GOBIERNO | EL AJUSTE

La Pampa: la motosierra de Javier Milei rebanó en enero $ 4.461 millones del fondo anticíclico

La reducción de fondos golpea a toda la Patagonia, pero el gobierno de Ziliotto se ve forzado a manotear ahorros. El detalle de la sangría.

La motosierra ajustadora del gobierno de Javier Milei rebana de a poco los ahorros que La Pampa supo hacerse en varios años: el recorte de recursos nacionales impacta de lleno en el fondo anticíclico que con paciencia de orfebre amucharon varias gestiones provinciales. La caída es el fruto del achique de la coparticipación, de la eliminación de la inversión en obra pública y del retaceo de aportes no reintegrables que hasta el año pasado nutrían diferentes programas oficiales.

En la misma posición está la Patagonia completa, aunque cada jurisdicción tiene sus particularidades políticas, económicas y financieras. Sí es un lugar común el achique de fondos a disposición. En enero, la Nación distribuyó en todo el país casi dos billones de pesos en coparticipación, pero apenas $60 millones de los llamados “fondos discrecionales”, cuando en el mismo período del año anterior habían sido $37.000 millones, según cifras de la administración nacional.

En cifras concretas recientes, por coparticipación, leyes complementarias y compensaciones, La Pampa perdió en enero $4.461 millones, es decir un 10,9% en términos reales de enero a enero. Es una de las jurisdicciones más afectadas. La caída obedece sobre todo a la merma en la recaudación impositiva nacional.

Ese impacto en el resto de la Patagonia muestra a Chubut ($4.022 millones) y Neuquén ($4.473 millones) en una línea parecida a la del tesoro pampeano, a Río Negro con mayores pérdidas ($6.177 millones) y a Tierra del Fuego por debajo ($2.944 millones), según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

Manotazo de ajustado

El gobernador pampeano, el peronista Sergio Ziliotto, planteó ya varias veces que la relativa independencia económica le otorga a La Pampa la posibilidad de sostener su soberanía política y no entregarse a los aprietes del gobierno nacional. La provincia no tiene deudas, tiene historia de estar bien administrada y milita el “Estado presente”: son claves -entre otras herramientas- sus empresas petroleras y de telecomunicaciones, la caja previsional, el banco provincial y los servicios públicos concesionados al movimiento cooperativo.

bisterfeld.jpg

Con todo, el ajuste duele. El ministro de Hacienda y Finanzas, Guido Bisterfeld, habló con Letra P de ese escenario inédito. “La Pampa siempre fue muy responsable y sólida, pero el fondo anticíclico se va menguando. Nos estamos comiendo los ahorros para hacer frente a gastos corrientes”, dice.

El fondo anticíclico que supo hacerse La Pampa representaba entre tres y cuatro masas salariales. Una masa salarial provincial hoy implica unos $20.000 millones.

El contexto está obligando a la provincia a manotear esos ahorros. La Pampa tenía apuntado en el inicio del año que llegarían $74.358.340.032 afectados a obras públicas. Esa expectativa se reduce a cero, o casi.

Ziliotto avisó desde el año pasado que había elaborado dos presupuestos: uno para “crecer y producir”, si el peronismo seguía en la Casa Rosada, y otro para “resistir” si -como ocurrió- llegaban Milei al gobierno y la motosierra al poder. En 2023, con Sergio Massa como ministro, las transferencias de capital a La Pampa representaron el 3,5% del total del país y las transferencias corrientes un 0,5%, según datos del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL).

La sangría, rubro por rubro

El combo de hoy es tremendo para La Pampa: ante la desaparición de la asistencia de la Nación, parte de la obra pública imprescindible que está a mitad de camino es afrontada desde el 7 de diciembre por el gobierno provincial. La recaudación se vino abajo un 25% ya en diciembre como consecuencia de la parálisis económica; la coparticipación cayó de modo notable en términos reales y dejaron de ingresar otros fondos, los bautizados “discrecionales”, que financiaban otros programas o servicios estatales.

Ese último ítem representa alrededor de $9.000 millones. Implica la banca para varios planes y prestaciones. El rubro más importante es el Incentivo Docente. Como en enero no hay transferencias de ese tipo, recién en febrero se sabrá si el Gobierno también se anima a pasar la motosierra en ese sector.

paritariaestatal.jpg

Los gremios docentes están en pie de guerra y ya avisan que las clases podrían no comenzar, aún en La Pampa, donde los propios sindicatos reconocen sueldos más altos y mejores condiciones laborales que en el resto del país y una paritaria difícil de empardar.

La realidad ajustadora llevó al gobierno a salirse de la política salarial que mantuvo en los últimos años, cuando cada mes se incrementaban los sueldos estatales según el índice inflacionario. Para enero, y para descontento de los gremios, el gobierno provincial ofreció un 10% de incremento.

Otros aportes no reintegrables de la Nación que se le caen a la provincia también implican programas educativos, del tipo “Vuelta al Aula”, el “Plan Fines” o el programa “Argentina Enseña y Aprende”. En ese mismo rubro los subsidios al transporte representan un alto porcentaje.

Hay diversos espacios que también sufrirían el ajuste: los fondos para la aplicación de la Ley de Bosques; programas del área social como el Plan Nacer o el Sumar; también el plan de mejoramiento de barrios; dineros asociados al INDEC para la realización de encuestas y tareas estadísticas; los programas de Gestión Integral de los Riesgos en el Sistema Agroindustrial Rural y AGRO XXI.

Reina la incertidumbre respecto de hasta qué punto pasará la motosierra por todos esos espacios. El gobierno pampeano espera que no haya recortes al menos en el programa “Argentina contra el hambre”, también incluido en las remesas de fondos “discrecionales”.

Luciano di Nápoli, reelecto intendente de Santa Rosa, la capital de La Pampa, anunció un fuerte recorte de la planta de funcionarios y funcionarias.
Sandra Fonseca, diputada de Comunidad Organizada, María Laura Trapaglia, legisladora del PRO de La Pampa y Martín Ardohain, ahora diputado nacional del macrismo: en la misma vereda, contra Ziliotto y cerca de Bullrich.

También te puede interesar