Después del coqueteo de grandes ligas que protagonizaron Javier Milei y Mauricio Macri, el capítulo de la novela en La Pampa es casi una revisión en espejo de un clásico de Alberto Migré. Esta vez, no hay una voz en el teléfono, porque tanto los líderes locales del PRO como de La Libertad Avanzadecidieron postergar los llamados.
La canción de Paz Martínez que fue banda musical de "Una voz en el teléfono", la histórica telenovela que Raúl Taibo y Carolina Papaleo protagonizaron en Canal 9 en los ’90, parece escrita para describir la relación a distancia entre el jefe de LLA Juan Pablo Patterer, el líder del PRO Carlos Javier Mac Allister y el diputado nacional y presidente del partido amarillo Martín Ardohain.
“Hoy no me llamó, ¿qué pasará, por qué esta vez no me llamó? / Estoy pendiente del teléfono y no, esto me empieza a preocupar”, arranca ese hit que se traslada a la discusión política provincial.
Hacerse desear es parte de la estrategia de los enemigos íntimos que en la provincia protagonizan el culebrón del verano. Por ahora hay nulo contacto entre esos actores de los espacios en cuestión, mientras la UCR mira de afuera y entre tironeos los movimientos de su socio formal en Juntos por el Cambio.
La Libertad Avanza quiere que el PRO vaya al pie
Ni bien ocurrió el convite público de Milei y el “Querido Javier” con que contestó Macri, algunos referentes del PRO pampeano interpretaron que estaba claro el camino a seguir, aunque eso les representara un sapo duro de tragar. Pero pasadas las horas, ninguneo a Mauricio mediante desde La Libertad Avanza, el espacio amarillo de La Pampa cazó el freno de mano.
Aunque en el momento en que parecía crecer el chichoneo se había dado a entender la posibilidad de una cumbre entre presidentes, esa posibilidad se enfrió. Desde LLA desechan que vayan a hacer algún acercamiento: el nuevo jefe del espacio, amadrinado por Karina Milei y Lule Menem, cree que su sector tiene los votos y espera que sea el PRO el que vaya al pie.
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Juan Pablo Patterer junto a parte de su riñón político en La Pampa.
En esa guerra fría de los teléfonos, LLA no va mover un dedo para digitar ningún número. Se jactan de que en los otros campamentos “se deben estar peleando” para ver quién llama a Patterer porque “no les queda otra”.
Patterer viene del PRO y tiene diferentes recelos con algunos de sus principales dirigentes. Militó con el sector de Esteban Bullrich y estuvo cerca de Ricardo López Murphy. En su entorno recuerdan cuando anticipó que se venía una victoria de Milei y sólo encontró risas irónicas entre alguna dirigencia del PRO. La vio, pero se le rieron.
En ese momento, el diputado nacional Martín Maquieyra tallaba alto. Parecía que podía elegir entre ser candidato a gobernador o a intendente de General Pico, la segunda ciudad de la provincia. Y gozaba de los recursos de estar en el campamento de Horacio Rodríguez Larreta. Ese castillo se derrumbó.
Desde LLA, en un contexto donde el gobierno nacional parece fortalecido y el oficialismo sospecha que tiene poco para perder en las legislativas, esperar en rigor el llamado de Carlos Javier Mac Allister.
El Triángulo de Hierro del PRO en La Pampa
“El Colo”, líder natural del PRO en la provincia, primer alfil de Macri, es respetado por la conducción libertaria. Y esa consideración es mutua. En los alrededores del exfutbolista confirman que hay una buena relación histórica con Patterer, aunque reconocen que diálogo ya no es tan fluido como antes y trabajan para reconstruirlo.
No hay bajada de línea nacional y en el campamento macrista local creen que eso será recién en marzo. Mac Allister valora por la construcción electoral que hizo con la UCR. Siempre está al tanto de lo que ocurre e incide en las decisiones de su partido, pero aparece algo alejado del día a día. El papá del campeón del mundo Alexis Mac Allister tiene muy claro que no jugará ni pondrá la cara en estas elecciones.
Lo mismo ya anticipó su hermana, María Alejandra “Marita” Mac Allister, que es parte de la conducción partidaria y además presidenta del Tribunal de Cuentas de la provincia. Esos pasos al costado ponen al espacio en una disyuntiva, porque no asoman a primera vista otras referencias capaces de postularse de modo competitivo.
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Carlos Javier Mac Allister, el líder del PRO en La Pampa, junto a "Chiqui" Tapia. No está en el día a día de su partido ni peleará en la elección, pero toma decisiones.
Aún así, el PRO asegura que pondrá en la cancha “un candidato con luz propia” para dar pelea en la general o en una interna. Y le pone fichas a que sean las personas, y no tanto los sellos partidarios, los que definan la orientación del electorado. Junto a los Mac Allister, el “triángulo de hierro” del PRO de La Pampa lo completa María Laura Trapaglia, que es presidenta del bloque legislativo provincial.
Ese es el espacio con el que LLA espera contactarse. También podría ser con “Cato” Ardohain, el primo de “Pampita”, que jugó a fondo desde el Congreso, convirtiéndose casi en una espada del oficialismo. El presidente lo llamó “héroe” y él devolvió gentilezas con manos alzadas y declaraciones, pero en algún momento desde el partido lo mandaron a moderar su fanatismo libertario y a esperar las decisiones de Macri.
El alfil de Patricia Bullrich hace su juego
El otro teléfono descompuesto es en el vínculo con Martín “El Facha” Matzkin, el alfil que eligió Patricia Bullrich para meter una cuña en el PRO, pero que no tiene ningún contacto directo con la conducción de LLA en La Pampa. Tampoco con el PRO.
Aunque Matzkin tiró puentes en la Casa Rosada para que le indicaran el camino a seguir, es más un soldado de Bullrich que de LLA. En su entorno aseguran que no será candidato, pero en el PRO de La Pampa están convencidos de que ese es su juego y tienen algunas pruebas de que está buscando respaldos.
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De azul, abrazado a Patricia Bullrich, Martín "El Facha" Matzkin, que hace su propio juego en La Pampa.
Esos ruidos en las líneas también ocurren porque los protagonistas centrales de la novela se caracterizan especialmente por perfiles bajos hasta lo inescrutable. Mac Allister rehúye de declaraciones partidarias, a Matzkin casi no se le conoce la voz como dirigente político, Patterer todavía no debutó con alguna entrevista.
Ese silencio, además en una provincia donde no es cultura el uso de Twitter para fijar posición política, estimula más intrigas mientras se espera la escena que tan bien describía Paz Martínez para “Una voz en el teléfono”: “Suena el teléfono y voy como loco a su encuentro / tengo la boca reseca y estoy sin aliento”.
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