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Jubilaciones: Victoria Villarruel busca patear la ley de movilidad para después del Pacto de Mayo

Demora el giro a comisiones. Busca evitar la sanción antes del 9 de julio, fecha del encuentro de Milei con gobernadores. Menem junta los votos para defender un veto.

Si bien la iniciativa llegó la semana pasada al Senado, al cierre de esta nota no había sido girada a comisiones. Se estima que intervendrán Presupuesto y Trabajo y Previsión Social, presididas por Ezequiel Atauche (LLA) y Carmen Álvarez Rivero (PRO), respectivamente.

Fuentes del Senado cercanas a Villarruel especulan que habrá una citación a un plenario de comisiones para la semana próxima y una sesión quince días más tarde. No antes.

De esta manera, la reforma previsional de la oposición sería ley recién después de la sanción de la ley ómnibus y la reforma fiscal y, sobre todo, cuando Milei haya logrado su foto con los gobernadores en Tucumán.

Veto a las jubilaciones

El Gobierno no podrá evitar la sanción del proyecto en el Senado, un trámite imposible de eludir porque cuenta con el aval de toda la oposición dialoguista. La Libertad Avanza sólo logró resistir con el PRO en la cámara baja.

El desafío que tendrá la Casa Rosada será posterior a la sanción y consiste en evitar que en ambas Cámaras del Congreso reúnan los dos tercios para rechazar un eventual veto presidencial.

En el Senado, para bloquear esa mayoría se requieren 25 votos y la fusión LLA-PRO sólo suma 13. El oficialismo podría sumar algunos aliados como el salteño Juan Carlos Romero, quien este miércoles pidió financiar la suba de jubilaciones con la eliminación del régimen del fomento a la industria de Tierra del Fuego. Era una propuesta contemplada en la ley ómnibus y fue eliminada en el recinto.

En Diputados, el oficialismo necesita 86 votos para impedir una mayoría especial, 14 menos de los que obtuvo en la sesión que aprobó la movilidad previsional de la oposición.

Menem ya empezó a trabajar para sumar esos respaldos para una posible sesión que habrá en agosto convocada por la oposición, con el único fin de voltear el eventual veto presidencial a la nueva movilidad jubilatoria.

Las cuentas de Menem

En el despacho del riojano creen que tendrán los números para sostener el veto, porque confían en que los 13 aliados que no colaboraron el 4 de junio no permitirán que Milei reciba un golpe letal sobre sus planes fiscales, como sería tener que aplicar un aumento forzado de las jubilaciones.

“No tenía sentido que los aliados se expongan, pero, si los necesitamos, van a estar. Además, en términos reales, las jubilaciones van a crecer estos meses", confían en el oficialismo de la cámara baja.

Como explicó Letra P, por las ausencias de aliados la movilidad previsional se aprobó con dos tercios de los presentes. Es justo lo necesario para rechazar un veto.

Ese día, hubo siete miembros del PRO que se ausentaron, sólo tres por problemas personales que les habían impedido participar de la sesión. Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal se fueron, molestas porque preferían una abstención y no votar en contra. La chubutense Ana Romero y el cordobés Héctor Baldassi no quisieron votar en contra de los jubilados. Menem los necesita en agosto.

Cuatro representantes de Tucumán que suelen ayudar al Gobierno, tampoco quisieron hacerlo en esa sesión. Se abstuvieron Paula Omodeo (CREO) y dejaron sus bancas vacías el trío que responde al gobernador Osvaldo Jaldo: Gladys Medina, Agustín Fernández y Elia Fernández.

También se abstuvieron las sanjuaninas María de los Ángeles Moreno y Nancy Picón, cercanas al gobernador Marcelo Orrego, hasta ese día, un aliado tácito de Milei. Pronto volverán a necesitarlo.

Javier Milei. 
Germán Martínez (UP), con Hacemos Coalición Federal, junto a la UCR, dominan la oposición. 

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