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La lechería en Córdoba se ilusiona con el repunte, pero la rentabilidad sigue baja

En plena crisis, el sector se debate entre la innovación y la receta clásica para crecer. Los tambos locales ganan 4% menos por litro que los de Buenos Aires.

En los tiempos de gobierno de Javier Milei, la lechería de Córdoba muestra un cambio de humor y una mirada algo más optimista con respecto a años anteriores. Luego de una sequía que afectó al campo, con ventas forzadas de rodeos lecheros y cierres de establecimientos, este año parecen soplar nuevos vientos.

En el primer cuatrimestre la producción descendió un 15%, pero esa caída se frenó en mayo y en junio comenzó a notarse una recuperación.

También el consumo interno -que había caído fuertemente en los primeros meses del año producto de la crisis económica- empezó a recuperarse de manera muy leve y se estima que se restablezca a partir del segundo semestre.

Los productores siguen de cerca la curva de los costos que, en un país como Argentina, va atada a las distorsiones económicas derivadas de las decisiones del gobierno de la Nación. Ayer fue el dólar soja; hoy, puede ser la brecha cambiaria o los precios internacionales de los cereales; mañana, los costos laborales, la carga impositiva o el precio de la energía. Por ahora, las retenciones están suspendidas hasta el 1 de junio de 2025.

En abril el productor lechero recibió $355,16 por litro, a un costo de producción de $321,34 por litro, según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) conforme a datos recabados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

No alcanzó al precio de equilibrio de $366,96, no obstante, el margen se acortó $11. La rentabilidad llegó al 4,3% en el promedio nacional.

La foto de la lechería en Córdoba

En Villa María, por ejemplo, el costo para el productor dio $315 por litro con una rentabilidad del 4,5%. Al sur de Córdoba, la rentabilidad llegó al 4,8% (costo de $320) y en la cuenca este, 3,6% (costo $319). La rentabilidad más alta es en el oeste de Buenos Aires, donde trepó al 8,1%.

En las entidades que realizan estos relevamientos hay optimismo. “A partir de ahora se va a reacomodar realmente el sector”, sostuvo una voz autorizada, que estimó un aumento de la producción de la mano de una mejora en los precios.

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El intendente de Villa María, Eduardo Accastello, junto al cluster lechero del sur de Córdoba.

El intendente de Villa María, Eduardo Accastello, junto al cluster lechero del sur de Córdoba.

La eficiencia ha sido desde siempre un valor fundamental para apuntalar la rentabilidad de los establecimientos lecheros.

La nutrición animal -que, como dijo el experto Marcelo Oberto en TodoLáctea, representa el 50% de los costos del tambo- es materia de análisis constante, así como la producción y la infraestructura.

La tecnología llegó para quedarse. Los tambos robotizados ya no son una novedad para nadie, aunque todavía siguen en pie aquellas producciones lecheras tradicionales, más artesanales.

El debate en el sector

“Algunos no la ven”, sostuvo un productor que se aferra a la tecnificación como pilar de estos cambios. “Los que defienden el sistema vetusto y arcaico son los mismos de siempre. Nosotros pateamos el tablero y creemos que se vienen cambios muy fuertes. Está lleno de boludos, que se creen popes de la lechería que jamás ordeñaron una vaca ni se embostaron en un lote”, agregó.

Y claro, remarcó que la producción hoy no necesita de miles de hectáreas para los animales. Simplemente, se trata de aprovechar la tecnología y ser eficientes. “Somos los productores sin tierra”, dijo entre risas.

Hay cuestiones que inciden en la producción y que dependen de factores externos. Las fuentes expertas hablan de la cada vez más cercana necesidad de aggiornarse a cánones internacionales. Ahora, muchas empresas demandan que la producción se ajuste a ciertos parámetros relacionados con la sustentabilidad, la huella de carbono o la responsabilidad social y el trabajo infantil.

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La producción lechera en Córdoba se debate entre el método clásico de producción y la innovación tecnológica.

La producción lechera en Córdoba se debate entre el método clásico de producción y la innovación tecnológica.

“Hay cuestiones de afuera que imponen esos cánones, que exceden al productor, al técnico y a la institución. Tal vez en un determinado mercado del exterior ya no te van a recibir un queso si no tiene una trazabilidad”, comentó a Letra P el ingeniero agrónomo Sergio Dequino, del INTA Villa María.

Según el experto, ese tipo de cosas hacen que tal vez en el futuro pueda vislumbrarse una lechería diferente.

El problema generacional

Dequino nota en Córdoba una marcada inquietud por estos temas y por especializarse. Sin embargo, y este es un tema que no afecta solamente a esta provincia, los jóvenes no se muestran tan comprometidos con el trabajo en los tambos. “Se ve que no quieren renegar tanto como nosotros”, sostuvo entre risas.

Pese a ese desafío, Dequino afirmó que una de las ventajas que tiene Córdoba es su cantidad y variedad de industrias que pueden adquirir la producción de los tamberos: hay grandes, medianas y también chicas.

“Hay mucha competencia y el productor a veces puede elegir a quién venderle”, dijo.

El corte de cintas de TodoLáctea tuvo en la previa discursos a favor de la producción desde el interior. 
Ércole Felippa puso en marcha en 2023 un tambo robotizado cooperativo. Hoy tiene 200 vacas y la meta es llegar a 1.200 en varias etapas.

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