El asesor tendrá un cargo formal y negociará con la oposición. Cómo fue su reunión con diputados y el lobista de Donald Trump. Los vetos fracturan el gabinete.
Santiago Caputo le habla a Facundo Manes durante la Asamblea.
El oficialismo y la oposición dan por hecho que Santiago Caputo será desde diciembre una figura del Gobierno con cargo, firma y responsabilidades de gestión. La gran incógnita es si el actual asesor presidencial buscará lograr los consensos que necesita Javier Milei o sólo quiere erigirse como quien, de a ratos, ordena el caos y controla el vínculo con Donald Trump.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
Ser el nexo con Washington lo consolidó con su cercanía aBarry Bennett, operador del presidente de Estados Unidos y presunto gestor de los créditos millonarios que celebra Milei. La presión de Guillermo Francos para que Caputo salga de su cueva, se hizo sentir. El jefe de Gabinete invitó al asesor a ocupar su lugar y asumir las responsabilidades judiciales de firmar las decisiones del Presidente.
La toma de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) este viernes vaticina lo que le espera a quien tenga el cargo de ministro coordinador: si Milei tampoco suelta fondos para las leyes de refuerzo universitario y emergencia en pediatría, que debería reglamentar el lunes, el Gobierno tendrá mucho que explicar ante la Justicia. Francos fue denunciado penalmente por no aplicar la emergencia en Discapacidad.
El tándem Milei-Toto Caputo se desentiende de esos riesgos. El mandatario y el ministro de Economía viven en su burbuja financiera. En el resto del gabinete, la necesidad de dar explicaciones sin pisar un juzgado es el principal tema de tensión interna. Tanta es la desesperación, que algunos funcionarios le encargaron al equipo de Federico Sturzenegger una corrección a la reglamentación de la ley de emergencia en Discapacidad, para no pasear por Tribunales.
Francos no está preocupado por su continuidad. Sólo habla con Milei, quien anunció un nuevo gabinete desde el 27-O con Caputo como cara visible.
¿Qué puede cambiar Santiago Caputo?
En las Fuerzas del Cielo, los militantes virtuales de Caputo, están ansiosos por el destape de su jefe. Lo idolatran hasta considerarlo clave en el acuerdo con Trump. El ataque del Gordo Dan al canciller Gerardo Werthein fue un mensaje para Milei: si Caputo sale del ostracismo, no quiere intermediarios.
Tal como avisamos en La Misa el otro día, Donald piensa que las elecciones argentinas que se avecinan son las presidenciales y no las "midterms" (las de medio término o legislativas), y por lo tanto tiró obviamente que si perdemos (y en su cabeza el presidente deja de ser Milei y…
Los tuiteros lo imaginan con un superministerio o, mínimo, en la Jefatura de Gabinete, un cargo que lo obligaría a plantarse una vez al mes en un recinto del Congreso a dar explicaciones. Quienes conocen al estratega de campaña hace mucho dicen que esas situaciones lo incomodan. A los chicos de estandartes rojos les gusta la idea.
Retomar el vínculo con el Parlamento no será una tarea fácil para Caputo. Sus antecedentes son malos: fue el artífice del fracaso de la ley Bases, en febrero de 2024, en una negociación caótica que tuvo reuniones fugaces en el Congreso, en las que, según el recuerdo de los legisladores, el asesor no parecía estar al tanto de la letra chica del proyecto. En el Senado cuentan historias parecidas: para sumar votos, Caputo hasta prometía bajas de regalías, que luego no podía garantizar.
Cómo reconstruir confianza
Caputo también es recordado en el Congreso por el papelón histórico que significó que el Senado le rechazara los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como candidatos a la Corte Suprema. Fue un hecho inédito y llegó luego de que el asesor intentara, sin éxito, que los juristas pudieran asumir en la Corte por decreto.
Ariel Lijo, en su audiencia para intentar ser juez de la Corte.
El Senado nunca le sentó bien a Caputo y lo usó como escenario para pegarle a la vicepresidenta Victoria Villarruel. En Diputados, su titular, Martín Menem, le cortó los canales de negociación al asesor en el segundo semestre del año pasado. Castigó con tareas extras a integrantes del bloque libertario que cumplieron órdenes del futuro funcionario.
