Por viajes de referentes de todos los bloques a Estados Unidos a presenciar las elecciones presidenciales, la Cámara de Diputados aminoró su actividad esta semana, pero hay una guerra de sesiones para la próxima. Encuentro Federal, el bloque de Miguel Ángel Pichetto, y la nueva bancada radical (Democracia Por Siempre), quieren tratar la reforma de la ley de DNU.
Las gestiones comenzaron este miércoles y, como los números están justos, para no correr riesgos, los negociadores sondearon ayudas en el bloque de la UCR oficial, conducida por Rodrigo De Loredo, que firmó su propio dictamen, a través de Karina Banfi, y por ahora están dispuestos a defenderlo. El plan de los aliados anti Milei es sesionar el martes y volver a abrir el recinto el miércoles con otros proyectos que pide el oficialismo, como Ficha limpia, la privatización de Aerolíneas Argentinas y el juicio por jurados.
Como explicó Letra P, el dictamen de mayoría de la reforma de los DNU acota su vigencia a 90 días y exige que en ese plazo sea aprobado en ambas cámaras del Congreso. Fue firmado por los bloques EF, DPS y Unión por la Patria (UP) que, sumados, alcanzan 127 votos, dos menos que el cuórum. Se agregó la rúbrica de Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica. Los cinco votos de la izquierda alcanzarían para abrir el recinto.
El dictamen de Banfi no establece plazos de vigencia pero sí anula un DNU si lo rechaza una cámara. Con la ley actual (26.122), los decretos presidenciales siguen vigentes mientras no sean rechazados en ambos recintos. Juan López (CC) presentó un despacho similar. La jugada de ambos, por ahora, sería ir a todo o nada: tratar de voltear el dictamen de mayoría y pedir que se voten los suyos. La Libertad Avanza firmó un despacho de rechazo, mientras que el PRO y Provincias Unidas (partidos provinciales) no se pronunciaron.
El futuro de los DNU
La nueva alianza anti Milei activó las gestiones y hasta que no cierren los números no llamarán a una sesión. Oscar Carreño es quien lleva más negociaciones por Encuentro Federal, mientras que por el nuevo bloque radical tomó las riendas el jefe, Pablo Juliano. Sólo están en duda algunos referentes cercanos a gobernadores, como Franco Morchio (Entre Ríos), que votaría junto al PRO. Temen una postura similar del chubutense Jorge Ávila. Ambos integran la bancada de Pichetto.
Sonarán los celulares del Frente de Izquierda, que cuenta con cinco votos, y el del santacruceño Sergio Acevedo. Ferraro deberá pedir la ayuda de los otros cuatro miembros de su bloque. Para evitar contratiempos, Carreño y Juliano buscaron aliados en la UCR oficial, que estén dispuestos a votar el dictamen de mayoría si hace falta.
Apuntan al grupo de moderados, que integran Julio Cobos, Atilio Benedetti y Fabio Qeutglas. Además de Mario Barletta, que ya tiene bloque propio. Fuentes de la bancada conducida por De Loredo aseguran que el tema se debatirá en una reunión de bloque, si es que se convoca a sesión. La misma posición tienen en Provincias Unidas. "Hasta que no esté la citación no vamos a tomar postura", señalaron desde la bancada que representa a los gobiernos de Misiones, Salta y Río Negro. No siempre votan unidos.
La convocatoria a sesión especial llegará recién cuando Carreño y Juliano tengan la victoria garantizada. El último conteo de los aliados alcanzaba 131 votos, dos más que el cuórum, sin pedir ayuda a los radicales que no sacaron los pies del plato. Es demasiado fino para pedir una sesión: cualquier contratiempo puede arruinarla.
Unión por la Patria está dispuesto a ayudar pero exige para sesionar tratar el DNU 846, que flexibiliza los canjes de deuda y el uso del Fondo de Garantías de Sustentabilidad de ANSES. Fue una exigencia de Cristina Fernández de Kirchner, que pidió su derogación. De todos modos, en EF y DPS no hay posición unánime y la votación podría tener un final incierto.
La agenda opositora
En paralelo, la oposición no peronista planea otra sesión para la semana que viene, con temas que el Gobierno quiere tratar. Sería el miércoles incluiría el proyecto Ficha limpia, que impide candidaturas de quienes tengan condenas penales en segunda instancia. Es un pedido del PRO que el Gobierno avala y que tiene varios dictámenes que aún se deben conciliar.
La privatización de Aerolíneas no tiene los votos, al menos como quiere el Gobierno, con una venta total y sin dar explicaciones. EF y la UCR blue piden que se desprenda de menos de la mitad del capital. En la Casa Rosada piden ir a todo o nada a una sesión. "Ganamos, hasta perdiendo", es la consigna.
El proyecto de juicio por jurados tiene dictamen con firma a de todos los bloques y será aprobado cuando se trate. El sistema está vigente desde la Constitución de 1853 y nunca se reglamentó. El acuerdo contempla que el juez técnico que dirija los debates deba usar toga y martillo, como pide Javier Milei.
Un tema incómodo para el Gobierno es el dictamen que se firmó este martes que incorpora a la ley de protección y prevención de la violencia de género el acoso en ámbitos académicos y laborales. No fue firmado por el oficialismo, por pedido del secretario de Trabajo, Julio Cordero.
Recién para las próximas semanas el Gobierno buscará llevar al recinto el Presupuesto 2025. El diputado José Luis Espert suspendió la reunión de comisión prevista para este jueves, en la que iba a asistir el secretario de Salud, Mario Lugones. Al cierre de esta nota, aún no se había reprogramado.