Horacio Rodríguez Larreta cerró la Fase 1 de su campaña presidencial con el acto de lanzamiento de su precandidatura en Tres de Febrero junto al intendente anfitrión Diego Valenzuela y el diputado Diego Santilli, su apuesta para competir por la gobernación bonaerense. Seis horas después de remarcar, con un video filmado en Santa Cruz, que el eje central de su búsqueda para sentarse en el sillón de Rivadavia será la antigrieta, el jefe de Gobierno recalculó ante vecinos al sentenciar que "no hay margen" para dialogar con el kirchnerismo. Del paisaje asilado patagónico pasó al conurbano bonaerense, terruño que puede definir cualquier elección.
"La grieta es dividir la sociedad en buenos y malos. No podemos funcionar así. El camino es terminarla. No puede ser que el que no piensa como vos no es un objetivo a destruir”, dijo el alcalde estrenando su traje de presidenciable oficial, ante un centenar de personas que le plantearon diferentes preocupaciones.
Con un discurso que pretende ser paloma , pero con párrafos en modo halcón, en la mesa de campaña del jefe de Gobierno están convencidos que deben diferenciar entre plantear diferencias con el kirchnerismo, frente la visión más ultra que esboza la presidenta del PRO, Patricia Bullrich. Con la exministra, a pesar de las diferencias, para Larreta es posible mantener una “discusión” porque hay “chances de diálogo”, aunque el conflicto escale como sucedió con el hilo de tuits que Bullrich públicó el miércoles o los reproches contra su gestión por no habilitar las pistolas Taser.
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Ante la prensa y ya en modo campaña, Larreta procuró aclarar que con el Frente de Todos no hay forma de avanzar en ningún tipo de consenso, mientras fuera de micrófono sostiene que, en la antesala electoral, Juntos por el Cambio (JxC) parte de un piso alto en intensión de votos, con alrededor del 40%. Si el objetivo es impulsar reformas estructurales, de las que no ahondó mucho durante el evento, cada uno de los escaños del Congreso son de suma importancia para su ansiada gestión.
“Hay confianza en que podemos conseguir la mayoría en ambas cámaras”, se entusiasman cerca de Larreta. Al igual que en 2016, en JxC están convencidos que cualquier bloque que sobreviva del FdT, se podrá dividir aún más si el oficialismo pierde.
Fuera de los cálculos electorales, en su primer actividad como precandidato Larreta escuchó durante más de 20 minutos a vecinos de Tres de Febrero. Como un director de orquesta, el alcalde pasó el micrófono a Santilli o a Valenzuela, dependiendo de la temática. Cuando le llegó el turno de replicar en vivo y en directo su discurso de lanzamiento, el aspirante presidencial procuró mantener la misma lógica de priorizar “los problemas de la gente”, si bien aprovechó la oportunidad para polarizar con el kirchnerismo.
Antes del acto, Larreta le blanqueó a su grupo de colaboradores que conversó el miércoles con el expresidente Mauricio Macri, antes de su lanzamiento virtual en redes. No esperaba, según reconstruyó Letra P, que el exmandatario reaccionara a su anuncio, como hizo con un gélido posteo en sus redes. Y por primer vez cerca del jefe de Gobierno empezaron a ver con malos ojos la indefinición del fundador del PRO sobre si será candidato o no . “No le gusta esa ambigüedad, le preocupa por las consecuencias que puede tener”, agregó uno de los hombres de consulta diaria del alcalde.
El lanzamiento congregó a buena parte de la mesa chica larretista. El jefe de Gobierno fue escoltado por el secretario de Medios, Christian Coelho, y el de Comunicación, Contenidos y Participación Ciudadana, Federico Di Benedetto, que se encargan de definir la puesta y el discurso. Fuera de la ronda de vecinos estaban el vicepresidente primero de la Legislatura, Emmanuel Ferrario, y el secretario de Proyección Federal, Eduardo Macchiavelli, que seguían con atención cada segundo. Lo mismo hizo desde México el exjefe de asesores del alcalde, Juanjo Méndez.