Todo puede cambiar si Milei cumple su palabra. En las Fuerzas del Cielo explican que su jefe buscará sanar las heridas que dejaron los Menem en el armado de listas de cada provincia. “A nosotros sólo nos interesa que sea reelecto el Presidente. El resto, se negocia”, prometen. La responsabilidad de Caputo en el nuevo gabinete sería mayúscula: para diciembre, Milei promete negociar con la oposición una reforma laboral y tributaria.
Para encaminarlas, necesita apoyo de los mismos gobernadores y bloques legislativos a los que acusó ante Trump de provocarle una crisis financiera sin precedentes. Además, se trata de la misma gente –nombres más o nombres menos- con la que Milei, se supone, está negociando el Presupuesto 2026. Hasta ahora, ese diálogo no registra avances.
La alquimia ganadora
Con buenos números, el Presidente fue humilde cuando contó sus objetivos electorales en TV: dijo que se conforma con un tercio de cada cámara. Con que lo logre en una de ellas, podrá blindar los vetos a leyes que promueva la oposición. Aún si lo logra, Milei no evitaría tensiones, ya que sin mayoría simple, cada decreto presidencial estará a tiro de derogación. Siempre.
Para llegar a un tercio, si Milei no quiere pactar con los gobernadores, necesita de Mauricio Macri. Es que los últimos sondeos no le garantizan al Gobierno esa presencia con su tropa pura. La otra opción que explora LLA para no depender del PRO es reclutar aliados y crear bloques asociados. Los radicales con peluca y exmacristas están en la mira.
mauricio macri guillermo francos
Mauricio Macri y Guillermo Francos, el jefe de Gabinete de Javier Milei.
En el oficialismo sueñan con un bloque libertario blue en Diputados, donde además tendrán el desafío de frenar eventuales juicios políticos. Uno comenzaría en marzo, si es que la comisión investigadora del caso $LIBRA señala al Presidente como culpable de estafa.
Esta investigación tiene ribetes curiosos. La exchange que aportó información para complicar a Milei es Binance, que fue creada en China. Por otra lado, Caputo se encargó de difundir puertas adentro que es de los pocos funcionarios cercanos a Milei que supo del emprendimiento cripto cuando el Presidente publicó el tuit que originó las denuncias judiciales. Todo un mensaje.
Los números que llegan a la Casa Rosada para las elecciones legislativas no son buenos y las consultoras compiten por darle a Milei la aritmética que pide: es la que coloca a La Libertad Avanza como el sello más votado del país, por el simple hecho de ser el único que se presentó en todas las provincias.
La interna no cede
El relato del triunfo nacional, de existir, podrá ser usado como una reivindicación a Karina Milei y los Menem, por haber logrado armar listas en todas las provincias.
Caputo difunde otras encuestas, entre los opositores que lo consultan, que muestran a LLA por el piso en las principales provincias. Algunos sospechan que es más su deseo que la realidad. El oficialismo no se ve con chances en ningún distrito grande (a excepción de la Ciudad de Buenos Aires) y hay mucha elección de tercios que los puede dejar en el fondo. Salta y Neuquén serían los triunfos sin tierra que pueden festejar los libertarios. En Tierra del Fuego también, si la división del PJ ayuda.
En la provincia de Buenos Aires LLA perderá por tercera vez consecutiva. Es entendible que Trump quiera mirar bien esos números antes de liberar fondos: si googlea, el presidente norteamericano sabrá que en ese distrito se concentra el 47% del padrón nacional.
La no campaña de La Libertad Avanza en el territorio bonaerense agrava las cosas. Sebastián Pareja, el karinista del conurbano, quedó golpeado por la derrota en los comicios locales de PBA: mantiene el cargo de jefe de campaña, pero como no cuenta con información de las actividades de Milei, no puede ejercerlo.
001-pareja-karina-milei-lule-manem
Karina Milei, con Lule Menem y Sebastián Pareja
En el grupo de Whatsapp de los candidatos bonaerenses le reprochaban a Pareja no haber avisado del acto del Presidente en Mar del Plata. “Lo organizó la coordinación nacional”, se excusó en el chat el futuro diputado.
