A pocas días del primer test electoral del año para los santafesinos, en las PASO del domingo 16 de julio, las encuestas que vuelan en los últimos días reflejan muchos escenarios abiertos pero solo una certeza: el frente de frentes funcionó. No hay trabajo estadístico que no ubique a Unidos para Cambiar Santa Fe cerca de los cincuenta puntos de intención de voto. Allí, en esos números, están las razones de los meses de negociación y, más aún, de la tensión que reina en la disputa de la alianza opositora: todos sienten que el que gane será el próximo inquilino de la Casa Gris.
Las encuestas le otorgan a Unidos una potencialidad que hace años no alcanza ninguna propuesta electoral. El último candidato a gobernador en superar la barrera de los cincuenta puntos fue Hermes Binner, en 2007. En las elecciones subsiguientes, el escenario tendió a dividirse en tercios, especialmente desde el nacimiento de una tercera fuerza por derecha. La elección del 2015 fue paradigmática: el peronismo, el Frente Progresista y el PRO quedaron en empate técnico, los separaron dos puntos y Miguel Lifschitz se consagró gobernador por menos de dos mil votos.
Por ejemplo, la última encuesta de la consultora Innova Opinión Pública, hecha a mediados de junio en la ciudad de Rosario, ubica al frente de frentes en el orden del 44% de intención de voto a gobernador, mientras que el peronismo alcanza el 33%, con un 7% de indecisos. En la categoría a intendente de Rosario el esquema se repite: 41% para Unidos, 27% para el peronismo, con 11% de indecisos. Así las cosas, con los nuevos acuerdos pareciera ser que se firmó la partida de defunción del esquema de tercios que gobernó el escenario electoral santafesino.
Para Guillermo Variego y Martín Ostolaza, directores de Innova Opinión Pública, el armado opositor tuvo dos consecuencias positivas para la oposición de cara a las PASO. Por un lado, “logró contener a la gran mayoría del arco opositor, reduciendo otras iniciativas a expresiones mínimas”; por otro lado “en las disputas ejecutivas, tanto en la provincia como en las dos ciudades de primera categoría, consiguió retener sin filtraciones el caudal de votos que tenía el Frente Progresista y Juntos por el Cambio por separados”. De esta manera, superan al peronismo en las sumatorias de frentes.
Informe - Rosario - Junio 23 - Medios-1.pdf
Otro ejemplo de trabajo estadístico que insufla ánimos a Unidos para Cambiar Santa Fe es la de CB Consultora Opinión Pública que se conoció en las últimas horas. Allí, el frente opositor alcanza el 54,4%, repartidos entre Maximiliano Pullaro -que ganaría la interna con 22,2-, Carolina Losada -segunda, pero cerca, con 21,8%- y Mónica Fein -10,4%-. En ese escenario, el peronismo quedaría lejos con tan solo 24,7 de los votos. Esa interna se la quedaría Marcelo Lewandowski, quien arrasaría con 16,2% frente a Marcos Cleri -3,1%-, Leandro Busatto -2,8%- y Eduardo Toniolli -2,6%-. CB recoge un 8,9% de indecisos.
Con el diario del lunes, la oposición hizo lo que tenía que hacer: en 2019, la suma de los votos de Juntos por el Cambio y del Frente Progresista superaron al peronismo. Si para ganarle la provincia al peronismo en 2007 hubo que unirse, también había que hacerlo ahora. Sin embargo, armar el frente de frentes no fue fácil, hubo meses y meses de negociaciones que parecieron fracasar más de una vez. Sobre el filo, hubo acuerdo, pero empezó el lento proceso de aprender a convivir. Por ejemplo, la disputa por el nombre del nuevo juguete llevó mucho más tiempo de lo que se pensaba.
Esa tensión se trasladó a la disputa electoral. Es una creencia extendida en el frente opositor que el que gane la interna se impondrá al peronismo. Creen que es el 16 de julio y no el 10 de septiembre el día en el que se sellará su suerte. Por eso se ve una disputa tan sangrienta entre Maximiliano Pullaro y Carolina Losada, a todo o nada, especialmente de parte de la periodista que sigue los consejos de su campañólogo Lucio Guberman, para quien, tras una interna así, quedan enojados los dirigentes y no los votantes. Con ese mantra, avanza sin importarle el daño colateral.
ActoUnidos.jpeg
El acto fundacional Unidos para Cambiar Santa Fe en Cayastá,
Con la mirada puesta en las generales, Variego y Ostolaza señalan dos desafíos para quien sea el candidato de la oposición. Uno es, obviamente, “contener los votos de una interna que escaló a niveles de confrontación que sorprendieron”. Pero el otro no está siendo incluido en los análisis y es fundamental: “Persuadir a los votantes socialistas, cuya candidata quedará tercera en la interna, de que Juntos por el Cambio es mejor opción que el peronismo”. A ese voto progresista de Mónica Fein puede apuntar Marcelo Lewandowski, más que seguro triunfador de las PASO peronistas.
Quizás por eso, un operador de los que estuvo en la cocina y tejió el acuerdo opositor no quiso adelantarse ante la consulta. “El 11 de septiembre te digo si funcionó”, dice. Si bien este armador cree que “la mayoría de los votos se van a conservar”, reconoce que puede haber una merma producto de la interna feroz. En ese sentido, un dato de la última encuesta de la consultora Management & Fit aporta incertidumbre: Fein es la única candidata de los tres que participan de la interna que creció en intención de voto en el último mes.