense Juan Pablo Allan, y su número dos, Pablo Walter, y el secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Interior, Iván Velasco, además de Arabia y otros. Mientras los bullrichistas dialogaban, en la planta baja de la cafetería tres referentes del macrismo identificados con el exjefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta no podían evitar reírse de la situación.
Ya sin temas en agenda, las tropas de Bullrich y las de Macri se retiraron de las inmediaciones del Hotel Abasto. Ambos espacios se preparan para una contienda de largo aliento.