Con la mirada puesta en las elecciones de medio término y la necesidad de controlar todos los resortes, el gobierno de Javier Milei activó en las últimas horas un operativo para buscarle reemplazo a Camilo Baldini, el presidente del Correo Argentino.
Decididos a no dejar hilo sin atar para la organización de las elecciones de 2025, en la cúpula del gobierno ya resolvieron que al frente del organismo, uno de los más importante en el proceso electoral, quieren a una persona 100% alineada con el armado libertario.
La decisión fue tomada la última semana en reuniones en la Casa Rosada encabezadas por Karina Milei, en las que comenzaron a definir qué funcionarios y organismos estarán a cargo de las funciones electorales. Como publicó Letra P, Baldini fue ascendido a presidente de la empresa pública de logística por el gobierno libertario al que le presentó un plan de ajuste salvaje que implicaba una ola masiva de desvinculaciones y la reducción de casi la mitad de las sucursales de Correo.
Auge y caída
"Tiene los días contados. Karina bajó la orden de que nadie fuera de su círculo de confianza forme parte del dispositivo electoral, dicen en Casa Rosada. Así, pese a haber hecho todos los deberes del manual libertario, nunca logró sortear la desconfianza de la mesa chica presidencial.
Baldini ingresó por primera vez al Correo de la mano de José Ottavis, el dirigente del peronismo bonaerense que pisó fuerte durante el primer gobierno de Cristina, fue eyectado con la llegada del macrismo y volvió al cargo de Gerente General de la mano de Santiago Cafiero, ya durante el gobierno de Alberto Fernández.
En los últimos meses, el funcionario buscó generar confianza y sintonía con la gestión libertaria con un raid mediático en el que promocionó el achique del organismo argumentando la necesidad de modernizarlo para hacerlo competitivo. Sin embargo, venía perdiendo poder dentro del directorio.
La intervención en el Correo
En los últimos meses, desde el Ejecutivo bajaron la directiva de intervenir la gerencia de Servicios Electorales del Correo, un área clave para el éxito de cualquier operativo electoral ya que desde allí se digita la logística de urnas y locales de votación, además de la digitalización y transmisión de telegramas durante las jornadas de votación.
La persona elegida fue Alejandro Tullio, un exfuncionario de todos los gobiernos de los últimos 25 años que se especializó en temas electorales desde la hoy devaluada Dirección Nacional Electoral. Operando sin designación, se presenta como asesor del directorio del Correo pero participa activamente de la mesa política que se reúne en la Casa Rosada para tomar decisiones sobre el operativo electoral.