El Partido Cordobés de Martín Llaryora salió a la cancha para afrontar otra etapa en la inesperada disputa que le plantó el presidente Javier Milei. En unidad y cuidando todos los frentes, Córdoba se mueve defensivamente al ritmo que propone el Presidente. Mientras hace jugar a sus líneas, el gobernador analiza la estrategia para el contragolpe.
Una muestra de unidad interna, un doble juego de iniciativas colectivas en el Congreso, el apoyo a los reclamos gremiales por el recorte de subsidios, los armados interjurisdiccionales y multipartidarios para fortificar las exigencias a la gestión nacional y el sugestivo análisis de una salida judicial a la pelea por los fondos retenidos por la Nación, son elementos que forman parte de un combo que el llayorismo expuso en menos de veinte horas, entre la tarde del domingo y el mediodía de este lunes.
Todo eso, con la pelea del Presidente con los gobernadores como telón de fondo. Esa batalla tuvo al chubutense Ignacio Torres copando la escena el fin de semana y ahora volvió a subir al ring a Axel Kicillof, en una jugada libertaria en la que el eje se vuelve a posicionar en el debate kirchnerismo-antikirchnerismo y le reduce al cordobés su margen de acción. En el Panal siguen de cerca esos duelos, con la determinación de aprovechar la diversificación de los objetivos minarquistas.
El nuevo primer día de Martín Llaryora
Este lunes, Llaryora debutó poniendo en marcha el ciclo lectivo, en medio de un paro nacional docente que, según el gremio cordobés tenía una adhesión superior al 70% en la provincia. En Ucacha, al sur cordobés, el gobernador aprovechó la oportunidad y volvió a ubicarse a la par de los maestros que reclaman por el Fondo de Incentivo Docente eliminado por la gestión libertaria.
“Bajarle el sueldo a todos los docentes de la Argentina es un grave error”, dijo. Como ya contó Letra P, dejó abierta la posibilidad de canalizar el pedido por el Congreso en caso de que la gestión nacional no de marcha atrás con ajuste que alcanzó al FONID.
Martín Llaryora en Ucacha ciclo lectivo 2024.jpg
Martín Llaryora abrió el ciclo lectivo en Ucacha y volvió a pararse a la par de los docentes por el reclamo del FONID.
Un rato antes, desde la capital provincial, Daniel Passerini también había cuestionado las políticas nacionales. Acusó al Presidente de “agraviar y discriminar” a las provincias.
El intendente no sólo que advirtió que, por la poda de subsidios al transporte, el boleto en Córdoba podría aumentar todos los meses, sino que también exigió respuestas al reclamo de la Red de Intendentes que pide por la vuelta del Fondo Compensador. A su vez, no descartó la vía judicial. “Es la última instancia”, reconoció.
Javier Milei abroquela al Partido Cordobés
El domingo, desde Estados Unidos, Milei volvió a apuntarle a Llaryora. Lo acusó de “jugar sucio”, volvió a fustigarlo por los gastos en publicidad y afirmó que “no está dispuesto a ceder ninguno de los privilegios de casta”.
“Se los carga a los cordobeses y dice que la culpa es mía”, agregó el Presidente, quien dio a entender que la actitud que le reprocha al cordobés es un ejemplo de lo que sucede en todas las provincias.
La nueva arremetida sirvió de argumento para una carta que el Partido Cordobés parecía estar resguardándose para ponerla en la mesa en el momento justo: la unidad del espacio que salió en bloque a cuestionar a Milei y a defender a Llaryora.
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La senadora Alejandra Vigo tomó la posta con un mensaje que puso el eje en lo productivo y avanzó sobre lo político hablando en nombre de todos los legisladores nacionales de Hacemos Unidos por Córdoba.
“El señor presidente debería tener la templanza del cargo que inviste y volver a reencauzar en el diálogo y el federalismo su gestión”, lanzó la esposa del silencioso exgobernador y candidato presidencial, Juan Schiaretti.
Razones de necesidad y urgencia
El apoyo de Vigo fue replicado y reforzado por el núcleo duro del llaryorismo. Incluyó los posicionamientos de la vicegobernadora Myrian Prunotto, ministras y ministros, intendentes, legisladores; y segundas y terceras líneas del oficialismo cordobés que decidieron plantar bandera ante lo que consideran un “ensañamiento” del Presidente.
La muestra de un apoyo unánime a las posturas del gobernador obedecen a tres necesidades que el Partido Cordobés viene tomando nota desde hace tiempo.
El encolumnamiento no sólo fortifica la espalda política a la figura del mandatario ante los ataques de Milei, sino que también reafirma el modelo de provincia que el sanfrancisqueño pretende construir ante los ataques de la oposición provincial que aprovecha la exposición del gobernador para subirse a las críticas que lanza el Presidente.
La nueva muestra de unidad, también baja el volumen de algunos ruidos que se habían empezado a oír en el pasilleo del oficialismo respecto a la mirada que el schiarettismo sostiene sobre el rol nacional de su sucesor.
Córdoba también acelera
Con todo ese entramado de poder puesto a pedir del partido, Llaryora plantea una estrategia clásica del viejo cordobesismo para usarla a su favor: se abroquela internamente y arremete por los caminos en los que se siente seguro.
A sabiendas del humor social mediterráneo que todavía soporta el shock de Milei y mide al milímetro los acercamientos con "el kirchnerismo", analiza cuidadosamente los movimientos de Kicillof y hace jugar a sus volantes nacionales. La estrategia del bonaerense abre la etapa de la judicialización de los conflictos nacionales, y también vuelve a liberar al cordobés de la atención nacional.
Mientras eso sucede, el sanfrancisqueño empuja los proyectos de ley para recuperar el FONID desde la Cámara Baja, mientras que en el Senado, Vigo se suma a la presión para tratar el decretazo libertario de finales del año pasado.
La idea de activar el Congreso para dejar atrás la primera etapa de gestión y avanzar hacia las discusiones “hacia un plan productivo” es algo con los que el cordobesismo viene insistiendo desde hace tiempo y que, cree, se traba por “la forma de discutir” que tiene el Presidente.
En ese plano, y a su manera, Llaryora también quiere acelerar.