OPERATIVO DESPEGUE

La Pampa: Ziliotto toma distancia de la Casa Rosada en la recta final de la campaña

A 10 días de las elecciones, el peronismo se aferra al "modelo pampeano" para blindarse frente al dólar y la inflación. El contraataque de Juntos por el Cambio.

A menos de dos semanas del “Día D”, el gobierno de La Pampa que busca sostener el invicto peronista en elecciones ejecutivas desde la recuperación de la democracia confía en las recetas de toda la vida y hace fuerza para que la sutileza de su Operativo Despegue le permita marcar diferencias con el gobierno nacional. Por eso mismo, la oposición de Juntos por el Cambio (JxC) apela a un perseverante contraataque que demuestre que la provincia y la Nación “son lo mismo”.

En busca de su reelección, Sergio Ziliotto confía en su impronta “gestionadora”, que hasta la oposición le reconoce, en tanto que su contrincante, el diputado nacional por el radicalismo Martín Berhongaray, insiste en mostrarse como un moderado, pero sin renegar de que quienes están a su alrededor fomenten la grieta con la que, huelen, pueden conseguir mejores éxitos.

Las elecciones del próximo 14 de mayo en La Pampa estarán polarizadas, aunque hay otras cuatro fuerzas que buscan representación legislativa y lo más probable es que una de ellas, Comunidad Organizada, logre alguna de las 30 bancas de diputaciones provinciales que se ponen en juego. El partido que propone como gobernador a Juan Carlos Tierno es desde hace tiempo una tercera fuerza con alrededor del 10% de los votos, que cosecha voluntades de diversos ámbitos del mapa político: Tierno hizo trayectoria como funcionario público del justicialismo, pero una vez que dio el portazo eligió un discurso antiperonista que lo acercó a Patricia Bullrich y a ser parte de Juntos por el Cambio.

El “modelo pampeano”

Desde el inicio de la campaña, y aún antes de ser candidato, Ziliotto dejó en claro que lo que se ponía en juego en esta puja electoral era el “modelo pampeano”. Es el mejor modo de tomar distancia de un gobierno nacional venido a menos, que no sabe qué trole hay que tomar para seguir. Las últimas encuestas son terminantes: Ziliotto tiene una imagen positiva del 67,9% (el gobernador mejor visto del país) y el presidente Alberto Fernández en La Pampa llega al 36,5% con una imagen negativa del 61,7%, según la tradicional medición de CB Consultora.

Eso no impide que en voz baja el gobierno provincial reconozca que la gestión nacional en sí misma le ha permitido en estos años buenos dividendos a La Pampa, con acceso a recursos, obra pública y decisiones beneficiosas. Esas medidas se cuentan en sociedad, otra vez, como fruto de “la gestión” antes que representarse en caras de autoridades o visitas de campaña.

En la última semana, el Ejecutivo provincial encontró otro motivo para confrontar con la Nación: el ministro de Economía, Sergio Massa, firmó un pacto con el gobierno radical mendocino para el avance de la represa El Baqueano, que La Pampa resiste política y judicialmente. Ziliotto ensayó una sobreactuación de rechazo a la movida: una temática que en otro lugar o en otro momento quizá no hubiera tenido impacto en la población, pero ahora en La Pampa esa cuestión está en el radar por la concientización sobre los derechos hídricos que hizo carne la lucha por el Atuel.

Desde el fondo de la historia

El peronismo lleva 40 años en el poder pampeano y nadie le niega que tiene un estilo, al que incluso le llueven elogios nacionales cuando se comparan los índices y la calidad de vida con otras provincias.

El peronismo ortodoxo de La Pampa siempre hizo intentos de diferenciarse de los mandatos nacionales: sus políticas públicas, con Estado siempre presente, convirtieron en caciques a quienes marcaron diferencias con las conducciones centralistas del partido. Rubén Marín acompañó en los ’90 a Carlos Menem, pero fronteras adentro gambeteó todas las privatizaciones que le exigía Domingo Cavallo: la caja previsional, el banco, el canal de televisión, todo siguió en manos del Estado. Carlos Verna se hizo líder en su confrontación contra el kircherismo militando su “defensa del interés provincial”, que lo llevó a tensionar hasta su eslogan dicotómico “La Pampa o La Cámpora”.

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Hoy el peronismo sabe que para ganar necesita de La Pampa y de La Cámpora, y también marcar distancias y disidencias con el gobierno nacional. “No tenemos nada que ver con la inflación, con el dólar, con la macroeconomía. El 14 de mayo vamos a defender los candidatos provinciales y locales”, dijo Verna en su reaparición pública, tres años, cuatro meses y ocho días después de ausencias en actos públicos. En la foto de ese día solo estuvieron su dirigencia del riñón, sin el gobernador Ziliotto. Esa foto que no fue todavía resulta un misterio: ¿aparecerá sobre la hora de la elección o seguirá siendo una leyenda no concretada que demuestra el nivel de tensiones entre los dos referentes principales de la mayoritaria Línea Plural del oficialismo?

Ziliotto es Alberto

La oposición juega a aprovechar esos ruidos y esas grietas. Deshilachada, con estrategias enfrentadas y figuras que charlan poco y nada entre sí, sin embargo esta semana JxC logró algo literalmente extraordinario en ese panorama: firmar un documento conjunto.

El objetivo salta a la vista en la primera línea: es tanto el afán de pegar al peronismo pampeano con el gobierno nacional que ese documento comienza recordando que el Presidente y Cristina Fernández de Kirchner hicieron el gran acto de su campaña 2019 en La Pampa, para el Día de la Lealtad. “Se fundieron en un abrazo con Ziliotto”, recuerda la oposición esa foto que ahora el peronismo pampa disimula.

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“Ese mismo abrazo, que nuestro gobernador siguió fortaleciendo, apoyando cada una de las medidas que el presidente Fernández y la vicepresidente Kirchner tomaron, pese a que perjudicaban a la mayoría de los pampeanos", mete cizaña Juntos por el Cambio y culpa a la provincia de los altos impuestos, de “la inflación, de la catástrofe económica y el deterioro social”.

JxC sabe que para soñar con una victoria el 14 de Mayo tiene que contraatacar sin piedad contra el Operativo Despegue e instalar la idea de que Ziliotto es Alberto: lo demuestra la historia, en la que el peronismo sostuvo su invicto desde 1983, pero pegó un inolvidable tropezón en las legislativas de 2021, cuando la alianza percibió que podía pensar en grande.

El intendente Luciano di Nápoli, que va por la reelección en Santa Rosa, junto al gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto. Gentileza www.radiokermes.com
El radical Francisco Torroba, junto al candidato a gobernador Martín Berhongaray, quiere volver a ser intendente de la capital de La Pampa.

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