Javier Milei sufrió otro revés este miércoles en Diputados. La oposición reunió una mayoría y dictaminó un proyecto para restringir el uso de los decretos de necesidad y urgencia (DNU): les otorga una vigencia de noventa días y en ese plazo debería ser aprobado por las dos cámaras del Congreso para quedar firmes.
El despacho de mayoría tuvo 36 firmas. Suscribieron Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia Para Siempre, el flamante bloque radical blue. Estas fuerzas pueden sumar 127 votos, dos menos que la mayoría del recinto, que pueden alcanzar con los cinco de izquierda. Pero otras bancadas también pidieron limitar los decretos presidenciales. La Coalición Cívica presentó su propio dictamen, que obliga a la aprobación bicameral, pero sin plazos. Karina Banfi (UCR) redactó uno similar.
El dato más preocupante para La Libertad Avanza (LLA) es que ningún bloque lo acompañó en el rechazo a la reforma de la ley de DNU. El PRO no se sumó y no tiene decidido un posicionamiento. Como contó Letra P, este martes Mauricio Macri fue a la reunión de bloque y pidió abrir un debate sobre cómo salir ileso del entuerto.
El bloque amarillo está dividido entre quienes quieren apoyar al Gobierno y quienes prefieren quedarse del lado de la oposición, porque tienen proyectos presentados contra el abuso de los decretos presidenciales. Recién tomarán postura antes de una sesión. Sin esta bancada, Milei no puede garantizarse un veto por lo que no tendrá más opción que abrir una negociación.
En UP y EF, las fuerzas que motorizaron el debate en comisión con un emplazamiento en la última sesión, aún discuten si convocar a una sesión especial para tratar la reforma de DNU dentro de 15 días o esperar al tratamiento del Presupuesto 2025. Tienen tiempo hasta fin de mes, cuando vence el período ordinario de sesiones. En el Senado no será fácil la sanción este año, porque difícilmente Victoria Villarruel abra el recinto hasta diciembre.
La reglas para el DNU
La ley de DNU, la 26.122, fue sancionada en 2006 como una reglamentación de la Constitución de 1994 y su autora fue la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner. Contempla que los DNU se mantienen vigentes hasta tanto las dos cámaras los rechacen, sin plazo alguno. De esta manera, si no hay mayorías en ambos recintos para que sea derogado, todo decreto queda firme. Interviene una bicameral de trámite legislativo, pero sus dictámenes no son necesarios para sesionar.
Ese juego quedaría descartado con cualquiera de los proyectos dictaminados. El de mayoría es el más restrictivo. Establece que los decretos perderán vigencia "en un plazo de 90 días corridos contados desde su publicación". Además, señala que en caso los DNU sean firmados fuera del período ordinario de sesiones, las cámaras podrán tratarlo igual sin esperar un llamado a extraordinarias del Poder Ejecutivo.
El dictamen aclara que si una cámara rechaza un decreto, queda anulado, ya que no habrá conseguido el necesario respaldo bicameral. Los despachos de la Coalición Cívica y la UCR coinciden en no poner plazo de caducidad para los DNU, por considerar que no es una restricción que existe en la Constitución, como sí ocurre en otros países.
López y Banfi sí proponen que un DNU quede derogado si una cámara lo vota en contra. Como actualmente no existe esa restricción, Milei puede aplicar el voluminoso decreto 70/23, una de las principales herramientas de gestión, pese que en marzo el Senado lo rechazó. El diputado de la CC plantea, además, que si los decretos que se anulan caduquen sus efectos jurídicos; mientras que su colega radical agrega facultades a la bicameral para garantizar su intervención.
Obligado a negociar
La reforma de la ley de DNU se trató en plenarios de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Peticiones, Poderes y Reglamentos. Estuvieron a cargo de Nicolás Mayoraz, de LLA. Fueron emplazados por la oposición en la última sesión e incluían tres jornadas. La de este miércoles fue la última y tenía la misión de dictaminar. Antes expusieron académicos y constitucionalistas, como Andrés Gil Domínguez.
El escenario para Milei no es fácil, porque si bien su postura sigue siendo el veto a una eventual ley, las dudas del PRO no le garantizan sostener esa maniobra en los recintos. "Si bien venimos de dos fracasos, a esta ley le tengo mucha fe en la insistencia en Cámara de Diputados. Estos años hemos visto como muchos diputados se levantaban de sus bancas en defensa de la república y las instituciones", sostuvo el socialista Esteban Paulón, de Encuentro Federal.
De todos modos, el oficialismo garantizó que el plan de Milei sigue siendo vetar la ley si pasa el filtro de las dos cámaras. "No especulen, las elecciones las van a perder en las urnas y, si llega el veto, bien merecido estará. Por hipócritas, por mentirosos y por fomentar la inseguridad jurídica", se enojó el diputado de La Libertad Avanza, Lisandro Almirón.
Le respondió Cecilia Moreau, de Unión por la Patria. "La Libertad Avanza está presentando un dictamen de insistencia a una ley que tiene como autora a Cristina Fernández de Kirchner. Me alegro que sepan lo que es gobernar. Se terminó muchachos: son casta, entiéndalo. Y sepan que el parlamento es el lugar para una patria justa, libre y soberana", chicaneó la diputada.