La victoria en las elecciones primarias del candidato presidencial de la Libertad Avanza, Javier Milei, trajo su primera consecuencia en el Congreso: el resto de la oposición negocia aprobar una derogación total de la ley de alquileres, pese a que hace un año firmaron un dictamen que sólo modificaba algunos artículos.
Las gestiones están a cargo de los referentes de Juntos por el Cambio, que tratan de encontrar un acuerdo con los bloques chicos para construir una mayoría. Este jueves tuvieron un zoom y por ahora no fue posible, pero seguirán intentándolo.
La única forma de derogar la ley es modificar el dictamen, porque de lo contrario se necesitarían dos tercios. De mínima, le harán nuevos cambios en el recinto, para que la norma quede casi extinguida y evitar los reproches de Milei.
Hay tiempo para consensuar hasta el miércoles 23 a las 12 horas cuando, por un pedido que hizo en la sesión del 5 de julio el jefe de la UCR, Mario Negri, todas las fuerzas no oficialistas convocaron a una sesión para tratar "proyectos o dictámenes" referidos a la ley que regula el mercado de alquileres. El diputado libertario también firmó, por lo que se descuenta que dará cuórum.
La norma fue sancionada en 2020, que tiene como aspecto central elevar el plazo de los contratos de dos a tres años; y crear un tope para actualizarlos, a través de un índice que combina la variación de precios y de salarios. Como ambos indicadores se dispararon en los últimos años, los valores de los alquileres se fueron a las nubes.
El año pasado se debatieron en comisiones de Diputados los proyectos para modificar la regulación, pero no hubo un consenso para llegar con una definición al recinto. Durante las discusiones, las inmobiliarias responsabilizaron a la norma por la retracción de oferta, entre otras cosas porque también las obliga a declarar los contratos en la AFIP. Mientras que las agrupaciones de inquilinos la defienden: sus referentes advirtieron que los precios no bajarán si se vuelve al libre mercado y, además, perderán otros beneficios que tiene la ley.
Algunos son la prohibición de pedir depósitos mayores a un mes de alquiler y que se devuelvan a valores actualizados a los últimos días del contrato. También se incorpora un menú de garantías, que suma como opciones el aval bancario y el seguro de caución. Actualmente, se suele exigir una propiedad.
El Frente de Todos firmó un dictamen para sostener la ley como está, pero sumando incentivos fiscales a los propietarios y un plan de construcción de viviendas para mejorar la oferta.
Por temor a quedar enfrentados al sector de inquilinos que se moviliza por estos temas, JxC desistió de pedir la derogación total y consensuó una reforma parcial. Presionaron por llegar a ese acuerdo la UCR y Evolución radical. Propusieron retornar a los contratos de dos años con acuerdo libre de precios, con la posibilidad de actualizarlos por intervalos de entre tres y 12 meses. Sólo plantean como un posible consenso entre las partes usar como variantes de actualización la evolución de inflación o salarios.
El dictamen opositor nunca pudo tratarse por la resistencia de los partidos provinciales de Río Negro y Misiones, que suele acompañar al oficialismo y esta vez habían negociado con JxC. También se corrió del acuerdo Graciela Camaño, referente del interbloque federal. Ambos pedían que el plazo de actualización no pudiera ser menor a seis meses.
El consenso se frustró además porque los dos socialistas (Enrique Estévez y Mónica Fein) no querían votar la reforma; y los cuatros liberales (Milei, Victoria Villarruel, Carolina Piparo y José Luis Espert), exigían la derogación total. El cuórum nunca fue posible. Si la dupla de socialistas se
La nueva negociación
Minutos después que la oposición se uniera para convocar a la sesión del 23, en los pasillos del Congreso empezó una negociación entre los referentes de Juntos por el Cambio para definir si lo mejor era aprobar el dictamen opositor o ir por una derogación total de la ley, una opción que siempre reclamó el PRO.
La sorpresiva victoria de Milei obligó a todos a revisar sus posturas. Karina Banfi, vice del bloque radical y ganadora de las primarias (estuvo tercera en la lista de diputados bonaerense de Patricia Bullrich), fue una e las primeras en pedir la derogación de todo el articulado, que significaría volver a regir los contratos por el Código Civil.
El argumento para cambiar el rumbo sería el incremento de la inflación, que imposibilita siquiera una previsión trimestral para definir los valores de los contratos. Pero a nadie le escapa que abrir el recinto para dejar la ley parcialmente vigente, sería darle el micrófono a Milei e invitarlo a lucirse después de su triunfo.
Con ese panorama, el partido provincial de Río Negro evalúa plegarse a la derogación. "Es una posibilidad", reconoció una fuente de la negociación a Letra P, pero por ahora no acordaron. Resta la definición de la dupla de Misiones, aliada del oficialismo en la provincia. En ambos distritos Milei ganó con comodidad, aunque en la litoraleña la Justicia le bajó las listas de candidatos legislativos. Con los números de las primarias, hubiera ganado dos senadores y dos diputados.
En JxC no dudan que los diputados de Córdoba (integran el interbloque federal) no bloquearán un acuerdo, porque también perdieron en su tierra con los liberales. El trío de liberales (Milei, Victoria Villarruel y Carolina Píparo), firmaron la convocatoria y podrían ser claves para el cuórum.
La única opción para derogar la ley es modificar en el recinto el dictamen de la oposición. Si Milei quiere tomar ese camino deberá plegarse al JxC, porque, además, no presentó ningún proyecto propio. Pero la negociación está abierta. La sesión para el miércoles se mantiene vigente y este jueves fue convocada oficialmente por el secretario parlamentario Egardo Cergnul.
En el Frente de Todos por ahora predomina la posición de no dar cuórum, ingresar al recinto sólo si la oposición lo consigue y, llegado el caso, defender el dictamen que firmaron para sostener la ley. Un antecedente que complica esa decisión: en noviembre de 2021, en un acto realizado en la Confitería El Molino, en la esquina del Congreso, Sergio Massa propuso suspender la ley de alquileres por un semestre para evaluar una mejor. No fue tenido en cuenta. Ocho meses después, se convirtió en ministro de Economía y ahora es candidato a presidente.