En el peronismo santafesino preocupa el tono con el que arrancó la campaña del precandidato a la gobernación Marcelo Lewandowski, al que algunos consideran "amateur" y "desordenada". El senador es el favorito dentro de la interna del oficialismo, pero algunos movimientos de inicio en su estrategia siembran dudas.
Dos rasgos sobresalen en el comienzo de la campaña del periodista. Por un lado, algunos señalan que carece de una narrativa clara, bien marcada. Y, por otro lado, en términos declarativos, el precandidato no profundiza conceptos y lo hace desde una postura de opinador. Como ejemplo, citan que cuando le toca hablar sobre el gobierno de Omar Perotti se limita a decir: “Mantendría las cosas buenas y cambiaría las malas”. El cuestionamiento es muy similar al que recibe la periodista Carolina Losada en la oposición.
En el plano de la estética, Lewandowski eligió un spot en el cual realza su condición de justicialista y juega con las W de su apellido y las vincula con la V peronista. Ese detalle le valió críticas desde el oficialismo, donde se entiende que una figura como la del senador, que todavía mantiene rasgos de outsider, debería venderse como apartidario.
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En ese mismo registro, un reconocido consultor santafesino le dijo a Letra P que la campaña del senador en términos publicitarios “es mala y demodé, son viejos los colores elegidos y las palabras que usa ya están gastadas. No arranca la campaña, la veo lenta”.
Como contó este medio, Lewandowski y Perotti hacen cada uno la suya. El senador tiene sus jefes de campaña y el gobernador eligió la suya. Van por caminos separados y, eventualmente, se juntarán en alguna actividad puntual. No obstante, en el perottismo creen que el senador necesita al rafaelino para elevar su nivel de conocimiento en el centro norte de la provincia.
Así como Lewandowski es favorito en el PJ, la senadora Carolina Losada y el diputado provincial Maximiliano Pullaro lo son en la interna de Unidos. Al comparar las campañas del trío, hay una enorme diferencia entre el trazo opositor con respecto al del oficialista.
Más allá de la virulencia con la que juegan Losada y Pullaro, ambos acapararon la atención de la cancha, por un lado, y pusieron en marcha un despliegue de equipos para nada menor, por el otro. Eso, en Lewandowski, no se ve.
“Cuando tenés una agenda política como la de Santa Fe tan cargada de potencia negativa y cuando tenés una interna enfrente tan fuerte y tan disputada que se está llevando todo el protagonismo, Lewandowski corre atrás y de manera muy liviana”, ahondó el consultor.