El bloque Democracia para Siempre (DPS), surgido este año en la Cámara de Diputados tras la escisión de un sector de la UCR, ya atraviesa su primera crisis interna. La votación fallida para voltear el Decreto de Necesidad y Urgencia ( DNU) 846, que modifica las restricciones para el canje de deuda, dejó en evidencia profundas divisiones dentro del espacio.
La ausencia en cinco de las 12 bancas del bloque en la sesión de la semana pasada puso al rojo vivo al sector. La tensión se agiganta en perspectiva: el 75% de la bancada finaliza su mandato en diciembre del año próximo y reina la incertidumbre acerca de cuál será el artefacto electoral que le dará cobijo a quienes quieren seguir en la cámara baja para que este conglomerado continúe al menos con una fuerza similar a partir de 2026.
Cronología de la fisura en la UCR blue
El martes pasado la sesión convocada por Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre para tratar el DNU 846 no logró alcanzar el cuórum necesario, debido a la ausencia de cinco de los 12 diputados de DPS: Jorge Rizzotti, Melina Giorgi, Manuel Aguirre, Marcela Antola y Juan Carlos Polini acataron la orden de sus gobernadores y le sacaron el cuerpo a la sesión.
Pablo Juliano, jefe del bloque DPS, acusó duramente a sus colegas ausentes, señalando que su decisión de no apoyar el cuórum favorecía la impunidad del Gobierno. En paralelo, el formoseño Fernando Carbajal utilizó su cuenta en las redes sociales para desafiar públicamente al líder del bloque de la UCR, Rodrigo de Loredo, a sumar a los diputados faltantes. Su mensaje, que generó una ola de réplicas y debates, fue interpretado como un llamado a la responsabilidad de DPS en momentos críticos.
Mientras tanto, en Formosa, la UCR donde talla Carbajal, cerró una alianza con La Libertad Avanza, el PRO y otros partidos para enfrentar al candidato de Gildo Insfrán en la elección municipal de la ciudad de Clorinda en abril próximo. En el radicalismo le cuestionan la doble vara que combina acuerdos locales amplios con un discurso más confrontativo en la esfera nacional.
El juego en Diputados
Un día después, la sesión convocada por la Coalición Cívica y DPS para tratar un proyecto sobre ludopatía también enfrentó problemas de asistencia en el radicalismo blue. La mitad de la bancada no dio cuórum, lo que generó tensiones internas. Sin embargo, la presencia de la UCR permitió alcanzar el número necesario para iniciar la sesión. Una vez logrado el cuórum, el resto de DPS se integró a la discusión.
El jueves, durante la sesión convocada por el PRO para tratar el proyecto de Ficha Limpia, DPS volvió a evidenciar grietas internas. Esta vez, Mariela Coletta y Rizzotti estuvieron ausentes, repitiendo un patrón de división que ya preocupa a las fuerzas aliadas en la Cámara de Diputados.
Las tensiones internas de DPS no solo se visibilizaron en el recinto, sino también en las redes sociales. Las divisiones internas y los reproches públicos están poniendo a prueba la capacidad del bloque para actuar como un bloque cohesionado. La tensión refleja no solo diferencias estratégicas, sino también desafíos para consolidar su identidad política en un Congreso cada vez más fragmentado.
Este escenario se potencia con la inminencia del año electoral. En diciembre de 2025 nueve integrantes de DPS terminan su mandato y no está claro con qué fuerza política defenderán la posibilidad de retener sus bancas en las elecciones legislativas.
Con la alianza Juntos por el Cambio transformada casi en una especie en extinción, los bonaerenses Facundo Manes y Danya Tavela, la porteña Ana Carrizo, el chaqueño Juan Carlos Polini, la entrerriana Marcela Antola, la santafesina Melina Giorgi, la pampeana Marcela Coli, el correntino Manuel Aguirre y el formoseño Carbajal deberán definir con qué sello intentarán competir el año que viene. Las opciones están condicionadas a las realidades políticas provinciales, que condicionarán los armados. Reactivos a La Libertad Avanza, una remake de JxC, la vieja Lista 3 o algún combo centrista podrían ser algunas de las alternativas, pero en un tablero polarizado nada está asegurado.