La reforma de la ley de alquileres, que ya cuenta con el aval de la Cámara de Diputados, quedaría a sólo un voto de ser sancionada en el Senado, donde su suerte dependerá de la misionera Magdalena Solari Quintana. Si bien se trata de una habitual aliada del oficialismo, su jefe político es el presidente de la Legislatura misionera Carlos Rovira, quien este miércoles aportó uno de los 125 votos que consiguió la iniciativa impulsada por Juntos por Cambio.
Rovira mantiene una alianza con el Gobierno a través del ministro de Economía, Sergio Massa, con quien negoció fusionar su partido con Unión por la Patria en las elecciones para garantizarse bancas en el Congreso. El tigrense se expresó en contra de la ley de alquileres hace dos años y, al parecer, no levantó el teléfono para que la dupla misionera, que siempre acompañó al oficialismo, mantuviera esa conducta en Diputados. Carlos Fernández votó con JxC y Diego Sartori no asistió.
Si Solari Quintana siguiera los pasos de Fernández, la reforma a ley de alquileres podría ser aprobada. Ante esa posibilidad, el jefe del interbloque JxC en el Senado, el radical Alfredo Cornejo, comenzó las gestiones este miércoles ni bien terminó la sesión en la Cámara baja. "Buscaremos darle sanción definitiva, a pesar de la parálisis por la obsesión del kirchnerismo con las causas judiciales de Cristina Fernández de Kirchner", anunció.
Como explicó Letra P, la reforma enviada al Senado modifica dos aspectos de la ley de alquileres: retorna los contratos a dos años (eran de tres) y libera los precios a un acuerdo entre las partes, con la posibilidad de aumentarlos con intervalos de 4 a 12 meses. El Frente de Todos la rechazó porque defiende la regulación actual, que limita los aumentos a un índice que combina la suba de precios y salarios, actualizado todos los años.
Además, el oficialismo propuso sin éxito sumar beneficios fiscales para quienes pusieran sus viviendas en alquiler y regulasen los alquileres temporarios. El bloque liberal, liderado por Javier Milei, votó en contra porque sólo aceptan la derogación. En el Senado no tienen representantes.
Si los dos referentes ligados al gobernador Juan Schiaretti (Alejandra Vigo y Carlos Espínola) imitaran a los diputados Carlos Gutiérrez e Ignacio García Aresca, votarían a favor de la iniciativa.
Con la misma proyección, debería acompañar la reforma el senador Alberto Weretilenck, gobernador electo de Río Negro, porque sus dos diputados afines votaron a favor y participaron de la redacción final. Juntos por el Cambio tiene 33 miembros en la Cámara alta y con los tres aliados llegaría a 36 votos, a sólo uno del cuórum.
Los otros dos senadores a buscar por la oposición son los exaliados que frustraron el primer intento oficialista por aprobar 75 pliegos judiciales: el entrerriano Edgardo Kueider y Guillermo Snopek. Pero las elecciones primarias los dejaron en mejores condiciones de negociar con sus excompañeros.
Kueider, en realidad, ya se había comprometido a aprobar los pliegos cuando obtuvo dictamen su proyecto para bajar los impuestos a las tarifas eléctricas. Además, su candidato a gobernador, Adrián Bahl, enfrentará en octubre a Rogelio Frigerio, del PRO. No es tiempo de mostrarse con representantes amarillos. Snopek, en tanto, ganó la interna de UP para ser candidato a diputado nacional en octubre. La esperanza de JxC es Solari Quintana. Y Rovira.
La agenda que viene
La aprobación de la reforma de la ley de alquileres encontró a varios miembros del oficialismo del Senado reunidos en el despacho del jefe del interbloque, José Mayans. "No puede ser que justo ahora nos venga este problema", fue el lamento unánime. Es que, por tradición o por pericia, en la Cámara alta la oposición de turno no suele impulsar debates incómodos y espera que le lleguen desde Diputados.
Sin chances de construir mayorías, por la partida del aliado Weretilneck, el oficialismo sólo puede negociar con JxC el cuórum, que si pide por la ley de alquileres, no habrá consenso posible. Además de los pliegos judiciales, Mayans quiere tratar proyectos reclamados por Massa, como la reforma de la Legislación Penal para adaptarse al combate del lavado de activos, un reclamo del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
También está pendiente la creación de un monotributo tecnológico, que obtuvo dictamen en la Comisión de Presupuesto, pero nunca llegó al recinto. El ministro de Economía la reclama para mostrarle a los jóvenes que votaron por Milei que también los tiene en cuenta. Necesita que el Senado la trate cuanto antes.