La conducción amarilla ensaya una voltereta y cuida puentes con la UCR. Diputados nacionales oficialistas y “héroes” hacen su juego.
El coqueteo twittero entre Mauricio Macri y Javier Milei no llegó a ser un baldazo de agua fría, pero tomó por sorpresa a la conducción del PRO de La Pampa, que venía haciendo los deberes para diferenciarse y tomar distancia electoral del sello de La Libertad Avanza.
Aunque los diputados nacionales de la fuerza amarilla están desde el inicio de la gestión aliados con el ejército libertario, fronteras adentro el PRO hizo lo posible para marcar la cancha, llegando incluso al ninguneo de las fuerzas del cielo.
El “Querido Javier” con el que Macri le abrió la puerta a un acuerdo electoral obliga a la conducción pampeana a hacer una voltereta que le permita tragarse ese sapo.
Aunque las imprecisiones informativas y el frenesí del jueves plantean un desenlace abierto. Sonaron desafíos macristas desde la ciudad de Buenos Aires, la mesa libertaria tiene sus propios ruidos y en el resto de la Patagonia también miran de reojo: en Chubut, Nacho Torres relativiza el arreglo y en Neuquén y Río Negro tampoco hay apuro por firmar nada.
Ante el primer trascendido del acuerdo, una sonrisa se le dibujó a Martín Ardohain, el diputado nacional primo de “Pampita”. “El Cato” hace rato que dio la voltereta, llegó al cargo advirtiendo que Milei era “un salto al vacío”, pero militó como propia la causa libertaria hasta que el presidente lo convocó como “héroe” a comer el asado que festejó el ajuste sobre las jubilaciones.
El otro “héroe” amarillo es el diputado nacional Martín Maquieyra, quien trabajó por la campaña presidencial de Horacio Rodríguez Larreta, pero de a poco fue volviendo al redil de Macri y terminó enredando su nombre en un posible acuerdo para que lo designaran director de YPF.
Maquieyra fue uno de los primeros en lanzar al ruedo la posibilidad de que el PRO y LLA compartieran boleta en las legislativas. Termina su mandato el 10 de diciembre y anda diciendo que no quiere la reelección. Pero el PRO sí quiere cuidar la banca, y eso es lo que vuelve complejo un acuerdo con LLA.
La Pampa renueva tres bancas y es un misterio el orden en que saldrá la elección, desde ya, pero es lógico esperar que el peronismo renueve el escaño de Varinia Marín que pone en juego.
La Libertad Avanza tiene la seria chance de sumar su primera representación en el Congreso y si eso sucede será a expensas del PRO o de la UCR. Vale señalar que también termina su mandato la boinablanca Marcela Coli, opositora a Milei y alineada con Facundo Manes.
La conducción del PRO huele que si hay acuerdo con LLA mandarán a su representación a un segundo escaño en la boleta, con escasas probabilidades de llegar al Congreso. Así y todo ya se teje un formal encuentro entre presidentes de los partidos: Ardohain por el PRO, Juan Pablo Patterer por LLA. Pero todo es muy prematuro.
Tanto el líder original de la fuerza, Carlos Javier Mac Allister, como su hermana la comandanta Marita Mac Allister y su mano derecha legislativa, la presidenta del bloque provincial Laura Trapaglia, todavía recelan del coqueteo entre Mauricio y Javier. Ese espacio trabajó por la candidatura de Patricia Bullrich en 2023, pero hoy la sienten lejana y no se bancan que haya puesto a su delfín, Martín “El Facha” Matzkin, a meterles una cuña.
Durante todo el año ese sector replicó con energía la mirada de que el PRO y LLA son fuerzas distintas que deben ir por caminos separados. Incluso le dieron más aire a la alianza provincial con la UCR, que es más antigua y que tiene en el Poder Legislativo una fuerte base de sustentación: el comportamiento ultraoficialista de los diputados nacionales mimtizados con Milei generó tironeos.
La UCR está en plena discusión sobre su destino y si el PRO apura su alianza con LLA es probable que aumente en el campamento el peso de los sectores que quieren independizarse de sus socios y que desde algunas intendencias incluso tiran paredes con el peronismo.
Trapaglia fue terminante cuando en el mes de mayo sonaron las primeras operaciones para unir al PRO y LLA. “Claramente no somos lo mismo”, sentenció. Promotora a nivel provincial de una Ley de Ficha Limpia, atacó cuando LLA dejó que a nivel nacional se cayera esa iniciativa. “¿Quiénes son los verdaderos cómplices de la casta?”, tiró por elevación.
Conocido el flamante coqueteo, Trapaglia dijo que se podría aceptar algún tipo de acercamiento “en defensa del cambio”, pero por las dudas advirtió que no estaba de acuerdo con "la fusión".
No por casualidad, este miércoles hubo una cumbre de Trapaglia con el jefe del bloque de la UCR, Poli Altolaguirre, para limar las asperezas que quedaron de la frustrada sesión especial de fines del año pasado. Ese día, a contramano de lo que ocurrió durante todo 2024, la UCR y el PRO eligieron estrategias distintas.
El encuentro legislativo de las principales fuerzas de Juntos por el Cambio también fue un gesto antes de que Macri y Milei se dedicaran tanto almíbar: el radicalismo y el PRO quieren sostener su coalición porque tienen puntos en común, contactos dirigenciales de antaño, comparten intereses y posturas desde los municipios. En ese viaje también compartieron varias internas que los fortalecieron. Y sobre todo, miran lo que ocurre en La Pampa pensando en liderar la gran alianza que en el 2027 pretende terminar con el invicto peronista en la Gobernación.
También sospechan que el poder libertario, fortalecido y agrandado, quiere hacerles pagar un precio más alto que el que corresponde. Parten de la base que marca que, en la provincia, La Libertad Avanza tiene nula representación institucional y no ostenta ni siquiera un cargo de concejal, a excepción de un edil de la norteña Realicó que llegó por el PRO y se pasó de bando.
Ni Milei, ni su hermana y armadora Karina Milei conocen La Pampa. Pero también hay números que hablan, el Presidente ganó la elección en una provincia históricamente peronista, donde ni siquiera pegó un afiche callejero.
Como sea, si el flirteo entre Milei y Macri avanza hacia un acuerdo más de fondo y más concreto, será música para los oídos de algunos dirigentes puntuales del PRO de La Pampa, pero para la mayoría de la conducción será duro de tragar.