La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y el exmandatario Mauricio Macri acordaron este lunes por la noche respaldar al candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, en el ballotage que protagonizará con el aspirante de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, el 19 de noviembre. La decisión abrió una grieta en el partido amarillo ya que el sector moderado, identificado con Horacio Rodríguez Larreta, considera que lo mejor sería inclinarse por la abstención o el voto en blanco. "Nos mantenemos neutrales sí o sí", dijo el alcalde antes su círculo íntimo.
Con la decisión tomada, la titular del PRO canceló la reunión pautada para este miércoles ante la certeza de que no habría forma de llegar a un acuerdo y quedarían expuestas las opiniones contrapuestas. La idea del encuentro era definir la postura que tendrá el partido amarillo de cara a la segunda vuelta electoral.
"¿En nombre del republicanismo y el antikirchnerismo vamos a firmar un contrato en blanco?", se preguntó, ante Letra P, un dirigente cercanos a Bullrich y Macri y destacó la necesidad de que el PRO avance cuanto antes con una postura institucional para evitar la fractura.
La falta de acuerdos dentro del PRO pone en una posición complicada a los gobernadores electos, que asumirán el 10 de diciembre y tendrán que negociar con el gobierno nacional, sea cual fuere el color político."(La conducción) tiene que venir con una hoja de ruta clara porque nosotros ponemos mucho más en juego que cualquier otro dirigente", remarcó uno de los mandatarios electos.
Como si el malestar dentro del PRO fuera poco, en la últimas horas circuló un rumor que indicaba que al cónclave entre Bullrich y Macri estuvo invitado Milei. Al mediodía, la exministra de Seguridad dará una conferencia de prensa con quien fue su compañero de fórmula, Luis Petri, para hacer público su respaldo al economista ultraliberal, quien durante la campaña la tildó de "montonera, tira bombas". De hecho, la exministra lo había denunciado penalmente por "calumnias y falsa imputación".
Ante ese escenario, que desconcertó hasta los propios, resta ver si el macrismo estalla por el aire o la dirigencia puede acercar posiciones. En tanto, Juntos por el Cambio tendría las horas contadas para fracturarse dado que un sector del radicalismo ya anticipó que no respaldará al libertario y la Coalición Cívica comunicó que no se inclinará por ninguno de los candidatos.
Uno de los fundadores de JxC, Ernesto Sanz, advirtió que la coalición se romperá si el PRO se encolumna detrás del referente de La Libertad Avanza. “Si se decidieran cosas diferentes no hay razones para transitar un camino común”, sostuvo el dirigente radical.