Aún alegres por el impactante triunfo en la provincia de Córdoba, donde la versión vernácula del peronismo gobierna hace 24 años y acaba de asegurar una renovación dirigencial, las huestes de Javier Milei ya bocetan una intensa campaña de cara a las elecciones generales de octubre. Sin perder la referencia en Buenos Aires, kilómetro cero de La Libertad Avanza, la dirigencia cordobesa prevé un incremento de sus acciones públicas, ya para captar nuevas adhesiones, ya para capitalizar el impacto del suceso de hace sólo 48 horas.
Tales acciones perseguirán dos objetivos. El primero de ellos, tan obvio como congruente con el modo de construcción radial aplicado desde el cubil felino, apunta a mejorar la cosecha de votos en la provincia. Aún satisfechos por los casi 690 mil sugragios obtenidos este domingo (125000 más que los candidatos de la lista cordobesista), creen que el techo electoral aún se encuentra lejos.
Para tal presunción toman tres referencias. La primera, el efecto magnético que, históricamente, capitalizan los ganadores de las PASO. La segunda apunta a la existencia de más descontentos y rabiosos que los que fueron a las urnas, considerando que la participación en la provincia orilló el 68% del electorado. Finalmente, la disolución de inhibiciones en quienes quieran manifestar simpatías por un candidato que pasó de ser considerado marginal al primer puesto del podio.
Según prevén, el incremento en la adhesión les aseguraría una cuarta banca de diputados, sobre un total de nueve puestas en disputa. De replicarse los resultados del pasado domingo, asegurarían al menos tres. En igual proporción quedó el gobernador Juan Schiaretti, que si mantiene la cosecha, ganaría tres escaños. Claro está, la expectativa ya no se ciñe a cálculos abstractos: uno de cada tres cordobeses eligieron su lista.
“Según la tendencia respecto a las ideas de LLA, vamos a superar estos números. Hay un hartazgo social por la política, pero no es el punto central de por qué la gente elige a Milei. Más bien hay un giro hacia las ideas de la libertad”, observa María Celeste Ponce, quien encabeza la lista de postulantes para la Cámara Baja.
Claro está, la cosecha final tendrá un beneficiario principal, el líder del espacio autodefinido libertario, el mismísimo economista con pasado de arquero y excéntricas presentaciones, a quien esperan en Córdoba aún sin fecha precisa. "Será a su estilo, sin tanto circo previo, priorizando el contacto directo con la gente", anticipan a Letra P.
El plan
La fuerza libertaria cordobesa baraja dos acciones clave. Una de ellas es conceptual y apunta a la unificación en torno a un discurso cada vez más radicalizado. "Vamos a consolidar un mensaje claro, sin grises. No vamos a dejar lugar a la confusión respecto de lo que queremos", adelantan.
Por otra parte, avanzarán en ajustes sobre el proceso de fiscalización. Aunque se manifiestan conformes con la actuación de sus veedores, admiten que las deserciones repentinas (unos dos mil inscriptos se ausentaron el día de los comicios) y ciertos errores por inexperiencia no pueden repetirse.
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Aunque destacan que el éxito de su propuesta corrobora la caducidad de los grandes aparatos como condicionantes para la voluntad popular, muestran recelo aún.
En diálogo con este medio, los responsables de las tareas "en el terreno", barruntan que la cuenta final de las primarias debería haber sido otra. "Nos robaron boletas. Es triste, indignante, pero aún sucede. Tendremos que mejorar esos controles. Lo demás estuvo muy bien y será mejor", concluyen.
Ilusión felina
Desde la pole position, libertarios cordobeses creen que existen condiciones para un triunfo de Milei en la primera vuelta. Según analizan, más allá de las virtudes de su propio candidato, las medidas económicas que dispone el gobierno nacional impactarán negativamente en una sociedad ya hastiada. Por ende, captarán más atenciones en un creciente colectivo al que la reciente devaluación perjudicará de manera inmediata.
“Sergio Massa llegará muy golpeado a octubre. Si llega… No tiene más recursos, ni siquiera para buscar aliados”, vaticinan respecto del candidato oficialista.
Con el mismo trazo, descreen de la factibilidad un acuerdo con Patricia Bullrich. Competidora directa y referente de similares porciones del electorado, la candidata de Juntos por el Cambio es señalada como instigadora de una innecesaria belicosidad.
“Está todo mal con ella. No veo posibilidades de un acercamiento. Por el contrario, estamos lejos”, expresa un candidato al Congreso, quien remarca que cualquier decisión de tal índole se definirá en la mesa chica del “león”.
Aunque admiten que el buen vínculo con Mauricio Macri, refrendado como líder amarillo tras las PASO, puede aproximar a las partes, creen que cualquier especulación de tal índole carece de sentido. Al menos hasta el 23 de octubre. “Apostamos todo a la primera vuelta. No nos conviene negociar. Ya demostramos que podemos ganar por nuestras propias ideas, sin ceder. Ese es el camino a seguir”, señala Rodolfo Eiben, candidato a representante en el Parlasur.