El gobernador ganó protagonismo con la movida federal y mete presión en casa: devolvió a la Legislatura la pelota por Medanito y estudia cambios de gabinete.
El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, sale fortalecido como referente de la movida federal que triunfó en el Senado.
Aprovechando la ola favorable que le dejó la victoria en el Senado, para la que empujó desde el bloque federal, el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, mete presión para provincializar intereses y hacer confluir en su postura a las intendencias de la oposición política.
Ziliotto salió fortalecido de la sesión del jueves en la cámara alta, logró que el senador de la UCR Daniel Kroneberger y la senadora del PRO Victoria Huala se alinearan con la posición pampeana, les hizo ese reconocimiento público y además obtuvo un espaldarazo contundente de un masivo scrum de municipios de todos los colores, incluyendo a los partidos de Juntos por el Cambio.
El PJ pampeano quiere asegurarse que la oposición no pueda juntar sus partes para las elecciones de octubre. Además, Ziliotto teje con un ojo en 2027: no tiene reelección, pero aspira a incidir lo más posible en nombres y perspectivas de su sucesión. En la otra vereda también hay cálculos y especulaciones, aunque falta mucho tiempo: la posibilidad de un rejunte no peronista despierta disidencias y habilita portazos.
Ziliotto percibe que la jugada de la semana pasada fue todo ganancia para él. Se transformó en una cara visible de la ofensiva de los gobernadores porque fue uno de los cinco mandatarios elegidos como delegados para hablar con el gobierno nacional. También porque es la cara de una provincia desendeudada y con histórico equilibrio fiscal que, desde el primer día, sostuvo la resistencia contra los manotazos del Tesoro nacional.
Ahora Ziliotto aspira a que la relativa nacionalización de su figura, como uno de los líderes de la propuesta federalista que derivó en el cimbronazo en el Senado, genere en la provincia, como ha sido siempre, una suerte de coraza contra los cuestionamientos locales internos.
Por eso, en ese contexto, sacudió uno de los temas que más agitan la interna del PJ: la licitación por el área petrolera Medanito. Después de los escarceos en el bloque oficialista, devolvió la pelota a la Legislatura y puso a disposición de la cámara un data room, que era la exigencia de distintos actores. La próxima jugada depende de los diputados.
También analiza para estas semanas la posibilidad de un volantazo en el gabinete. Con su equipo, estudia un rediseño y algunos nuevos nombres, entre los que resalta el del diputado Ariel Rauschenberger.
Ziliotto sabe que más temprano que tarde será él mismo quien tenga que apadrinar a un candidato para las legislativas, porque el líder de la mayoritaria Línea Plural Carlos Verna se corrió de esa escena. Aunque amagó con un camino similar, el intendente de Santa Rosa, Luciano di Nápoli, juega a postular a su par de Lonquimay, Manuel Feito.
El gobernador sabe que si el armado nacional con sus pares se sostiene y solidifica, tendrá menos flancos de cuestionamiento en el pago chico.
Esa mirada hacia adentro del PJ, Ziliotto la complementa con el reconocimiento de la oposición tradicional. La Libertad Avanza con Adrián Ravier está lanzada a un discurso antisistema y el peronismo aspira a que sectores del PRO y de la UCR acepten algunas condiciones en defensa de la provincia.
Así ocurrió en estas semanas. Ziliotto destacó en ese sentido el rol que cumplieron Huala y Kroneberger, además obviamente del senador peronista Paly Bensusán. "Honraron la representatividad de su distrito", dijo al evaluar lo ocurrido en la cámara alta. Ahora viene la etapa para evitar que Martín Ardohain y Martín Maquieyra sean otra vez los "héroes" que busca Javier Milei para vetar las leyes sancionadas.
Hay un ida y vuelta y hay tironeos. Más de 70 intendencias pampeanas le pusieron su rúbrica a un contundente apoyo a los proyectos que permiten la recuperación de fondos por parte de las provincias. Desde ya que las comunas justicialistas sumaron su firma, pero tampoco los municipios radicales y del PRO escatimaron apoyo. Se autodefinieron como "unidos para recuperar federalismo".
Insistieron en que la propuesta no afecta los fondos de la Casa Rosada, aseveraron que los reclamos son "justos y legítimos" y llamaron a "recuperar uno de los principales valores que consagra la Constitución Nacional".
En el marco de los puentes con intendencias opositoras, este sábado, por segunda vez en dos semanas, Ziliotto le dio buenas noticias a Eduardo Castex, la ciudad norteña que gobierna la intendenta más importante que tiene el radicalismo, Mónica Curutchet.
Primero fue la inaguración de viviendas sociales y el anuncio de que se construirán más. Esta vez, la firma del convenio que permitirá la refacción y ampliación de la planta de procesamiento del frigorífico.
Curutchet describe con desazón los problemas socioeconómicos derivados del retiro del gobierno libertario y también se queja de los palos en la rueda que el PJ le pone en su comuna, pero deja muy a salvo a Ziliotto. "El gobierno provincial siempre me da respuestas y hay una relación muy respetuosa. El gobernador ve en Castex pampeanos y pampeanas, más allá del signo político del intendente", elogió.
Curutchet es una de las figuras de la UCR que tiene más proyección y su nombre es mentado por alguna dirigencia partidaria para el caso de que el exdiputado Martín Berhongaray, como parece, no se juegue en las legislativas de octubre. Curucthet dejó en claro que no tiene esa postulación en su radar, pero al radicalismo no le sobran nombres fuertes para ser competitivo.