ARDE LA INTERNA AMARILLA

Mauricio Macri jugó al golf en Córdoba a horas de la votación en Río Cuarto y se despegó del derrumbe del PRO

El macrismo le factura a Patricia Bullrich la estrategia que cosechó sólo mil votos. La marca no raspó a la UCR ni pudo aliviar la ruptura del PJ.

El contraste fue grande y se escucharon voces de todas las trincheras. Parte de la dirigencia del PRO de Córdoba que perdió el GPS cuestionó que la máxima figura partidaria haya visitado extraoficialmente la provincia en la víspera de la única pulseada democrática del año.

Macri viajó este viernes al coquetísimo barrio cerrado del cordón de las Sierras Chicas junto a su familia. Fue invitado por el presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba, su amigo Manuel Tagle, para disputar un torneo de golf.

Por la noche, el expresidente aprovechó la vuelta para sacarse una foto con un selecto grupo de dirigentes de su riñón como la intendenta anfitriona y mano derecha de Guillermo Dietrich, Adela Arning; su par de Villa Allende y sobrino de Tagle, Pablo Cornet; y su armadora política, la concejala capitalina Soher El Sukaria.

Los palos para Mauricio Macri

La abstracción con el contexto político fue suficiente para que los detractores de Macri pusieran sobre la mesa una estrategia equivocada para recomponer el espacio después del tifón libertario.

“No le importa el partido”; “empuja su desintegración que favorece la pesca del Partido Cordobés de Martín Llaryora” fueron algunas de las frases más escuchadas en las últimas 48 horas.

Otras fuentes aprovecharon para engordar el desacierto con otras acciones que poco se comprenden desde las lógicas de la interna reciente, pero que encontrarían sentido en el plan de supervivencia que piensa Macri en el marco de la fuga del electorado de Juntos por el Cambio a las filas de Javier Milei.

Recientemente, envió una felicitación audiovisual al dirigente del PRO de Córdoba, Sebastián García Díaz, por la publicación de su libro. El hombre que se sumó tardíamente al partido amarillo encontró en el madrinazgo de Patricia Bullrich la protección necesaria para moverse en un espacio donde no goza de respeto entre la dirigencia.

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Entre los por qué se encontraría la banca de la senadora Carmen Álvarez Rivero, prima de García Díaz, más cerca de La Libertad Avanza que del PRO. Quienes interpretan a Macri explican ese juego en el marco de una necesidad de mantener unida la tropa con poder de daño.

Los dardos amarillos para Patricia Bullrich

El macrismo imaginaba un resultado bajo en Río Cuarto, pero no tanto. Explican la desconexión de Macri del turno electoral como un remate a la interna que vivió con Bullrich. En otros términos, la estrategia se decidió durante el mandato partidario de la ministra de Seguridad de Milei.

Como contó Letra P, el presidente del PRO local, Oscar Agost Carreño, y la armadora de Bullrich, Laura Rodríguez Machado, exploraron coincidir en otros armados. La fusión con la UCR, el Frente Cívico y la Coalición Cívica que se encolumnó detrás de la candidatura de Gonzalo Parodi estuvo descartada de plano.

El diputado intentó el empalme con el cordobesismo y la diputada esperó hasta último minuto la decisión final de Gabriel Bornoroni, el armador oficial de Karina Milei y Martín Menem en la provincia.

Sin lista libertaria oficial y sin acuerdo con el cordobesismo, Agost Carreño aceptó la petición de la dirigencia local de jugar con el sello en soledad.

La decisión fue celebrada por el llaryorismo porque la marca PRO, baluarte inobjetable hasta hace poco, contribuiría a dividir a la oposición.

Las tumbas de la gloria en Córdoba

Lo cierto es que la lista de Hurtado poco pudo aportar a esa causa con mil votos. El PRO no estuvo a la altura de lo que supo ser el espacio en Río Cuarto, gran apuesta de Macri en el temprano armado de su proyecto nacional de poder.

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En 2014, Mauricio Macri firmó con el intendente radical de Río Cuarto, Juan Jure, el desembarco del caballito de batalla de la gestión porteña.

En 2014, Mauricio Macri firmó con el intendente radical de Río Cuarto, Juan Jure, el desembarco del caballito de batalla de la gestión porteña.

Sólo basta recordar que la primera sucursal del Banco Ciudad de la provincia fue inaugurada en la capital alterna, con toda la pompa y el despliegue del funcionariado amarillo, entre otros, el ahora gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, quien presidía la entidad bancaria porteña.

La marca se desvaloriza a ritmo acelerado y no son pocas las referencias del PRO de los tiempos dorados que agradecen su temprano salto al Partido Cordobés.

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