Con el libro de pases abierto, muchas de las figuras de Juntos por el Cambio (JxC) aún no definieron a qué equipo apoyarán en el partido final que disputarán Javier Milei y Sergio Massa por llegar a la Casa Rosada tras el Pacto de Acassuso. Detrás de ese reacomodamiento de voluntades se esconde una pelea por el liderazgo de la coalición entre el expresidente Mauricio Macri y los diez gobernadores electos. Mientras el fundador del PRO quiere que todo el espacio juegue abiertamente el 19N con el economista, los mandatarios buscan mantener la neutralidad y salen en defensa de la Unión Cívica Radical (UCR).
Macri, como contó Letra P, decidió apostar un pleno a una victoria de Milei y generó un tsunami cuando decidió formar el mileimacrismo. El respaldo del exmandatario, que se puso al frente de la campaña del economista, provocó el quiebre del PRO y de JxC. Dentro de la coalición que fundó juntos a otros exsocios, el ingeniero encontró la resistencia de los gobernadores Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Jorge Macri (Ciudad), Gustavo Valdés (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe). Todos ellos son conscientes del poder que tendrán en la nueva reconfiguración de la alianza y quieren jubilar a Macri para quedarse con el liderazgo de la coalición.
De ese grupo sólo Sadir, con el apoyo de Gerardo Morales, quiere rubricar un acuerdo con Massa. Sin embargo, el jujeño comparte la postura con sus pares de evitar que Macri "se convierta en el dueño del espacio" y por eso, detrás del discurso de la neutralidad, esconden un claro desafío al expresidente.
Macri, para buscar derrumbar ese muro que se levantó en contra del apoyo a Milei, puso la mira en los gobernadores radicales a quienes de forma directa e indirecta busca dividir. Quién expuso esa estrategia fue el diputado Mario Negri a través de su cuenta de Twitter.
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Al diputado se le sumaron los gobernadores del PRO que salieron en defensa de su pares de la UCR. El expresidente, por ahora, evita presionar a los mandatarios provinciales de su partido. "Es un límite que no cruzó, porque esta ocupado con los radicales. Si sé da cuenta de que necesita presionar más para que gane Milei, lo hará. Todo lo que él no puede controlar, busca destruirlo", le dijo a Letra P uno de los mandatarios del partido amarillo.
El primer gobernador del PRO que levantó públicamente la bandera de la neutralidad fue Torres. "Necesariamente las decisiones estratégicas tienen que pasar por donde hay estructura, por donde hay votos, por dónde hay responsabilidad ejecutiva. Yo creo que no va a existir más esa mesa de Juntos por el Cambio donde había personas que nadie sabe bien quiénes son y están puestas a dedo por algún dirigente", sostuvo en declaraciones a CNN Radio dando a entender que la conducción de JxC pasará por ellos y no por otra figura del espacio.
Luego fue el turno de Jorge Macri. "No voy a ser la excusa ni la razón para que se rompa Juntos por el Cambio. Algunos buscan la excusa para que se rompa. Es imprescindible que la unidad del espacio se sostenga. En términos personales, me voy a expresar más adelante, pero he estado siempre enfrentado al kirchnerismo y eso alcanza como definición", señaló. El fin de semana, según pudo saber este portal, Frigerio hará lo propio en el mismo sentido.
Poggi, aliado del PRO, fue otro de los mandatarios de la coalición que también salió al cruce de Macri. "Los gobernadores definimos que nuestra posición es no influir en el balotaje para definir en quién debe ser el nuevo presidente", afirmó.
El ballotage, de esta forma, terminó por disfrazar la pelea de fondo sobre el liderazgo de JxC. Y, como todo enfrentamiento, comenzó a formar bandos preparados para la escalada que se avecina en la discusión.