Rodrigo de Loredo llegó temprano al hotel Quinto Centenario para encontrarse con su compañera de fórmula para la Capital, Soher El Sukaria. El olor a tinta de encuestas recién impresas impregnó el salón que agrupaba a la dirigencia de Juntos por el Cambio (JxC) de Córdoba. Sobre unas mesas se disponía todo el merchandising que decorará a la militancia rumbo a los comicios municipales del 23 de julio.
El rosa, el blanco y el negro forman parte de la paleta de gorritos, vinchas y carteles que se verán en las mesas que la dirigencia distribuirá en toda la ciudad. El abanico cromático respeta la estética de los primeros carteles dispuestos en la vía pública y ratifica que el radical propone una campaña “autónoma”, es decir, una unidad separada de la provincial, la que lidera el candidato a gobernador de la oposición, Luis Juez.
En el entorno del candidato municipal mejor posicionado, según encuestas del campamento de Hacemos Unidos por Córdoba y las de cosecha propia que revisaron en el scrum deloredista de este viernes, dicen que “no hay grieta con Juez”. La aclaración surge sin ser pedida.
De Loredo participa de la cartelería provincial y escolta a Juez en sus incursiones por la Capital. Sin embargo, la tropa dirigida por el propio De Loredo sostiene que esta “independencia” responde a una tendencia de las campañas modernas y al perfil del protagonista con un liderazgo fuerte.
Para despejar sospechas, reconoce que invitaron a Juez al evento que ofició de primer encuentro formal del comando de campaña y la lista completa de JxC para la Capital. El senador se disculpó exponiendo los detalles de su agenda, que lo encuentra en tierras del intendente de Villa María, Martín Gill.
Juan Germano, de Isonomía, y Francisco Venturini, el “hombre dato” que integra desde hace años la mesa chica de De Loredo, fueron los responsables de entusiasmar a la dirigencia con el poder de la numerología y los detalles del brief de campaña.
Letra P contó que en el búnker de Martín Llaryora creen que la exposición que logró Daniel Passerini, a cargo del Ejecutivo municipal, impactará en su curva estadística. Confían en el nivel de desconocimiento, que elevaría el techo, aunque admiten que De Loredo le saca algunas cabezas. La diferencia que maneja parte de los optimistas cinco puntos hasta los más pesimistas ocho tantos.
En las canteras cambiemistas, los datos son otros. El radical reveló a su tropa que la ventaja que le saca a Passerini sería bastante superior: 47,9% a 31,2%. Sonaron las cornetas de las bolsitas que algún que otro militante no aguantó y abrió.
La escudería de confianza del diputado de Evolución niega el “amesetamiento” con el que insisten los peronistas, quienes adjudican un descenso de dos puntos del radical desde que el delasotista aprovecha la vidriera de la gestión, tras el pedido de licencia del intendente que quiere ser gobernador.
En el informe están medidas todas las listas que competirán en un mes por el Palacio 6 de Julio. Juan Pablo Quinteros, de Somos Córdoba, se ubica tercero en el cuadro, con 2,8%. Sigue la libertaria Verónica Sikora, con 2,5%, en paridad con la referente del Frente de Izquierda, Laura Vilches. Ya al fondo se ubican César Orgaz, de Encuentro Vecinal, con 1,1%; y Humberto Spaccesi, de Córdoba de Todos, con 0,8%. Los indecisos alcanzan en 6,9% y el voto en blanco, 4,1%.
Los principales conceptos proselitistas de De Loredo no desentonarán con lo mostrado hasta ahora. Es decir, el foco estará puesto en las propuestas que se comunicarán de manera diaria hasta el último día de campaña y en un discurso positivo que promete “construir sobre lo construido” para luego avanzar en la crítica de algunos problemas detectados.
La deficiencia de algunos servicios públicos o la desatención de los barrios de la periferia serán parte de este compendio crítico. En poco tiempo, comenzarán a circular los spots de campaña, donde el punto de atención estará en "los vecinos" de la ciudad, una idea que ya sugiere en sus redes.