Caputo se concentró en ayudar a Diego Santilli, con quien se entendió rápido. “Es un profesional”, lo elogia. Las Fuerzas del Cielo nunca caminarán en la misma vereda que Pareja o el Nene Vera, el otro bonaerense que escolta a la secretaria general. “Tenemos claro que no somos lo mismo”, les gusta repetir.
La cumbre trumpista en Buenos Aires
Una semana antes de la cumbre Trump-Milei, Caputo hizo lo que más le gusta: impresionar. El asesor juntó al operador trumpista Bennett con los jefes de bloque Miguel Pichetto (Encuentro Federal), Cristian Ritondo (PRO) y Rodrigo De Loredo (UCR), quien deja su cargo en diciembre.
Ninguno de los invitados tenía claro que se encontraría con el asesor de Trump, aunque habían recibido llamados de la embajada de Estados Unidos para alentarlos a ir. Caputo es bien recibido en ese lugar: en la audiencia del Senado estadounidense, el nuevo representante, Peter Lamelas, identificó al asesor como su nexo con el Gobierno. Ignoró al canciller.
Bennett recibió a los invitados en la casa que alquiló en Buenos Aires. Para el trío de diputados no quedó claro si es un asesor de Trump o un lobista con acceso a la diplomacia americana.
Así lo definen sus detractores por su sociedad con el argentino Leonardo Scatturice en Tactic Global, la empresa que firmó un contrato con la SIDE a pedido de Caputo. Se trata del mismo empresario que fue filmado mientras ingresaba al país sin declarar las valijas.
saniago caputo con barry bennet
Santiago Caputo y Barry Bennett.
En este caso, Caputo sí logró negociar bien en el Congreso para que la bicameral que fiscaliza los espías no fuera a fondo. Sus exégetas vinculan esa filmación a una operación interna del Gobierno, motorizada por quienes manejan la Aduana. Otros funcionarios son más simples y creen que fue un vuelto de inteligencia, dónde supuestamente Caputo tiene todo bajo control.
La conversación de Bennett con los diputados tuvo momentos desopilantes y confirmó que Trump no le ve futuro a Milei si sigue hablándose a sí mismo. “El Presidente va en el camino correcto, pero lo hace con excesiva soledad”, planteó el estadounidense, sin eufemismos.
Sonó a una crítica al líder libertario, a quien Caputo no se preocupó por proteger. De Loredo repitió los reproches que ya le hizo llegar al Gobierno, sobre cómo humilló a los aliados y los dejó fuera de las decisiones para luego exigirles apoyo. Ritondo también habló de mala praxis legislativa. Pichetto hizo buena letra cuestionando el ingreso de productos chinos a bajo costo. Ninguno entendió bien si había ayudado en algo.
La coalición imposible
Los diputados tampoco saben si Bennet tiene un asesor que le explique que sus invitados estaban lejos de garantizar mayorías legislativas que Milei necesita en diciembre. ¿Acaso vuelve la rosca de las fotos sin contenido?
Es un estilo que suele conformar a los presidentes que huyen de la política. El caso del Presupuesto 2026 preocupa y no es para menos: la negociación no toma forma y el 4 de noviembre hay fecha para dictamen. Preocupados por este cronograma, este lunes Martin Menem convocó a los jefes de bloque al salón de honor Participarían el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi.
Se supone que después de las elecciones se acelerará el intercambio de borradores, pero no hay nadie del Ejecutivo con oficio para modificar partidas de lugar, que es lo que reclamará la oposición. En IDEA, los gobernadores dialoguistas anticiparon que exigirán fondos que Milei les retiene para que le sobre plata. No seguirán tolerando que subejecute partidas con fondos específicos: si no las usa, es dinero de las provincias.
La única oferta guardada del Gobierno para contener a los mandatarios es una lista de proyectos de infraestructura, la versión libertaria de la obra pública. La propuesta llegaría al final para cooptar a algunos gobernadores, demorar el dictamen y aplazar la sesión. Milei quiere que el Presupuesto se trate con el nuevo Senado, en diciembre. Falta demasiado.